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Una propuesta catalana para la España plural
(castellà)
Club Siglo XXI de Madrid | 27/5/2004
Quisiera agradecer y aplaudir la iniciativa, que en esta ocasión han
tomado el Club Siglo XXI y Tribuna Barcelona, de organizar un
intercambio de puntos de vista, y que nos deparará en un futuro
próximo la presencia del Alcalde de Madrid y de la presidenta de la
Comunidad en la Ciudad de los Condes Reyes, que es la mía.
No puedo iniciar esta intervención sin un recuerdo emocionado para
las víctimas del atentado del 11 de marzo, sin unas palabras de
ánimo a sus familiares y amigos y para sus conciudadanos sin reiterar
una vez más el reconocimiento que todos los ciudadanos de España
tenemos para el pueblo de Madrid.
El ejemplo de entereza, eficacia y serenidad del pueblo de Madrid,
también de comunicación y de reacción en el sentido práctico y en el
sentido sentimental asombraron a todo el mundo. Madrid se ha
convertido en un icono del mundo. Y esto en Catalunya ha calado tan
hondo que este año la Generalitat ha decidido otorgar el premio
Blanquerna precisamente a ese pueblo de Madrid, que en marzo dio
su extraordinaria lección al mundo entero. Es un gesto con el que
queremos expresar nuestra convicción de un futuro más fraternal
entre nuestros pueblos. Más allá de la indispensable competencia sin
la cual unos y otros no estaríamos donde estamos sino muy por
debajo.
Yo siempre he creído que la dialéctica entre Catalunya y Castilla,
entre Madrid y Barcelona, está en la base de una buena parte de los
dramas de este país pero también y sobretodo de sus éxitos. Esta es
el arma secreta de España, esa competencia precisamente. Y que la
competencia que viene ahora entre un Madrid olímpico y una
Barcelona que va a ser más sede de instituciones estatales, es un
nuevo capítulo de esa competencia que va a ser muy interesante.
Hace poco más de un año -en marzo de 2003- me dirigía a ustedes
desde esta tribuna para exponerles unas reflexiones sobre el estado
de las relaciones entre Catalunya y España, sobre el interés que
debiera tener el Estado en que Catalunya se implicara a fondo en la
construcción de la España plural, y finalmente, sobre el contenido de
las reformas que propugnaba, en aquel entonces como candidato a la
Presidencia de la Generalitat. Tales reflexiones se completaron con un
estrambote final dedicado a la guerra del Irak y a la decisión de José
Mª Aznar de que España participara en la misma.
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�He de decirles que aquellas reflexiones se hacían en un marco
concreto, caracterizado por una creciente asfixia del clima político que
auguraba un futuro difícil. Un casi inevitable choque frontal entre un
Gobierno de España dirigido por el Partido Popular y un nuevo
Gobierno de Catalunya parecía dibujarse en el horizonte. Les
manifestaba deseos y temores. Finalmente fueron éstos últimos los
que se cumplieron. Pero sólo a corto plazo, porque luego cambió
todo, empezando por el gobierno español.
Por ello, hoy puedo hablarles con un telón de fondo bien diferente. Un
telón de fondo, un escenario y unos actores totalmente distintos.
El cambio se ha producido en Catalunya. Si bien es cierto que no de
la forma a la que mi partido y yo personalmente aspirábamos. El
cambio se ha producido con un grado superior de complejidad que
hace más delicada su gestión, pero que a la vez lo hace más genuino,
más representativo del pluralismo político y social de la Catalunya de
hoy. Y con un formato europeo como el alemán, el francés o el belga
de gobiernos de coalición. Por ello puedo hablarles de una Catalunya
cambiada.
Y el cambio se ha producido también en España. Con un dramatismo
e intensidad inesperados, pero precisamente por ello con una mayor
sinceridad y un potencial transformador formidable. Y, lógicamente,
con un muy alto nivel de exigencia, expresado de forma espontánea
en el "! No nos falles!" con que fue saludada la victoria de José Luis
Rodríguez Zapatero y que tan hondamente caló en el ánimo de este
presidente joven, que tiene una memoria de elefante para esas
cosas. Siempre me recuerda que cuando vino a Barcelona la primera
vez, yo no le conocía de nada, y le dije que el era la gran esperanza
blanca. Tiene fijaciones claras respecto a los momentos y a las
personas y los entornos que significan luego en la historia del país y
en su historia personal.
Y una observación más del escenario de hace un año: en marzo de
2003 estábamos en plena guerra de Irak, con un presidente del
Gobierno de España que lucía como gran mérito su alianza con los
neoconservadores norteamericanos. Esos que hoy empiezan a estar
menos de moda, los Estados Unidos, no sólo en Europa. Hoy
asistimos horrorizados a las funestas consecuencias de aquella
insensata aventura, pero felizmente con las tropas españolas de
regreso a casa, fruto de un decidido golpe de timón proeuropeísta de
nuestra política exterior.
Mi intención hoy es pasar aquella exposición de hace un año por el
tamiz de la nueva realidad política y de las nuevas responsabilidades
asumidas. Por unos y otros. Pero especialmente, claro está, por
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�quienes tenemos la responsabilidad de gobernar Catalunya en estos
momentos.
No pretendo explicarles por enésima vez que existe un problema
catalán. Y que, por derivación de éste, existe un problema español. Y
no lo pretendo porque lo que ocurre es lo contrario, en un doble
sentido:
1.- Existe un problema español y el de Catalunya es derivado o parte
del mismo. No es que los catalanes se hayan inventado algo para que
España sea un problema; es que España es problemática porque
tiene Catalunya y Castilla, Andalucía y Galicia, el País Vasco y
Extremadura. No al revés.
2.- En realidad el problema español no es un problema, es una
ausencia del mismo, una ignorancia de que exista, o una falta de
atrevimiento en la aceptación de que existe y en definitiva la falta de
un proyecto.
Los que me conocen saben que mi política (en fondo y forma) está en
las antípodas de los que quieren vivir del "problema catalán", en el
que para empezar no creo. Lo que estoy es empeñado en que
Catalunya se implique en la solución del problema español en el que
si creo. Porque ese es el secreto: el problema catalán no es otro que
el problema español.
Entendámonos: lo que hemos señalado -casi hasta la saciedad- como
"problema", podríamos pasar a considerarlo simplemente "cuestión",
"objetivo", "propósito" o, como les anunciaba entonces y vengo a
contarles hoy, "propuesta". La propuesta catalana de España. La
España que queremos. Mejor, insisto: la España que proponemos.
Hace un año les decía que me preocupaba que la relación entre
Catalunya y España no pasara por su mejor momento. La
colaboración entre el nacionalismo catalán conservador y la derecha
española podía haber sido un hito histórico en el reconocimiento
definitivo de la personalidad de Catalunya en una España integradora,
pero por desgracia aquella colaboración se saldó con un estrepitoso
fracaso para los dos nacionalismos, el nacionalismo catalán y el
nacionalismo español. No solo fracaso electoral, sino en eso que era
más importante, que era hincarle el diente al problema de España.
Nunca, en 25 años de democracia, se había percibido en Catalunya
tanta hostilidad como entonces emanada desde el Gobierno de
España y desde la opinión pública vinculada al mismo. Y, lo que a mi
juicio es peor: en un clima de creciente indiferencia y desconfianza
mutua. Volvíamos a la vieja dialéctica de los separadores y los
separatistas.
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�Les expliqué entonces mi apuesta y mi propuesta por alcanzar un
compromiso de la Catalunya progresista con la España plural, con la
intención de recuperar el clima moral, intelectual y político que
debiera permitir pensar otra vez España con la generosidad con que
lo hicieron los constituyentes de 1978. No la misma meta sino la
misma ambición, lo que supondría hoy una meta algo más ambiciosa,
porque el tiempo no pasa en balde.
Asimismo les advertí que existían en Catalunya -y existen, gozando
de un apoyo coyuntural considerable - otros planteamientos con un
común denominador: un creciente escepticismo sobre la posibilidad
de que sea factible establecer una relación recíprocamente
interesante entre Catalunya y España. De dicho escepticismo se
derivaban básicamente dos actitudes: o la renuncia a España que
supone la vía separatista, o bien la resignada conllevancia que
supone la vía intentada durante años por Convergencia i Unió: No
sabe, no contesta, no entra, no participa, simplemente está, que ya
es mucho. Es mucho para que sigan las cosas como están, pero no
basta para que los problemas se resuelvan.
¿Dónde estamos hoy?
En Catalunya el cambio político comporta el compromiso de llevar
adelante la apuesta por avanzar en el autogobierno, a la vez que se
participa a fondo en la articulación de una España plural. Es más: el
proyecto del Gobierno de Catalunya se nutre de la experiencia
histórica que nos dice que existe una correlación positiva entre el
autogobierno de Catalunya y la democracia en España.
Se me podrá objetar que, en todo caso, éste es el propósito del
socialismo catalán y que no está nada claro que lo sea también de los
otros socios del gobierno catalán. Entiendo la objeción y la reserva
sobre el grado de compromiso que los independentistas catalanes
tienen con un proyecto que supone una plena implicación de
Catalunya en la política española. Me voy a explicar sobre esto.
Yo no tengo ninguna duda de su compromiso con ese proyecto
porque saben que hoy por hoy es el único viable y el único
interesante. Es más: el independentismo democrático está cada vez
más convencido de que su meta -lejana- pasa por todas y cada una
de las estaciones que contempla el recorrido de la España plural que
los socialistas definimos y acordamos en Santillana del Mar este
verano. Y este camino, en Catalunya lo vamos a recorrer juntos.
Tenemos ocho años por delante para ello - porque este gobierno está
ahí para durar, se lo aseguro.
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�No hagan cábalas ni digan los medios que Maragall ha dicho que
Catalunya se planteará dentro de ocho años si se independiza o no.
Un sector importante del catalanismo se lo ha planteado siempre.
Macià i Companys en 1931 proclamaron la República Catalana en la
Federación de Repúblicas ibéricas. hasta que días más tarde
Fernando de los Ríos les convenció que la denominación que
desapareció en 1714 era más prudente: la Generalitat de Catalunya.
El pasado, muy pesado por cierto, muy grávido, nos ha hecho sabios,
y esas ingenuidades del lenguaje o verbales ya no las cometemos.
Hay independentistas en mi gobierno pero ellos saben - a diferencia
de CiU, que administró la relación con España con habilidad y
agnosticismo, pero sin implicación en el gobierno español - ellos
saben que hay que implicarse.
Y nos vamos a implicar ¡y tanto! como decimos en Catalunya,
¡faltaría más! como dicen aquí.
No les pido que compartan mi fe en la España plural, tan sólo les pido
que compartan mi esperanza. La caridad no está invitada a esta cena.
Un minoritario pero significativo sector de la sociedad catalana piensa
que estamos ante la última oportunidad para resolver positivamente
la relación entre Catalunya y España. No comparto este dramatismo
de "las últimas oportunidades", pero es un estado de ánimo que hay
que tener en cuenta porque es revelador de algo.
Todos somos conscientes, ellos y nosotros, ustedes y yo, de que el
nacimiento emocionante de la Europa unida, la moneda y el arancel
europeos, y pronto la defensa y la seguridad europeas, con los
recelos y la parsimonia que se quieran, van a cambiar, están ya
cambiando, el significado de palabras tan sagradas como nación y
estado. Para que nos vamos a engañar. Arancel, moneda y
seguridad. No poco.
En esta nueva plasticidad se sitúa el problema de España, mejor, el
proyecto de la España plural y diversa. Plural, que quiere decir
formada por pueblos varios y diversa que quiere decir por pueblos
distintos - distintos en el sentido de que lo que se comparte, se
comparte de distinta manera, por ejemplo la lengua o el derecho civil.
Hay varias maneras de compartir lenguas en España según de que
autonomía se trate. Y con el derecho civil pasa lo mismo.
Por suerte el cambio político en España ha desbancado el escenario
más pesimista: el de la confrontación estéril entre una Catalunya en
demanda de más y mejor autogobierno y el de un Gobierno de
España cerrado al diálogo, convertido en guardián de unas supuestas
esencias constitucionales y, lo que es peor, convencido de que el
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�conflicto con Catalunya y el País Vasco iba a ser su mejor arma
electoral.
Aznar acertó en integrar en la democracia a toda la derecha
española, que no lo estaba, incluida la que aceptó a regañadientes la
Constitución. Incluido él, por decirlo de alguna forma y muy brutal.
Tuvo el mérito de que se pudiera decir y se puede decir, que en
España quien no es constitucional es una ínfima minoría, y eso se lo
debemos en buena medida a Aznar, que no votó la Constitución
porque no le gustó la palabra nacionalidades. Dijo que era disolvente.
Y sin embargo detrás de él han entrado en la vida constitucional
todos los ciudadanos españoles excepto algunas minorías.
Y Aznar se equivocó, sobretodo en los últimos cuatro años, azuzando
de nuevo el fuego de las tensiones territoriales por doquier; de
Catalunya y Euskadi con el gobierno central. Seguramente con culpas
compartidas, no lo voy a negar, pero desde luego con una hostilidad
muy clara desde el Gobierno; y entre comunidades -como en el caso
del trasvase del Ebro, tardía resurrección de un proyecto de España,
el de Joaquín Costa, que siendo justo en su momento, no lo era, en
absoluto, en éste.
Por el contrario el nuevo Gobierno socialista abre un horizonte de
diálogo con las aspiraciones de mejora del autogobierno, de
compromiso con el espíritu de la Constitución y, por consiguiente, de
apertura a su conveniente reforma y, sobre todo, de responsabilidad
política e institucional, incompatible -todo ello- con un uso
electoralista de los problemas territoriales.
Entiendo que ante nosotros se abre un segundo ciclo político
democrático de profundo calado, una vez culminado con éxito el ciclo
iniciado hace 25 años.
Renovar y profundizar nuestras instituciones democráticas,
perfeccionar el Estado de Bienestar, conseguir el pleno
reconocimiento de la España plural y resituar a España en Europa y el
mundo, han de ser los grandes objetivos de este segundo ciclo
democrático que estamos iniciando.
Son objetivos en consonancia con la exposición programática del
presidente del Gobierno en su discurso de investidura.
Soy consciente de que estamos ante una agenda de reformas muy
ambiciosa y exigente, que difícilmente podrá culminarse en una
legislatura. Encajar las distintas piezas: A) de las reformas
estatutarias, B) de la revisión del sistema de financiación autonómico
y local, C) de la devolución de competencias a los municipios y D) de
la reforma constitucional, requiere, para empezar, de una enorme
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�voluntad política, de una convicción granítica en las posibilidades del
diálogo, de una lealtad institucional básica compartida entre todos los
actores políticos, de un mesurado dominio de los tiempos políticos y
de una gran flexibilidad para conseguir el resultado final.
Lleva razón Gregorio Peces Barba al reclamar, para esta etapa,
atención y esfuerzo por conseguir el adecuado equilibrio entre
memoria y olvido para no dañar el patrimonio acumulado. Y lleva
razón Muñoz Molina en proponer una mayor sinceridad en el juicio del
pasado.
Con este espíritu plantea Catalunya su propuesta. Una propuesta
pensada desde Catalunya para Catalunya y para España, o si se
quiere, desde Catalunya para España.
Quiero que entiendan que nuestro propósito es el de contribuir a
hacer una España que si se acepta tal como es, en su espléndida
diversidad, ampliará enormemente sus horizontes, porque adquirirá
una confianza en si misma que, en términos globales, le ha faltado o
no ha poseído en la medida necesaria.
Quiero que entiendan que les hablo desde una Catalunya tolerante,
abierta, vanguardista, acogedora, solidaria, progresista en sus
políticas sociales, comprometida en la construcción de la España
diversa, puente con Europa y referencia mediterránea.
¡Quítense de la cabeza los viejos tópicos de la Catalunya sólo
burguesa, de la Catalunya insolidaria y de la Catalunya antiespañola!
Quiero que entiendan que nos dirigimos a la España democrática,
abierta y tolerante; a la España plurinacional; a la España fuerte y
segura que vuelve a Europa, que hace de puente entre Europa y
América Latina, que va ejercer a fondo su responsabilidad
mediterránea; a la España en malla, que construirá las redes
transversales que reforzarán la unión de los iguales; a la España
próxima, cálida, sensible a las razones y a los sentimientos de todos
sus pueblos. La que debe exigir a Europa, y eso va a ser muy
importante, que reconozca las diversas lenguas de Sepharad,
habiendo empezado por reconocerlas, amarlas y defenderlas ella
misma.
Y también quiero que los catalanes nos quitemos de la cabeza los
tópicos sobre España, que hagamos el esfuerzo de ponernos en el
lugar de los otros pueblos de España, de comprender y respetar sus
sensibilidades, sus aspiraciones y sus intereses.
Si así lo hacemos daremos un paso importante en la construcción
mental y sentimental de la España plural, de la España en red que
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�sólo puede ser el resultado de la aproximación, de la empatía y del
acuerdo entre los pueblos de España.
Miren: Catalunya tiene más intereses en juego en Europa que en
España. Tiene más cosas que resolver en Europa que en España. No
es ya por interés, como lo era para la burguesía catalana del 900
(arancel frente a la competencia extranjera o antidisturbios frente a
la vitalidad del movimiento obrero), es por afecto, es porque mis
abuelos eran alicantinos y el padre del secretario general de uno de
los partidos de la coalición del Govern de Catalunya es aragonés, y el
otro, no su padre sino él, nació en Castellón; es porque mi nieto es
medio portugués;es porque tenemos las sangres mezcladas; es
porque el humor madrileño nos hace reír más que el francés, a pesar
de los pesares; es porque Montilla es de Iznajar y Cornellà; es porque
el flamenco catalán de Peret o Duquende es inigualable; es porque en
Valencia y Baleares se habla catalán, o como quieran llamarle al
catalán que hablan.
Es por todo esto que no nos vamos a separar. No por interés,
entiéndanlo. Y a pesar de nuestras querellas internas y nuestras
diferencias, que son la sal de la vida, ahí estamos. Los catalanes no
sabríamos que hacer sin pelearnos con los madrileños. Nos
aburriríamos mortalmente.
Dicho esto, quisiera, ahora, exponerles, aunque con las limitaciones
que este acto impone, las motivaciones y el alcance de la reforma del
Estatut de Catalunya.
Más y mejor autogobierno para Catalunya
Se pueden preguntar ustedes si nuestra actitud en el debate
constitucional, la de los socialistas catalanes, que no tenemos grupo
propio en el Congreso pero que nunca hemos renunciado a tenerlo lo perdimos, pero lo perdimos después del golpe de Estado, y eso hay
que tenerlo en cuenta-, va a ser distinta de la del conjunto de los
socialistas españoles. No va a ser distinta pero vamos a defender la
nuestra en el seno del socialismo español, ¡y tanto! Tenemos nuestra
propuesta.
Y el día que tengamos grupo propio no por eso el socialismo español
dejará de ser mayoritario, que quede claro. ¿De qué España estamos
hablando? ¿Qué cubre el adjetivo español? Precisamente nuestra
fuerza reside en el hecho de que la España que representamos los
socialistas es plural, tan plural como lo será entonces el socialismo en
el Congreso, frente a una derecha unanimista, y por tanto más
cómoda y más confortable, pero por lo mismo menos representativa
de la España real. Este es el envite, precisamente.
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�No se trata de una propuesta, la nuestra, en clave exclusivamente
catalana. Quiere ser, como he dicho, un elemento de engarce.
El Gobierno de la Generalitat que presido no ha presentado un
proyecto cerrado de reforma estatutaria -algo que otros sí han hecho,
legítimamente, sin duda- . Catalunya se ha limitado a esbozar unas
líneas maestras de lo que a su juicio, a nuestro juicio, debe ser la
reforma. En nuestro ánimo no está condicionar el resultado final del
trabajo de la ponencia parlamentaria ni del proceso de amplia
consulta social que se ha establecido. Quede clara nuestra voluntad,
pues, de mantener el propósito de que el Estatut que llegue a las
Cortes españolas lo haga con el consenso máximo.
A la mayoría de los catalanes no les interesaría el Estatuto, ni el que
tenemos ni el nuevo, si no fuera a representar más progreso y más
igualdad. Lo importante al plantearse la reforma es entender y
conseguir que el Estatuto se convierta en un instrumento suficiente
para dar respuesta a las aspiraciones y necesidades de los catalanes.
Son aspiraciones y necesidades que pasan por la mejora de la vida
cotidiana de las personas, por afrontar las inseguridades que
preocupan día a día, por abordar con coraje y serenidad el fenómeno
de la inmigración, por facilitar el acceso generalizado a las nuevas
tecnologías, por actuar con eficacia ante la progresiva degradación
del medio ambiente. Y por robustecer la personalidad de un pueblo y
de unas instituciones que son ya responsables de la mayoría de esos
temas.
Pero además, la reforma del Estatuto ha de suponer una renovación
del pacto de convivencia entre todos los ciudadanos y ciudadanas de
Cataluña. En el Estatuto se plasma un compromiso colectivo para
convivir de forma pacífica y democrática. En el Estatuto se
encuentran las reglas del juego que Catalunya se da a sí misma para
resolver civilizadamente las diferencias propias de una sociedad
abierta y plural.
Son unas reglas del juego que se han quedado pequeñas y, en
algunos casos, inadecuadas. Las instituciones del autogobierno de
Catalunya pueden y deben mejorar mucho para alcanzar nuevas
cotas de calidad democrática: con una nueva organización territorial
que suponga una descentralización de la Generalitat en los entes
locales, con unas instituciones más transparentes y más responsables
ante la ciudadanía, con una administración de justicia más próxima y,
por ende, más eficaz.
Se habla de administración única, llamémosle central, a la
autonómica precisamente, porque es la Administración, no la única
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�sino la administración central en el sentido de punto de encuentro
entre las demás administraciones, la del estado y las locales.
Hemos tenido un Estatuto que sirvió para recuperar y reconocer lo
que la pérdida de las libertades supuso para Catalunya (y para los
demás pueblos de España). Ahora precisamos una reforma que añada
a todo aquello las herramientas de progreso social de la ciudadanía y
que sitúe a Catalunya en la nueva dimensión que la evolución de
España y de Europa requiere.
El Estatuto que pretendemos no es una disimulada declaración de
independencia. Como tampoco es una aceptación vergonzante de
vasallaje. El Estatuto que queremos es -en todo caso- una libre
declaración de interdependencia. Porque somos conscientes que hoy
por hoy ciudades, naciones, continentes enteros participan
activamente de una misma historia. Los catalanes deseamos ser
reconocidos como actores en esta historia. Queremos serlo, no por
afán de exhibir nuestra diferencia o por aspirar a un rol de
protagonista.
Queremos ser reconocidos como parte de una comunidad global, de
la que formamos parte y en la que todos tenemos el derecho y la
obligación de aportar nuestra contribución.
Catalunya propone una España plural que considere realmente las
instituciones de autogobierno de sus nacionalidades y regiones como
Estado, con un Senado que represente y exprese esa pluralidad
institucional, con una presencia efectiva en las instituciones de la
Unión Europea y con un sistema judicial adaptado a la realidad
autonómica.
Catalunya propone una España plural basada en un trato fiscal justo.
Catalunya propone una España plural que defienda y promueva como
una riqueza irrenunciable todas sus lenguas y culturas. Es el Estado un Estado integrador e incluyente- quien ha de defender la lengua y
la cultura catalanas. No es que la Generalitat no tenga que hacerlo.
Claro que debe hacerlo, pero no basta. Pretender que nos bastemos
en esto si que es una invitación al divorcio, pretender que cada uno
defienda lo suyo es el primer paso. Nosotros queremos que sea el
Estado quien se haga rico de esa pluralidad, como ocurre en otros
países europeos. Que sea el Estado, que sean los Institutos
Cervantes, que sea la política cultural española la que enseñe el
catalán, la que lo ponga en la moneda, en los pasaportes, en las
matrículas, que no son "plaquitas". Todo esto no son tonterías. No lo
son. De símbolos también vive la gente y muchas veces, muere.
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�Catalunya propone pues, en resumen, la reforma del Estatuto de
Autonomía por tres grandes motivos en esas direcciones.
- En primer lugar, para mejorar el progreso y la igualdad de los
catalanes.
- En segundo lugar, para mejorar la calidad democrática de nuestras
instituciones de autogobierno.
- Y, finalmente, para contribuir decisivamente a la configuración
institucional de la España plural. A ello añadimos el reconocimiento
de un protagonismo acorde a nuestra realidad en las instituciones
europeas.
La agenda definida en nuestro acuerdo de formación del gobierno de
la Generalitat afecta a cinco grandes cuestiones:
1ª
2ª
3ª
4ª
5ª
La
La
La
La
La
consideración de la Generalitat como Estado.
redefinición del ámbito competencial.
presencia de la Generalitat en Europa.
colaboración de la Generalitat con los entes locales.
financiación autonómica.
Sabiendo como sabemos que todas las competencias exclusivas que
estaban definidas en el Estatuto el año 79 prácticamente han sido
vaciadas por paso del tiempo. Porque siempre hay una disposición
general o en el propio Estatuto o en la Constitución que lo permite
por interés económico, general o por otros. Como ejemplo el
comercio interior, en el que tenemos todas las competencias, pero no
queda limpia, entera ninguna. Porque la inercia imperante, el imán
que es en definitiva el poder del Estado, cuando se concibe no como
plural sino como único, va limpiando de contenido lo que la
Constitución había dado forma.
Ante eso tenemos dos alternativas: O hacemos un Estatuto para
blindar aquello que la historia nos quitó y el Estatuto anterior nos
daba y la Constitución también, o vamos a un Estatuto reducido a
grandes principios generales que nos permitan defender en la calle y
ante el juez los derechos que inicialmente se concibieron y que
teníamos.
Hay dos maneras pues de enfocar este tema y yo les aseguro que los
constitucionalistas que están trabajando en ello están claramente por
la primera solución. Les da mucho más trabajo pero les da mucha
más satisfacción porque sitúa el terreno estrictamente en el ámbito
de la realidad jurídica. Les confieso que yo no estoy seguro de ello. Y
les confieso que soy un amateur de las constituciones simples y que
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�la gente entiende, porque el que la gente las entienda las hace
inviolables.
Quiero que entiendan que queremos una reforma del Senado, una
atribución de funciones de casación al Tribunal Superior de Justicia de
Catalunya, salvando el recurso de unificación de doctrina. Nada tan
económico como eso: No hacer pasar todos los temas por el Tribunal
Supremo, sino hacer que sea Tribunal de Casación, el Tribunal
Superior de Justicia de cada una de las comunidades y que el
ciudadano de cualquiera de esas comunidades pueda, invocando una
sentencia más favorable a su interés de otra comunidad, ir contra la
sentencia de su Tribunal Superior. Aquí no hay nacionalismo, aquí
hay economía y aquí hay interés común. Entonces si que estaremos
creando una jurisprudencia común.
Nos vamos a mojar también en temas que van a ser muy calientes en
Catalunya pero que aquí probablemente no tengan el mismo interés.
El tema de la división de Catalunya en "veguerías". La división
provincial de 1835 que entonces estaba muy bien hoy no tiene
demasiado sentido en Catalunya. Catalunya para gobernarse bien,
tiene que decirle al Ebro: eres un territorio, tienes tus problemas y te
los tienes que poder solucionar; y tiene que poder decirle al Pirineo,
no eres un trozo de Lleida ni un trozo de Girona, eres el Pirineo; y
tiene que decirle a la Región Metropolitana de Barcelona: eres una
región metropolitana europea y tienes que luchar y competir con las
demás regiones metropolitanas.
Ahora no existen esas regiones, no existe el Pirineo, no existe la
Catalunya central. En esos temas nos vamos a meter y ustedes
pueden pensar que son temas muy interiores y lo son, pero como
todo está intervenido por una filosofía general podría ser que ustedes
pensaran que eso está muy bien que lo diga el Estatuto, pero que no
toquemos las provincias porque es un tema de España y está en la
Constitución.
Nosotros no vamos a poner límites en nuestra ambición en el
Estatuto porque estamos convencidos que nuestra ambición no va
contra nadie y por tanto no tendría sentido que nos pusiéramos
límite.
No va contra Madrid. No va contra España. No va contra Galicia. No
va contra nadie. Va a favor de los ciudadanos de Catalunya y a favor
de la construcción de una España más real, más parecida en la ley a
lo que la realidad dibuja.
Y se podría decir: aténganse ustedes a lo que dice la Constitución, y
nos vamos a atener, por supuesto, pero, por supuesto también nos
preguntamos ¿Que dice la Constitución? Y está muy claro porque
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�escrito está, pero también está escrito que se va a cambiar, y por
tanto tampoco tendría sentido total que ahora se hiciera un Estatuto
que debiera ser refrendado por el Parlamento de Catalunya por
mayoría cualificada, por las Cortes Españolas por mayoría absoluta,
luego en referéndum en Catalunya y que luego tuviera que cambiarse
porque no hubiese sido suficientemente ambicioso, no previendo que
la Constitución que estaba a punto de cambiar iba a cambiar según
que cosas.
¿Quiere esto decir que el Estatuto tendrá que esperarse para su
aprobación a la aprobación de la Constitución? Estas son preguntas
que quedan abiertas, son temas no cerrados que hay que plantearse
porque están en la mente de todas las personas que piensan en esos
temas.
Nosotros no vamos a forzar la máquina, pero lo que no vamos a
hacer tampoco es permitir que la gente piense que este es un
sistema que se pone trabas a si mismo, que este es un sistema de
discusión y un sistema político que lo que hace es impedir que la
realidad aflore y que la vitalidad se exprese. Eso no. No nos lo
podríamos perdonar.
De modo que sepan ustedes que no solo les estoy hablando de un
proyecto de Catalunya o para Catalunya, pero si en todo caso de
Catalunya para España. Todo eso que se puede hacer en Catalunya,
que la gente quiere que se haga, no va a poder ser si en España no
cala un poco el espíritu de cambio y la filosofía que hay debajo de esa
propuesta.
De ahí que yo esté hoy aquí y que en este momento sobretodo nos
preocupe que se nos entienda, y que se entienda que lo que nos
preocupa no es sólo Catalunya, sino que nos preocupa el problema
español. Y nos preocuparía que no se entendiera que ese problema
hoy, después de un siglo, tiene soluciones que entonces ya se
empezaban a dibujar pero que nunca se obtuvieron.
Muchas gracias.
Pasqual Maragall
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Club Siglo XXI (Madrid)
Subject
The topic of the resource
Autonomia
Espanya plural
Estatuts
Territoris
Acció política
Federalisme
Política
Madrid
Creator
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Maragall, Pasqual, 1941-
Type
The nature or genre of the resource
Conferència
Format
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Textual
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A statement of any changes in ownership and custody of the resource since its creation that are significant for its authenticity, integrity, and interpretation. The statement may include a description of any changes successive custodians made to the resource.
Aquest document és còpia digital de l'original custodiat a l'Arxiu Nacional de Catalunya.
Date
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2004-05-27
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Discursos i conferències
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/30/973/19850218_CSXXI_BD.pdf
8d57667fe4247ca6c99b40fb6ec1eb83
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Text
l
Voy a tratar de comunicarles un extracto de la experiencia
de seis años de gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona y también de reflexiones que tienen su orígen en una larga historia
política.
La esencia del mensaje de esta noche es la prqpqest~ q~¡ . .,.
sector local, de las Corporaciones locales y en especial ge +.op
ayuntamientos, como el sector gestor por excelencia del sector
público, para entendernos del Estado en sentido amplio.
También pretendo hacerles llegar la pasión con la que .~e está viviendo desde Barcelona la historia política de ~ste país.
Quiero defender el autogobierne en un sen~ido :1nuy preciso
y hacerles llegar lo que · creo que es un deseo m:uy sincero de par
ticipar en el proyecto político espafiol en un m9me-,ito §~ce-pcio...,..,..
na!.
Como miembro de una de las comunidades dondi:a la coneie ~cia
de país está más desarrollada, como Alcalde de ;;u capital, com9
catalán y catalanista convencido que soy, debo +eeorQ.ar .c;:rue las
torpezas de la administraci6n central han 'be'Cho ~uch.o por fomentar una percepción del Estado como algo a j eno e intruso.
Los que ahora . estamos al frente de al~ll_n centro de p94er te
nemos la responsabilidad de ganarnos la c.o nfian'Za del ·pl,leblo C?nlas instituciones que dirigimos. Puedo asegurar que d~sde los """
ayuntamientos hemos hecho mucho en ese sentido.
EL SECTOR LOCAL, LOS AYUNTAMIENTOS, PROTAGONISTAS PE
PUBLICA.
-~.'~~ STION
Déjenme que les ponga un .ejemp'l·o ., quizás ex't-;r~~p , .de _1,-0 que
quiero decir cuando defiendo al sector local como ,EJ.e _pj;.o.r cg,~ sto;r
dentro del Estado. Suele decirse en este momento ql,le ;rr@s que la
creación de puestos de trabajo deberi.a preocuparn9s .J·a ~creaciól'.l
de empleadores, de empresarios. O se dice - qu~ .lo •s-egµ-~d o (70.000
empresarios) es precondici6n de l:o primero ·caoo.ooo e~pleos).
España, se insiste, necesita de un aho.r ·:c:o que -.s e ,convj__er:ta
en inversión. Teng.o la convicción de que ·e ste m~can ;i.11mo -:t;.an ortodoxo puede funcionar de una manera -mucho 'más ,efic:i ent,e :.s:i se produce un impulso descentralizado.
Quiero, en 'definí tiva, llamar:les ..la :.at--enc·i6n ?<:>-.Pr-e ~~).. hecho
de que tenemos ya 9. 000 ahorradore-s--invers-o res, los -~yµntamientos
españoles, que son capaces de generar un -cambio _de expectativas
económicas más importantes que e:l impulso -ap~logo ,que se pqdría
provocar centralizadamente con un aumento de 1a circulaci6n ·monetaria desde el Banco de España.
·
No es necesariamente verdad que los 9. 000 ayuntami.entqs .españoles respondan con fidelidad a ·1a cara.c te:r izaci6n de .gr:g:anismo ahorrador-inversor que acabo de describir. Es cierto. No -
�2.
todos esos entes locales han tenido o tienen una actividad arriesgada y eficiente, empresarial en suma.
Pero quiero subrayar que, en las circunstancias políticas actuales, la inhibición no es la norma. Antes al contra
rio. No hace falta más que comprobar la alta rnortalída~ política que se registra entre los Alcaldes de las poblaciones
donde se producen fenómenos de ineficacia. Es una mortalidad
que me atrevería a calificar de tan alta corno la que se regi~
tra en el sector privado de este país.
Esta es una realidad que ha sido presentada como escanda
losa pero lo cierto es que ha confirmado la productividad del
sistema democrático local cómo sistema adecuado para la producción de unos servicios adaptados a la demanda.
En consecuencia, no es admisible un cierto simplismo coyuntural que sitúa el déf ici t corno única referencia y que se
apoya en la superada visión de los Ayuntamientos como gastadores irresponsables. Esta visión es, corno mínimo, insuficien
te.
Mi propuesta del sector local, corno sector gestor por excelencia, tiene que matizarse para incluir consideraciones sobre el tamaño óptimo de las unidades locales: Ayuntamientos ~
grandes y medianos, comarcas y áreas metropolitanas son las di
rnensiones relevantes. Distritos y ayuntamientos pequeños se-~
rían las unidades políticas de· participación· y descentraliza-·
ción territorial.
Dicho esto, los alcaldes han estado más cerca del arqueti
po Schumpeteriano de empresario que muchos de los que profesañ .
corno empresarios. Han corrido más riesgos, incluso en su nivel
de ingresos y en su propi~· vida personal.
Las corporaciones 1ócales comparten algunas de las caractérísticas de las empresas. Es significativo, por ejemplo, que _,
cuando en un universo de economía centralizada ·se quiere esta_.·
blecer un acercarnien·t:o al sistema de mercado se recurre a los .::·
Ayuntamientos. Es lo que se ha producido en Hungría donde, po'r
primera vez, los ciudadanos pueden comprar un papel que da inte:
reses. ¿Quién emite · el papel? · Precisamente los Ayuntamientos:.
Si en un· gran salto nós acercarnos al mercado japonés encon
trarernos otro ilustrativo ejemplo del carácter empresarial de -=
las Corpor.aciones locales. En la lista de emisiones patrocina-·
das por una de las más importantes "security houses" del Japón
hay más de s, de 4 y de 5 ciudades que acuden al mercado de bo~ ·
nos en yens. Más que Estados.
o:e alguna forma ros carnpesi'nos faponeses que ahorran sobre ·
e:Epre:cio protegido del arroz y que han tenido hasta hace poco
muy escasas posibilidades domésticas de inversión ven claro que
invertir en ciudades, sobre todo en Europa, es un riesgo tan só ·
lidcr, . corno rnínirno1 como invertir en papel del Estado. Evidente
mente con el . aval . del Est'ado, pero también sin ese aval.
Puedo anunciarles que Barcelona acudirá al mercado privado:
japonés de bonos, no · todavía al mercado "samurai" o mercado- privilegiado de bonos públicos, en el próximo mes de abr·rl, · en una
cantidad módica, es cierto, a un interés muy convincente, (7,5%},
�3.
y a un riesgo de cambio asumible y sin aval.
Esta pequeña emisión, que se destina a la diversificación
de la deuda exterior, ha de servir también de presentación, pa
ra una posible participación más importante del Japón en la f i
nanciación de los JJ.00. de 1992.
También en el terreno de la informatización la capacidad
de reacción de los ayuntamientos, del sector local es, en lineas generales muy próxima a la que se predica de las empresas.
El Ayuntamiento de Barcelona· fué un pionero en este campo pero
el afán innovador se ha extendido a los municipios pequeños, en muchos de los cuales se ha evidenciado una actitud sorprendentemente abierta. Les contaré tan solo el caso de un ayunta
miento pequeño, el de Monóvar, con el .que he tenido algún con=
tacto por razones de procedencia familiar.
En Monóvar se adquirió un pequeño ordenador sobre el que
muy pronto cay6 toda la imaginación y el entusiasmo del hijo
del farmacéutico local. El programa preparado por este muchacho ha permitido informatizar prácticamente toda la gestión mu
nicipal, con inclusión de las actas de la Comisión municipal =
permanente. De hecho, la calidad del programa es tan notable
que la compañía proveedora del ordenador ha comprado el sofware de Monóvar para comercializarlo entre los ayuntamientos.
Monóvar ya cobra royalties por el invento.
Se han hecho algunas críticas inteligentes de la situación
actual que, en síntesis, atribuyen a la falta de ilusión,al abu
rrimiento generalizado de la coyuntura, la ausencia de las in-versiones que podrían invertir el signo de las perspectivas eco
nómicas. Es un diagnóstico razonable pero quiero advertir con=
tra la cura de caballo que desde algunos sectores se propugna como método para recuperar la ilusión perdida. No creo que una
terapia de choque a base de nuevas presiones sobre la legislación laboral sea lo que este país necesita o puede permitirse.
Tengo el convencimiento de que las condiciones ya son las
adecuadas para la invers·ión. Lo que hace falta es la aparición
de los "rompedores de uniformidad" de que hablaba el profesor García Durán en un reciente artículo. En mi opinión, los ayuntamientos pueden contribuir con normalidad y eficiencia a ese rol de ruptura y estímulo.
Dice J. García Durán que los sistemas se desestabilizan a
la baja cuando en vez de una distribución aleatoria de previsio
nes optimistas y pesimistas entre los inversores se da una pola
rización de previsiones pesimistas más all§. de lo gue es realista a largo plazo .
Probablemente en España estamos en este momento. Un momento en el que se necesitan sujetos sustentadores de expectativas
más realistas, es decir, más optimistas. Esta es la mejor alter
nativa a un cierto doctrinarismo liberal que a veces se nos pre=
dica.
Y que conste que les está hablando una persona que se senti
ría halagada de verse incluida en la tradición liberal, en el me
jor sentido de la palabra, incluso por razones familiares.
�4.
Voy a adelantarles un problema no resuelto en el que creo
que los Ayuntamientos -entiendan siempre el sector local en su
dimensión óptima- pueden y van a jugar, sin duda, un papel pr~
tagonista.
España debe afrontar una revolución cultural pendiente, si me permiten la licencia en el campo de la práctica masiva del deporte. Esto está conectado con lo anterior y va al fondo de uno de los puntos ciegos de nuestra mirada colectiva durante décadas. Incluso la España más ilustrada ha sido con~is
tentemente refractaria a incluir con decisión la práctica deldeporte entre sus objetivos prioritarios. Desde la izquierda
y la derecha más cultas se ha practicado un desdén militante.
Reconozcámoslo.
He hablado de ello en diversas ocasiones con el Ministro
de Cultura y con las autoridades autonómicas y no he encontrado reservas de principio a una campaña correctora.
Sólo una reserva, peligrosa por · otra parte. La que se de
riva del carácter enormemente rentable que políticamente hablan
do tiene o puede tener el deporte considerado como un campo demanipulación. Ahí si que es necesario un espíritu constituyente, una tregua en profundidad.
Una política de promoción del deporte de base, apoyada por
la federación de municipios, las grandes ciudades y los departa
mentes ministeriales y autonómicos concentkios es perfectamenteposible y daría resultados en el · horizonte de ocho años. Incidiria además, lateralmente, pero en forma significativa en algu
nos de los problemas no resueltos como por ejemplo,- el de la se
guridad. El deporte es el menos peligroso de ltis juegos y el más convencional.
Cualquier Alcalde de España se apuntaría a esta bandera.
Y se apuntarán todos. El debate está abierto y precisamente
en un momento especialmente apropiado, en el que preside el de
porte mundial un barcelonés.
Eso sí: es preciso que el Ministerio de Hacienda ponga un
paréntesis en su correcta aversión por los ingresos finalistas
o dé el rodeo que crea conveniente y destine al deporte el rendimiento del loto, u otro sistema semejante, que ya en Italia,
en Francia (sistema mixto) y en otros países está proporcionan
do financiación a la práctica masiva del deporte y a la prepa~
ración de deportistas de alta competición. Y fíjense bien que
hablo de práctica deportiva.
Nadie mejor que los ayuntamientos y en su caso las diputaciones para liderar este proceso que el Estado, debe en parte
financiar y las Autonomías sólo orientar.
QUE ES EL AYUNTAMIENTO DE BARCELONA.
Pero vayamos ya a la descripción de lo que es un Ayuntamien
to como el de Barcelona y lo que es el sector local de España.
Barcelona ciudad, el término municipal de Barcelona, no com
prende toda la ciudad real. La ciudad real es una aglomeración-
�s.
metropolitana de la que Barcelona-ciudad es sólo el centro, que
equivaldría al centro de Madrid. Las cifras siguientes, referi
das al último censo, dan una idea de lo que digo:
Madrid
Barcelona
C.M.B.
Habitantes
Km2.
3.158.818
1.752.627
3.096.831
607
97
477
En el caso de Madrid la aglomeración ha sido consolidada
en un solo municipio. En Barcelona, en cambio, hay 27 municipios para una población parecida a la de Madrid sobre una superficie de algo más de las dos terceras partes. La realidad
metropolitana no fué reconocida legalmente hasta 1974, con la
creación de la Corporación Metropolitana, en parte herédena : de
la antigua Comisión de Urbanismo y Servicios Comunes de los 27
municipios, pero que obtuvo carácter de entidad local municipal.
Los miembros de la Corporación son concejales de los ayuntamientos que la componen. El presidente, elegido por votación
entre los miembros, es ahora el Alcalde de Barcelona.
Uno de mis principales objetivos es fortalecer el papel de
la CMB como institución de servicios que representa a la ciudad
de Barcelona real y que este papel sea reconocido en toda España. Un paso notable, en este sentido, ha sido la inclusión de
la CMB en el Fondo de Cooperación Municipal como un municipio más.
La CMB es una pieza fundamental para abordar algunos proble
mas que, aunque afectan sobre todo a Barcelona, a Cataluña, sonen realidad problemas de Estado: el transporte urbano, el saneamiento de las costas, las aguas residuales, la eliminación de ba
suras, la contaminación atmósférica y la promoción industrial yterciaria.
En la CMB vive la mitad de la población de Cataluña y el 8,2%
de la de España.
El buen funcionamiento de España, su desarrollo económico,
dependen en buena medida del perfecto funcionamiento de la aglomeración barcelonesa, de su prosperidad y de su eficiencia.
El Ayuntamiento de Barcelona es un conglomerado de áreas y
de empresas cuyo giro anual se aproxima a los 120.000 millones de pesetas. Produce desde servicios de software hasta alcantarillas y teatro infantil y representa más del 5 por ciento del producto interior bruto de la ciudad. Es, sin duda alguna, la primera "empresa" de Cataluña y la que genera más efectos colate
rales en todas direcciones.
Tiene más de 11.000 funcionarios y de 2.000 contratados laborales.
Si añadimos la plantilla de los órganos autónomos de
gestión y la de las empresas municipales, llegamos a cifras que
oscilan alrededor de los 24.000 puestos de trabajo.
�6.
El Ayuntamiento de Barcelona ofrece una gama de servicios
muy amplia, que además de incluir los típicos de infraestructura y ordenación de la ciudad, de circulación y de protecci6n ciudadana, etc., abarca una gran diversidad de servicios sanita
rios, sociales y culturales.
Pero a mí me interesa señalar hoy que, por sus especiales
características, Barcelona es un buen avance y una buena muestra de lo que el sector local en general puede llegar a hacer,
si cuenta con la voluntad política adecuada.
Los últimos seis años de gestión han permitido realizar un
saneamiento financiero y una reforma administrativa que, representan un · punto de referencia para el resto de las administracio
nes públicas.
En los meses siguientes a las elecciones del 79 se comprob6
que era difícil aislar los problemas y tratarlos siguiendo un or
den de prioridades. En el caso de Barcelona se inventariaron -hasta 230 servicios específicos y muy diferentes entre sí -desde
guardia urbana y bomberos a hospitales y guarderías- la mayoría
de los cuales carecían de una escala jerarquizada d8 objetivos.
Por otra parte, la situaci6n financiera se caracterizaba por un enorme déficit, producto de una estructura local inflexible y anticuada y de los hábitos adquiridos en los años 60 en los que el crecimiento acelerado permitía pagar los déficits de
un afio con el aumento de los ingresos de los siguientes.
Además, la carencia de autogobierne y la falta de reconocimiento de la realidad catalana desde el gobierno central obligaba al Ayuntamiento de Barcelona a asumir los servicios típicos
de una capital. El Ayuntamiento de Barcelona mantiene 24 museos,
5 hospitales, 11 centros de EGB, por poner los ejemplos más llamativos de servicios que en las otras comunidades presta el Est&
do o, más recientemente la institución autonómica.
Pero es que además de ser capital de Cataluña, Barcelona es
también una capital de España. Este es uno de los puntos que ~
quiero subrayar ante ustedes. Esto es a la vez el reconocimiento
de una realidad y la manifestación de una voluntad a la que lo$ ~
barceloneses más perspicaces no piensan renunciar.
¿Quién se atreve a negar el carácter internacional del Museo
Picasso? ¿Quién no reconoce la importancia que para toda España
tiene la sección románica del Museo de Arte de Cataluña? ¿Cuál
es el teatro de la ópera de España, sino el Liceo? ¿Cuál es el
mayor centro de producción editorial en lengua castellana del mun
do? ¿Cuál es la concentración ferial más prestigiosa y consolida
da de este país? ¿Se ha pensado desde el Gobierno en los efectos
que puede tener el apoyo a un recinto ferial competitivo de las mismas dimensiones?
( ... ).
Les expondré, si puedo brevemente, el proceso de mejora de
gestión que iniciamos en el Ayuntamiento de la mano del Alcalde
Serra y contando con un equipo de trabajo, a mi juicio, de pri.m~
ra calidad.
to.
En primer lugar nos centramos en mejorar el control del gas
Uno de los principales problemas internos era el de una pla~
�tilla incontrolable. Pues bien, en menos de un año hicimos un
censo de personal al servicio del Ayuntamiento; ampliamos y uni
f icamos los horarios implantando un control de asistencia infor
matizado, es decir, hicimos que los funcionarios '~icharan", in=
cluso los médicos; recalificamos al personal, fijando a cada uno la categoría que correspondía al trabajo real que desempeña
ba; simplificamos la plantilla, reduciendo el número de catego=
rías de 260 a 71. Reconocimos a las organizaciones sindicales
y firmamos con ellos un convenio. En fin, toda una serie de me
didas que se empezaron a aplicar en la Administración Central =
tres años más tarde.
En suma, los resultados de este proceso han sido una mayor
tecnificación de la administración sin aumentar el coste en tér
minos reales.
Los frutos de estas medidas, desde la perspectiva actual,
quedan reflejados en algunos datos significativos.
Koy tenernos 1000 funcionarios menos que en 1979. En las empresas municipales, incluyendo autobuses y metro, hemos pasado de 11.200 a 8900 empleados.
A la vista de estos datos algunos se preguntarán como es
posible hablar de los Ayuntamientos como creadores de empleo y
a la vez hacer alarde de congelación de plantillas. No hay tal
contradicción. Se ha congelado el número absoluto de funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento y sus empresas, pero esta
congelación esconde una intensa renovación.
Se han incentivado
las jubilaciones anticipadas y a la vez se han cubierto las plazas creadas con la entrada de personal más joven y mejor cualificado.
Y esto, señores, es crear empleo.
Y quiero aprovechar este comentario para man~f e~tar mis re ~
servas ante la propues:ta de creación de empleo publico que se desprende del AES.
Si con los: 50.000 puestos de trabajo que ha
prometido crear la Administración pudiéramos contratar las dos
asistentes sociales que necesitamos para el Barrio del Bes6s,
por ejemplo, o aquel monitor que desde hace 3 años me reclama el ~rea de Deportes y no puedo darle, entonces el plan del AES
si que mejoraría radical y revolucionariarnente la productividad
del sector público y estimularía la creación de empleo en el país . Pero mucho me temo que la realidad no sea ésta.
Hoy los sondeos de opinión realizados en Barcelona sobre la
evolución de los servicios municipales (el último lo encargué en noviembre) han evidenciado la existencia de una valoración ciu
dadana positiva.
Otros puntos han sido objeto de valoraciones menos positivas.
Me referiré a ellos más. adelante, en calidad de problemas no resueltos.
Lo que probablemente no saben los barceloneses es que el aumento en la cantidad y la mejora en la calidad que han experime~
tado la mayor parte de los servicios municipales se ha producido
sin que hayan aumentado los recursos consumidos por el Ayuntarnie~
to.
Dicho de otro modo, los gastos ordinarios totales fueron en
1980 de 79.067 millones de pesetas actuales, prácticamente la -
�8.
,misma cifra que el total del presupuesto ordinario de 1985 (72.501). En el mismo período los presupuesto de la Administración general del Estado han pasado de 4.173.697 millones
en pesetas constantes a 7.060.407, es decir, se han multiplicado por 1,7. Para no citar el caso de las comunidades autónomas, ni el de muchos ayuntamientos.
¿Qué ha pasado pues? En este terreno, como en otros muchos, los milagros escasean y la respuesta es, por fuerza, de
manual. Sencillamente se ha aumentado la productividad de los
recursos.
Además, la disminución que, en términos reales,ha experimentado la carga financiera en este período, ha permitido la regularización de algunas transferencias que no eran objeto de" contabilización presupuestaria como en el caso, parcial aún, de los transportes públicos.
Ello...húbiera áidó imposible sin la asunción por el Estado :de la liquidación de las deudas hasta 31 de diciembre de 1982.
Que quede claro.
Permítanme que les cite algunos ejemplos. En la planta incineradora de basuras y productora de energía eléctrica, el cos
te por Tm. eliminadas ha pasado de 2647 ptas./Tm. en 1980 a 1339 ptas./Tm. en 1984. Aquí, además de mejora de la productividad ha habido un reajuste de precios en la energía producida,
puesto que los anteriores eran de hecho una subvención a las
-compañís'elétric.
En los hospitales municipales de Barcelona, los costes por
cada UBA, únidad básica de asistencia, en 1984. fueron de 15.691.
ptas. por UBA y día en el Hospital del Mar y 16.060 ptas. en el
Hospital de la Esperanza. En los hospitales de la S.S. este coste es desconocido. La subvenciín que hemos recibido ha sido
de 10.472 ptas. por UBA y día. En otros centros la subvención
ha sido de 20.000, en S. Pablo y el Clínico y de 15.000 en centros privados.
Hasta aquí los hechos. A continuación, las interpretaciones y, si es posible, las recomendaciones, que al menes a esta
pretensión responde el título de la conferencia.
Vamos primero pues, con las interpretaciones de ese fuerte
aumento de la productividad administrativa. En mi opinión, las
causas del fenómeno, como las de casi todo en la vida, son múltiples. Pero creo qué, a los efectos que aquí interesa resaltar, pueden resumirse en dos grupos significativos.
El primero, que creo común a la mayoría de los ayuntamientos,
'consiste en haber sabido aprovechar adecuadamente los estímulos
-productivos que la democratización de la vida municipal comporta: la transparencia en relación a las condiciones de trabajo,
a los horarios, a las retribuciones, a las incompatibilidades.
La negociación colectiva. La critica y la participación ciudadana, que en nuestro caso se han visto muy facilitadas por el proceso de descentralización territorial.
Este conjunto de factores constituyen estímulos muy poderosos para aumentar la eficacia y la eficiencia de la máquina munucipal que, nunca debe olvidarse, funciona en un escaparate. .
�9.
Creo que esta característica es sobradamente conocida y
por ello no voy a extenderme sobre ella. No hay que olvidar,
no obstante, que constituye la justificación de fondo de la
eficiencia productiva del gasto público local en relaci6n al
de otros sectores de la administración.
En segundo lugar y aquí quisiera ser voluntariamente inmodesto, el Ayuntamiento de Barcelona-oes probablemente la adml:
nistración pública que más ha contribuído, . tanto en el terreno de los planteamientos como en el de los hechos, a poner en
crisis el modelo de organización y gestión burocrático que ate
naza a nuestras administraciones públicas.
Hace pocos días, el profesor García de Enterria a quien le encargamos la defensa del caso, nos comunicó que la Audiencia Territorial de Barcelona había fallado a favor del Ayuntamiento en el recurso interpuesto por éste contra la decisión de un anterior Gobernador Civil de suspender un acuerdo del Ayuntamiento de Barcelona. El acuerdo suspendido, de 1981, cu
ya eficacia queda reconocida ahora, en 1985, por la Audienciacontra las figuras de controlador del gasto y coordinador de
Régimen Interior.
EL SECTOR LOCAL
Pero déjenme entrar en lo que es quizás el meollo de mi ex
posicion, o en todo caso el sentimiento que creo más importante
comunicarles hoy. El subsector local de la Administración Pública española, con más de . un billón de pesetas de operaciones
sobre un total de ocho billones de pesetas, representa una parte no despreciable del conjunto del sector público. Junto con
el sector autonómico que sobrepasa también el billón alcanza,
según datos de la Dirección General de Coordinación de Hacien- ~
das Territoriales, el 29 por ciento del gasto público consoli~
dado sin seguridad social, mientras que en Italia y el Reino Unido este nivel es del 17 y del 26 por ciento, respectivame.n te.
Esto quiere decir que estamos en niveles de descentraliza- ·
ción territorial del gasto más plausibles de lo que comúnmente
queremos admitir. Admitámoslo.
Sin embargo, estamos lejos no sólo de los objetivos que el
informe de expertos del año 1980 fijaba como deseables para el
proceso descentralizador español (recuerden ustedes: 50-25-25)
sino lejos realmente, después de analizada la experiencia de estos años, de lo que la realidad permite ya hoy.
Sobre todo el subsector local. Este sí que es la cenicienta de los subsectores locales europeos en cuanto a participación
en el gasto consolidado, al no superar el 15 por ciento del sector público sin seguridad social.
Hay que enfocar correctamente es.ta situación. Y hay que hacerlo, yo creo, ahora mismo, es decir en el momento en que se
plantea la revisión del sistema de financiación autonómica, una
vez acabado el período de transición definido por la LOFCA y al
gunos estatutos como el de Cataluña.
Y aquí quiero decir que estoy de acuerdo con las cuatro objeciones que el presidente Pujol plantea al sistema de financia-
�10.
ción vigente. El criterio del coste efectivo no tiene en cuen
ta que en Cataluña, servicios como la Sanidad o la Enseñanza tienen una cobertura pública menor que en el resto de España.
La relación pública privada en Cataluña es 40-60%, mientras que en el resto de España, 60-40%. Los impuestos cedidos, por
otra parte, no son un buen sistema, puesto que desincentivan la productividad fiscal. El Fondo de compensación interterritorial es poco justo, puesto que no tiene en cuenta el volumen
real de las competencias que presta cada comunidad. Y, por último, la inversión de reposición no habría de contabilizarse aparte de la nueva.
Me gustaría hacer una breve referencia · a la propuesta Obiols-Armet de revisión financiera. Esta propuesta distingue
tres fuentes de ingresos. La primera debería basarse en la atribución a las comunidades autónomas del rendimiento de una
parte de los impuestos generales que se recaudan dentro de su
territorio. La segunda fuente de ingresos debería ser la participación de las Comunidades en un fondo de igualación de carácter general, y la tercera un fondo de desarrollo que preven
dría del FCI perfeccionado y desarrollado.
Hay que ser conscientes de que toda esta transición, esta
revisión y estos objetivos plausibles se plantean en un marco
de dificultad que no voy a ocultar: déficit del sector público
en torno al 5 por ciento del producto bruto.
Creo que estos problemas no carecen de soluciones. Soluciones difíciles pero, en definitiva, posibles. No veo en el
horizonte de los próximos cuatro o cinco años otra posibilidad
de avanzar hacia el objetivo del 25 por cientp de participación
del subsector local en el sector público y se hacerlo sin mermar los recursos de las autonomías que recurrir a medidas fiscales hoy no contempladas por la legislación vigente o, quizás,
poco desarrolladas.
Mi reflexión se encaminaría, por lo tanto, hacia el diseño de las posibles medidas fiscales que, en el marco dr un aumento del presupuesto bruto de las comunidades autónomas permi
tiera, vía redistribución y a través de la creación de fondosde cooperación municipal en las autonomías, un aumento de la capacidad neta de gasto del subsector local.
Es muy posible que la mejor solución se encuentre en la
consolidación de un fenómeno que está surgiendo, no sin errores de implantación, de un principio de fiscalidad en el nivel
de las administraciones autonómicas.
El Alcalde de Barcelona está dispuesto a defender esta incipiente f iscalidad autonómica siempre que se den tres condicio
nes: (1) que los recursos obtenidos se dediquen a nutrir la ca~
pacidad de gasto ·de los Ayuntamientos, es decir, del sector gestor por excelencia; (21 que la redistribución se haga objetivamente y (3) que la población perciba claramente el beneficio.
Se ha inciado ya esta línea con el recargo sobre la renta
impuesto por la Comunidad Autónoma de Madrid y, más limitadamen
te,con el impuesto sobre el bingo establecido por la Generalitat
de Catalunya y podría seguir con un impuesto específico metropolitano o autónomo para la financiación de una parte pequeña del
déficit de los transportes públicos.
�11.
Pero las exacciones que se puedan establecer de acuerdo
con esta concepción fiscal, anque se refieran en todo caso a
problemas de tipo específico y a zonas concretas del país, ~
deberían dejar a salvo el principio de que, a medio plazo, los impuestos no han de tener un carácter estrictamente fina
lista.
A medio plazo, la solución es federalizante.
Renta, Sociedades e IVA, repartidos entre los tres niveles de gobierno.
Como en Alemania.
Se ha de producir una auténtica redistribución en cascada en dirección del sector público autónomo y del sector público local. Y el Alcalde de Barcelona defenderá siempre que
en esa redistribución progresiva se introduzcan criterios de
optimización, exigencias de control de calidad y máximos y mí
nimos por parte de la administración central y, lógicamente,de las administraciones autónomas.
Es más. Me gustaría subrayar con toda claridad que los
gobiernos autónomos deberían reconocer que la esencia misma
de su poder político, de su rol político en relación con las
administraciones locales, consiste precisamente en eso: en la determinación de los criterios políticos que pueden orien
tar el gasto de los recursos por ellos controlados.
Los gobiernos autónomos no han de ser unos ayuntamientos
grandes.
Han de ser la generalidad, no la particularidad. No se
trata tanto de que tengan maestros y guardias en nómina como
de que formulen unas políticas orientadoras de la gestión de
unos recures transferidos y administrados desde los Ayuntamientos. En este marco que propongo, la esencia de la actua
ción política de los gobiernos autónomos·· consiste, por lo tan
to, en impulsar, incentivar, estimular la innovación y proponer objetivos cualitativos.
No quiero dejar de lado el marco legal en que se sitúan
estas reflexiones. Todavía es~e.mos, como es archisabido, en
un período constituyente. Vaya por · delante que mi deseo y mi
convicción es la de que este período desde terminar ~·
No cabe esperar ya mucho más de un esfuerzo legislativo
constit.urente y quizás sea mejor a las alturas de 1985 concebir
el trabajo de nuestras cámaras ·como algo más pegado a la reali
dad de gobierno cotidiana y por tanto más dado a las adaptacio
nes legales del marco existente que a la creación de nuevos -marcos.
Les voy a dar un ejemplo de lo que hay que evitar. La ley
de Presupuestos Generales del Estado para 1985 contiene un error,
que hay que subsanar urgentemente, que puede costar a los municipios de la Corporación Metropolitana de Barcelona una merma en sus ingresos de alrededor de 600 millones de pesetas. En efecto, la ley establece que, a efectos de cálculo de la Contri
bución Territorial Urbana, se tomará como base las valoraciones
vigentes el 31-12-84. Esto quiere decir que los ayuntamientos
que habían actualizado sus catastros y establecido unas valoraciones cuya vigencia empezó el 1-1-85 se encontrarán con que las previsiones de ingresos de sus presupuestos no podrán cumplirse. Y no porque los ayuntamientos hayan obrado irresponsa-
�12.
blemente. No. Se habían revisado los catastros. Se habían
obtenido unas valoraciones que aumentaban substancialmente las vigentes, se había acordado la vigencia del nuevo catastro en 1985, y se había calculado la recaudación en concepto
de CTU de acuerdo con el mismo.
A estos casos me refiero, cuando hablo de legislar con vistas a la realidad cotidiana.
Es obvio, sin embargo, que están pendientes todavía leyes básicas y entre ellas de forma destacada la Ley de Bases
de Régimen local.
La Ley de Bases es la menos mala de las Leyes posibles
en este terreno.
Les daré algunos ejemplos del porqué de es
te criterio nada halagüeño y bien moderado en torno a esta =
cuesti6n.
(art. 59 bis, RF, Carta, participación ••. )
Quizás nos falte audacia en el reconocimiento del plura
lismo y la libertad local y nos sobre, a veces, en el recono
cimiento de los beneficios económicos de la competencia entre
individuos.
Porque esos beneficios derivados de la competencia existen aunquee;to sea nuevo para muchos socialistas. Pero son beneficios que, en principio, no garantizan nada completame~
te y, sobre todo, son beneficios no muy distintos de los que
cabe esperar de la multiplicidad de poderes locales no concurrentes pero si contiguos.
La comparación de los artículos 5 i 20.2 de la Ley de Ba
ses de Régimen Local ilustra esta falta de audacia• Efectiva
mente, el art. 5, regulador de las fuentes normativas del ré=
gimen local no prevé la posibilidad de que los Municipios, cuando menos los que por su número de habitantes lo requiriesen, se autoregulen mediante la correspondiente Carta municipal, aprobada con rango de Ley.
Esta carencia es, quizás, la fundamental ya que con su
aceptación podrían obviarse muchas de las demás limitaciones
que contiene la Ley de Bases.
El mismo art. 5, al referirse al regimen organizativo señala que se regirán por la Ley de Bases, luego por las de
las Comunidades Autónomas y en tercer lugar por el Reglamento
orgánico propio de cada entidad.
En cambio, el art. 20.2. establece que las Leyes de las
Comunidades Autónomas podrán establecer una organización municipal complementaria, que regirá en cada Municipio en todo
aquello, en que su Reglamento orgánico no disponga lo contrario.
Es evidente la contradicción entre ambos preceptos. Sería de desear que en el art. 5 por su carácter más general se
estableciera la jerarquía en la forma que lo hace el art. 20.2.
En todo caso, con la previsión de órganos que hace la Ley
de Bases en el art. 20.1. sería suficiente, sin ~stablecer la
posibilidad de que las Comunidades Autónomas pudiesen legislar
sobre la materia, _ya que cualquier intervención ampliando lo
�13.
establecido en la Ley de Bases significará siempre el limitar la
capacidad autorganizativa municipal.
Más aún, el art. 5, en su apartado E) establece que en cuan
to a las Haciendas locales se regirán por la legislación estatal~
en segundo lugar por las Leyes de las Comunidades Autónomas y en
tercer lugar por las Orde~anzas fiscales de la propia entidad local.
Por su parte, el art. 105 repite~que las entidades locales
tendrán autonomía para establecer y exigir tributos de acuerdo con la legislación estatal y la legislación autonómica.
No se vé la razón por la que las Comunidades Autónomas puedan legislar sobre Haciendas locales cuando el art. 132.2 de la
Constitución sitúa al mismo nivel a dichas Comunidades y a las
Corporaciones locales al establecer que "Las Comunidades Autónomas y las Corporaciones locales podrán establecer y exigir tribu
tos, de acuerdo con la Constitución y las Leyes; y estas "Leyes"
son las estatales ya que el propio art. 133, en su apartado 1,
establece que "la potestad originaria para establecer tributos
corresponde exclusivamente al Estado, mediante Ley".
Esta "Ley" es el único techo constitucional que tienen los
Municipios para establecer y exigir tributos y no cabe, por tanto, interponer otro filtro legal autonómico.
PROBLEMAS NO RESUELTOS
No puedo dej~r de referirme a una serie de problemas pendientes que en los seis años de administración local democrática no se han podido resolver todavía o que han aparecido como
nuevos durante el mismo período. Se trata del problema de la
drogadicción y de sus concomitancias en el campo de la seguridad y la administración de justicia e, indirectamente, la sanidad, así como otros relativos al comportamiento civil en una fase de transición.
En relación a las drogas, los últimos 5 años han visto crecer unos fenómenos muy parecidos a los que ya conocen otros
países, especialmente los EE.UU. desde hace quince o veinte años. Me refiero tanto a la extensión de su consumo, como a sus repercusiones sociales, sobre todo en el terreno de la seguridad ciudadana y la criminalidad, como a los debates que genera.
Es previsible que debamos convivir durante muchos años
con las drogas y más concretamente con la heroína. Y que lo ha·
gamos en medio de un debate intenso e importante,entre quienes
ven en la ilegalidad de la droga la causa de los males y quiénes piensan que sólo la actuación represora puede poner fin a
la drogadicción.
No existe una forma única y definitiva de tratamiento de
los heroinómanos a largo plazo. La discusión entre profesionales gira sobre todo en torno a las medidas de reinserción y de
prevención. Pero lo que está claro es que hemos de afrontar,
como mínimo, los aspectos sanitarios de la drogadicción. Estamos obligados a atender al toxicómano que busca ayuda. Todas -
�14.
las medidas que se adopten deben ser evaluadas por los equipos
que las lleven a cabo y por la Administración.
Hoy puede haber entre 5.000 y 12.000 heroinómanos en mi
ciudad. Cincuenta mil en España. Tengan en cuenta que un gra
mo cuesta 20.000 pesetas y surgirá la cifra de mil millones -diarios de volumen de negocio.
Pero en este túnel empieza a verse la luz. La experiencia de los EE.UU. nos enseña que · la -toxicomanía es una enfermedad que se cura con la edad. No hay heroinómanos de 50 años.
:Está claro que algunos se quedan en el camino, que mueren antes de llegar a esa edad. Pero lo que parece claro es que la
incidencia de la adicción es menor cuanto mayor es el grado de
madurez y adaptación social del individuo.
¿Dónde puede hallarse una solución al problema? En mi opinión, la salida pasa por · los siguientes elementos: actuación
coordinada de los distintos niveles de gobierno y, desde luego,
de los diversos departamentos; acotar la entrada; reinserción;
prestación de un servicio de urgencias; y presencia de un protagonista, un nivel de gobierno gestor o un comisario.
Probablemente, la gestión de los ~rvicios sanitarios es
el "test'' más importante para esclarecer como será el reparto
de funciones entre las Administraciones públicas.
Los servicios sanitarios representan una parte importan
te del PIB y del gasto anual de las Administraciones Públicas.
Son, sin duda, la columna vertebral de los servicios personales transferidos a las Comunidades Autónomas.
En esta clase de situaciones es donde tenemos la oportunidad de establecer una distribución clara de funciones entre
las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos. La gestión por
parte de la Administración local, también aquí es garantía de
eficacia e innovación.
Se ha dicho de los servicios sanitarios gestionados por
la Administración local que nos conducirían a hipotecas políticas expansionistas y despilfarradoras.
Nada más lejos de la realidad ya observada. Cuando la
Administración local ha intervenido en este terreno lo ha hecho atendiendo necesidades que las ·Administraciones excesivamente burocráticas y poco participativas habían ignorado, como Planificación Familiar, Salud Mental, etc.
No solamente en estos casos sino también cuando se gestionan instituciones complejas como hospitales, también la Ad
ministración local ha mostrado tener la fuerza política y elconocimiento profesional para hacerlo de la forma más ef icien
te. Ya he dicho antes que el coste de cama/dia en los hospi~
tales municipales es menor que el de los de INSALUD.
La propuesta de un Consorcio de Hospitales Públicos en
Barcelona, con la presencia de la Administración Autonómica
en su órgano de Gobierno, es la plasmación de la voluntad del Ayuntamiento de Barcelona de asumir la gestión de la sanidad en el ámbito del municipio.
�15.
La inclusión en la Ley General de Sanidad de la delegacion de gestión a los Ayuntamientos de las Grandes Capitales
sería la asunción del reto por parte de la Administración Cen
tral y Autonómica.
En cuanto a la actuación de los Ayuntamientos ante el problema del paro, hay que ser sinceros. Sólo acabamos de empezar.
En Barcelona hay 270.000 jóvenes entre 14 y 24 años.
Entre los 16 y 24 años el 42% está en paro.
Tenemos una tasa de no escolarizados del 11%. El fracaso escolar, entendido como alumnos que repiten cursos, no como
abandono de estudios, es del 50% en EGB, 55% en BUP y 75% en
FP. Estas cifras nos dan una idea de la magnitud del problema,
tal como está ahora y como puede agravarse.
Sin embargo, creo que hay en nuestras ciudades, en nuestros pueblos, elementos que nos permiten afrontarlo con optimismo.
Este verano, durante la Fiesta Mayor de la Taixonera, barrio relativarner.te marginado de Barcelona, me dí cuenta de
que teníamos los elementos de un problema y los elementos de
su, s6lución.
Los jóvenes del barrio están en su mayoría parados y el
barrio tiene muchas cosas que arreglar. Pero tiene más, tiene un sastre que es presidente de la Asociación de Vecinos y
que e~~capaz de organizar los actos y las fiestas en las que
esos JOVenes participan, es decir, que es capaz de llegar a
ellos. Y aún hay más, en la parroquia, más o menos destartalada por las sucesivas agresiones a sus cristales, un profesor de música da clases, primero a unos niños y luego a sus
padres.
He aquí la materia prima de un problema gue debería ser
soluble: o somos capaces de convertir este puzzle en algo relativamente ordenado en que los recursos existentes tenganque ver con la solución del probl9ma, sin infri::;i= las leyes gene
rales de la economía y la sociedad, o bien se=á muy difícil -convencer a estos individuos y, en segundo l~;a.:::-, a ~is concejales y a mi mismo de que esas leyes sirven ~=-=a algo.
El Ayuntamiento de Barcelona se ha pl~~=ado la creación
de un dispositivo mínimo de actuación en el ==.::.po de lo que se
llama, en terminología de la OCDE, las inici~~ivas locales de
creación de empleo (ILCE) .
Con esto hemos variado una oosición ce =8r.do. Hasta aho
ra no admitíamos con resoecto al paro otra responsabilidad que
la de ayudar a paliar sus efectos. Nunca participamos en el combate de sus causas. Y la verdad es que seguiremos siendo contribuyentes muy marginales en ese combate.
Pero admitamos desde ahora que se nos hace difícil decla
rarnos totalmente irresponsables en esta cuest~ón. Por una ra=
zón. La duración de la crisis es mayor de lo que hadie había
previsto. Y esta mayor duración tiene efectos cualitativos.
La posibilidades de reinsercion laboral de una oersona a medida que se alarga la duración de su desempleo, aecrecen en proc~esi5n
aec~§t~i~3.
�l 6•
Los problemas de disciplina en la circulación, para citar .otro problema mal resuelto, son reflejo de una cierta cruie
bra del principio de autoridad. Estarnos viviendo una crisis
de las profesiones que implican autoridad. A consecuencia de
esto existe una impunidad infractora que hay que resolver para
mejorar, por ejemplo, el tráfico de las ciudades.
=
La población de Madrid ha perdido sesenta mil habitantes
entre los dos últimos censos.
La de Barcelona ha permanecido
estancada. Sin embargo, en el mismo período el número de coches ha aumentado en un treinta por ciente.
Obviamente, la anchura de las calles no se ha modificado.
Si pusiéramos en fila india los coches que se matriculan
cada mes en Barcelona llegarían desde la Avenida del Tibidabo al Paseo de Colón, o si lo prefieren, desde Ato=ha a la Plaza de Castilla.
En este campo tenernos que actuar sin esperar ninguna nueva Constitución. Bastaría una elevación del código de cir
culación al nivel normativo adecuado y una sabia utilizacióndel mismo en tanto los ministerios de Interior y Justicia se
ponen de acuerdo sobre si es posible judicializar el cobro de
las multas, discusión de aran calado cívico. También aquí estoy en . la línea del Presidente del Gobierno, cuando reclama menos leyes y más actos.
Desde luego, entre los actos necesarios figura la construcción de apa=camientos y una mayor imaginación en · las medidas del tráfico central.
¿Nos atreveremos?
Quizás u~ aumento de las multas por aparcamiento incentivará el uso ce aparcamientos de pago y hará rentable su cons
trucción.
En el ca~po de la seguridad ciudada~a, seguimos fracasando todavía. Pero estarnos · cerca de saber corno hemos de salir
de la actual si~uación.
Hace más ce un año, antes del cierre de tiendas, creé una
Comisión, con el ex-Alcalde Socías al frente, y le dí, un plazo
de doce meses para saber las causas, las características y las
salidas posibles del problema.
Lo primero que hicimos fué una encuesta.
Los resultados
fueron aterradores: 19,6% de victimación. Luego siguieron los
análisis y las primeras medidas provisionales que han sido muy
i~portantes por su carácter innovador en el terreno de la cooperación entre cuerpos de seguridad. Hoy el clima es mejor, incluso mucho mejor, pero puede empeorar mañana.
(Fatalismo: el
relojero y el farmacéutico).
Tengo la seguridad de que antes de dos meses oodremos adoo
tar algunas grandes decisiones, claras y operativas.
El problema de la financiación de los transportes públicos
requiere también la perspectiva de las soluciones específicas.
En el caso de Barcelona, como en el de ~ladrid, la singularidad
radica en el carácter metropolitano de los servicios prestados
�17.
y·en los déficits que se derivan de la gran complejidad de los
modernos sistemas de transporte urbano.
La fórmula de financiación de los transportes públicos debe recoger el hecho de que las áreas metropolitanas constituyen
unas concentr..acdones de servicios de al ta rentabilidad para el
conjunto de todo el estado y que, en consecuencia, los costes
generales deben ser asumidos por el conjunto de las administraciones públicas.
Todos los problemas a los que me acabo de referir requieren unas soluciones específicas. Pero en el caso concreto de
Barcelona, las soluciones pasan igualmente por la constatación
de la capitalidad que Barcelona ejerce de hecho, en diversos terrenos y que tiene voluntad de consolidar.
Quiero añadir que el reconocimiento que el Alcalde de Barcelona propone no se circunscribe a la esfera de unos derechos
económicos. Barcelona propone un reconocimiento político de su
capitalidad.
MADRID Y BARCELONA
En este mismo marco me siento obligado a subrayar la actua
lidad de los valores ciudadanos que con frecuencia se han vistoperjudicados por la presencia de una capitalidad política.
Como Alcalde de Barcelona he glosado con frecuencia esta
contraposición entre el debate propio de las ciudades y el inevitable grado de uniformidad que provocan las capitales y lo he
hecho, precisamente, para advertir sobre el proceso de capitalización de Barcelona generado · por la autonomía.
Pues bien, el Alcalde de Barcelona cree que es muy positivo para el país en general y para Madrid en particular, la gradual consolidación de un Madrid local, de un Madrid autonómico,
de una ciudad viva en suma, frente al Madrid oficial y capitalino.
He vivido personalmente la aparición de poderés ; locales en
París y Washington. Se trata de un fenómeno que fué visto con algunas reticencias pero que se ha impuesto con gran naturalidad.
La realidad se ha impuesto.
Es importante que exista un equilibrio entre el rol de capi
talidad y el más genérico y hasta cierto punto opuesto de ciudad.
Y ahí está, quizás, la diferencia que todavía se aprecia entre el caso español y la posición que en sus respectivos países ocupan Washington o Bonn, por citar sólo dos ejemplos relativamente
distantes. Ni Washington ni Bonn pretenden ser al mismo tiempo
la capital y la primera ciudad.
Está claro que la situación no es aquí la misma. La realidad de Madrid es también un dato que se impone. Pero tengamos al menos el sentido común de reconocer que la Ley no agota
la realidad.
Sería más mbio y más prudente aceptar la idea de
un cierto dualismo fáctico.
Quiero subrayar, por otra parte, el carácter de
B~rcelona
�18.
como banco de pruebas. La derecha catalana y la española no han
vencido nunca en Barcelona en una contienda electoral que no fuera limitada estrictamente al Gobierno de Cataluña. Su política
española no ha obtenido aún una aprobación mayoritaria ni en Ba~
celona ni en Cataluña. Las elecciones Generales del 82 fueron
un intento. Las Municipales del 83 otro.
Ahora, la derecha catalana ha visto que tiene que jugar sus cartas españolas boca arriba, confesar sus afinidades españolas para ganar en Cataluña. Y la derecha española reconoce que tiene que prescindir de su hist6rica aversi6n a entenderse
políticamente con los hombres de negocios catalanes. Políticamente, porque económicamente, siempre se entendieron. Todo esto, seguramente, no es malo. Puede que complique las cosas.
Pero no más de lo complicadas que realmente son en si mismas.
En este contexto quiero proponerles una reflexión. Una
medida de prudencia política sería, quizás, no abusar excesivamente del término nación ni al referirse al gobierno de España ni al referirse a Cataluña.
Es mejor emplear el específico España, sin complejos, y
el específico Cataluña, que el genérico nación. La ambigüedad
calculada de la Constitución exige ciertos sacrificios de todos
en este sentido.
Sin duda, un gobierno que no haga uso frecuente del adjetivo nacional renuncia a un resorte ·importante o, más que impoE
tante, conforiable. Y debo decir que en este sentido el Presidente del Gobierno de Cataluña, suele, últimamente, cuidar su vocabulario. Más quizás que algunos miembros del Gobierno Espa
ñol y que los medios de comunicación que, aquí, gustan de lla-marse "nacionales" y que en Barcelona llamamos "españoles".
Pero nadie puede hacerse ilusiones, afortunadamente, sobre el poder de convocatoria de las palabras. Un cierto escepticismo verbal no ha de tener grandes costes.
Y si no, reparen Vds. en el enorme prestigio adquirido por
el Alcalde de Madrid, entre otros merecimientos, mediante una sa
bia polisemia, y un saber estar al tanto de los cambios de lengua
je, rechazando toda machaconería y simplismo.
Por último, les voy a decir como Alcalde de Barcelona que
recojo la esperanza de la generación de nuestros mayores cuando
dirigién:lcsea España la llamaban a despertar de un letargo secular. Y llamaban desde una periferia que se creía inc0mprendida.
Estoy conve.n cido de que hoy se han puesto las bases objeti
vas para que esa comprension que a veces es un asunto mucho me-nos épico de lo que suele creerse, sea posible.
Sin embargo, hace falta todavía un esfuerzo grande en el
camino de la confianza para conseguir que sean realidad los sue
ños de nuestros abuelos e infundados sus temores.
En resumen, el modelo de gestión posible en España, que debería comenzar a aplicarse hoy para estar rodado en 1990, debería
tener en cuenta los siguientes criterios y propuestas.
(1) Legal o prácticamente las competencias del Estado y las
�19.
autonomías (sector nacional) deberían ser taxativas, es decir,
con númerus clausus. Lªs locales residuales.
La Constitución lo permite.
En ello hay un riesgo para los dos sectores "nacionales".
Que lo asuman.
Si no lo hacen perderán legitimidad sus protestas de no
intervencionismo y autogobierne.
(2) Casi ningún problema puede solucionarse desde un solo
nivel de gobierno.
La atribución de competencias que hacen la Constitución
y las Leyes básicas es sólo una convención simplificadora, útil
y basta. Y a fé que bastante laxa, afortunadamente.
Debe defenderse la complejidad, como hacía Ralph Deahrendorf hace cuatro días en un periódico de esta ciudad, pero no,
como él cree, atribuyendo pendularmente las competencias arriba
y abajo, antes arriba, luego a la escala local y ahora de nuevo
arriba, a escala europea.
No. En nuestra lucha contra la droga vamos a apoyarnos
en el organismo especializado de la ONU, con sede en Viena y vamos a pedir a Barrionuevo más apoyo y a Ledesma más medios pa
ra el fiscal Villarejo y al conseller de Sanidad, Laporte, ayuda en la reinserción. Pero nosotros sufrimos el problema y
estamos por tanto cualificados para un cierto sector de la solución. Para un cierto protagonismo emprendedor o gestor.
La demanda manda, o debe mandar.
(3)
No hay, realmente, competencias exclusivas, ni siquie~
ra plenas. Todas son compartidas. O casi todas. Lo importante
es identificar al responsable o los responsables del proyecto,
de cada proyecto.
El sector público, para el ciudadano, es un conjunto de
personas y medios al servicio de unos determinados programas.
Para el político y el funcionario es a menudo un amasijo
de dificultades y competencias, de recursos o carencias. Grave
error.
Identifiquemos el problema, señalemos los responsables de
su solución y pongamos desde todos los niveles de gobierno los
medios a disposición de los responsables.
Esta es la fórmula.
(4)
El sector local tiene que llegar en cinco, seis o siete años hasta el 25% del sector público sin seguridad social. Ca
si exactamente lo mismo ocurre con el nivel autonómico, que de to
dos modos crecerá todavía un poco por transferencia de nuevos ser
vicios.
Esto significa que en ese plazo, u otro más largo, el Sector Público deberá absorber dos veces el actual déficit, es decir,
cerca de un 10% de la Renta Nacional.
Por absorber entiendo reducir pérdidas tanto como poner re-
�20.
cursos a disposición de niveles que no los tenían.
¿Quieren que les diga la verdad? Esto va a ser muy difícil si no se dan dos condiciones: (1) un crecimiento significativo de la Renta Nacional, por el que yo apuesto sin muchas dudas
( 2) una disposición, en ;·todos los niveles, a deselectorali
zar en cierta medida los temas fiscales.
Todo lo demás son palabras al viento.
(5)
Si todos estos puntos no obtienen traducción legal no debemos inquietarnos.
Los objetivos aquí descritos pueden perseguirse también sin leyes que los consagren.
Es más: estoy convencido de que se irán imponiendo.
La diferencia está en el grado de coherencia y confort
en el desarrollo del proceso político.
Y también el timing.
(6)
Autocontención en el trato con el ciudadano. A to
dos los políticos, a todos los niveles, nos gusta lo que los franceses llaman el bain de foules, el baño de multitudes.
Y a veces es bueno para la salud del colectivo.
la del político.
Y para
Pero no deberíamos tratar de acceder directamente al ciudadano por encima, puenteando, a los poderes elegidos de nivel
más bajo.
Me refiero al contacto político-administrativo. El AES
no debería poder subvencionar directamente a los Boy-Scouts de
Cataluña y si lo hace, el Presidente del Gobierno de Cataluña
tiene todo el derecho a molestarse.
Sólo el protagonismo del Estado central en la política
anti-ciclica (contra el paro) justificaría tal procedimiento,
con el fin de acumular en el menor tiempo posible el máximo po
sible de proyectos viables y eficaces en la creación de empleo.
Y aún.
Del mismo modo el Gobierno de Cataluña no debería en modo alguno crear Oficinas de Bienestar Social en los barrios de
las ciudades industriales con el fin de explicar lo que es la
Generalitat.
Si lo hace los Alcaldes de Catalüí.\a,tienen todo el derecho
a molestarse.
Sólo la probada incapacidad de los Ayuntamientos para explicarles a sus ciudadanos lo,;rgue es el aut09'obierno jú.stif icaría tal procedimiento. Y aún.
Déjenme que les diga ahora algo que ya se temían. el AES
no ha subvencionado a los Boy-Scouts de Cataluña y el Gobierno
de Cataluña sí ha creado Oficinas de Bienestar Social en los barrios.
�21.
Pero la advertencia vale para todos, incluidos los grandes Alcaldes.
Es un código de comportamiento que se nos debería exigir.
(7) Autocontención también, sin embargo, en el derecho a
la susceptibilidad.
Debería ser normal que un ministro asistiera a la ópera
en el Liceo sin tener que pasar por la taquilla del Presidente
de la Generalitat, el Delegado del Gobierno y el Alcalde.
Esto ya comienza a ocurrir.
prevenciones y cautelas .
Pero todavía hay demasiadas
Yo me he tenido que quejar · a veces de algunas actuaciones
simétricas. La esposa de alguna alta autoridad, supongamos, se
ha dirigido al Orfeón de un pueblo sin avisar al Alcalde. Y yo
me he quejado porque el Alcalde me lo ha pedido -y quizás porque en aquel caso hubo infracción de un principio distinto al
de la cortesía.
Pero me he quejado sin convicción.
Los Municipios no tienen fronteras. Ahí reside su fuerza.
No deberían pues añorar las aduanas (els burots)
(8)
Hay que ir más allá: propongo formalmente que Barcelona sea sede de instituciones de ámbito estatal. También he
hecho la oferta, bien recibida por - el comisario Cheysson, de
la CEE, de albergar alguna gran institución europea.
Pero esto es distinto.
Se trata de que algunas, varias,
bastantes si es posible, instituciones estatales o no, de ámbito español en todo caso,fijen su sede en Barcelona.
La Constitución no lo impide. Y los costes, seamos sinceros, tampoco. El Presidente del Gobierno, al que le he comen
tado en alguna ocasión mi deseo de formular esta oferta la ve
favorablemente.
Lógicamente las instituciones que podrían tener sede en
Barcelona son aquellas más relacionadas o con mayor polarización en torno a personas y actividades que son importantes en
nuestra ciudad: en deporte, 15 de los 50 presidentes de Federaciones españolas son catalanes; en ópera; la Constitución no
obliga a nada: quizás el Liceo podría ser oficialmente lo que
es de hecho la Opera de España, como la Scala de Milán es la
gran Opera de Italia; en comercio exterior y relación con Europa; en industria editorial y Ferias Internacionales ... porqué no establecer el centro donde ya está la actividad o gran
parte de ella?
El puente aéreo perdería algunos clientes y ganaría otros.
Por cierto que si el puente aéreo fuese empresa aparte y quisiera administrarse desde donde reside la demanda tendría que establecerse en Barcelona: 50% de sus usuarios salen d e y vuelven a
Barcelona, 25% de Madrid y 25% de otras provincias.
(9)
Barcelona ofrece a Cataluña y España un gran proyecto,
bueno para todos: el de organizar los Juegos Olímpicos de 1992.
�22.
También aquí es importante ver que el proyecto necesita
de la colaboración de todos los niveles de gobierno y un sabio
reparto de protagonismos, que sin embargo no puede traducirse
en una multiplicación de Comités compensatorios. No se trata
de eso.
Si Cataluña y España entera confían plenamente en Barcelona para este objetivo, yo les garantizo que Barcelona devolverá con creces esta confianza.
No han de pasar muchos días antes de que estas palabras
tengan una traducción práctica.
Escuchen: Todos estos criterios · y propuestas no son el
fruto de, simplemente, la buena voluntad/ o de una cierta imaginación; ni siquiera de las necesidades de un Alcalde que defiende los intereses de su ciudad.
NO.
Son el fruto de seis años de práctica política local; el
fruto de una apasionada lectura, desde Barcelona, del proyecto
de construcción de una Cataluña autónoma y una España por fin
moderna; son expresión del deseo, que creo interpretar, de una
generación de barceloneses que quieren ser fieles a la ambición
de sus mayores, la -que se formuló con enorme fuerza en el cambio de siglo, y fieles también a la tenacidad de sus padres,
que en los años menos exhuberantes de la crisis mundial, la gue
rra y la dictadura, supieron guardar y transmitir el mensaje -oculto de aquella amb±ción con nueva sabiduría, con una modestia que fué necesaria y con una eficacia que hoy me permite re
petir con esperanza, con confianza, pero también con exigencia,
cargado de décadas de razón, aquellas palabras de 1898:
España, España -despierta,
arranca las lágrimas de madre,
sálvate de tanto mal
que el lloro te vuelva fecunda, alegre
y viva.
Espanya, Espanya -retorna en tu
arrenca el plor de mare!
Salva't, oh salva't -de tant de mal
que el plo et torni feconda, alegre i
viva.
18 de febrero de 1985.
�
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A name given to the resource
09.01. Activitat de representació (com a Alcalde)
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1982-1997
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3879
Title
A name given to the resource
Un modelo de gestión para el Estado / Conferència
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Abstract
A summary of the resource.
Promoció de l'esport. Hospitals municipals. Serveis Sanitaris. Droga, drogodependència i violència.
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Club Siglo XXI (Madrid)
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Autogovern
Gestió pública
Administració local
Autonomia
Barcelona
Sanitat
Ocupació
Seguretat ciutadana
Acció política
Espanya
Catalunya
Type
The nature or genre of the resource
Conferència
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1985-02-18
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-
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e71fe10fd674b8b7ef6387d78511f3ed
PDF Text
Text
^^.
"A
juntament de Barcelona
LA REVISION DEL SISTEMA DE FINANCIACION LOCAL.
Conferencia pronunciada_ p or el Excelentísimo Sr. Pasqual
Maragall i Mira, Alcalde de Barcelona.
Madrid, Club "Siglo XXI", 19 de Enero de 1987
Exp. 705/84 - IMPREMTA MUNICIPAL
�y-
Ajuntament de Barcelona
zp
Gabinet de Comunicació
GRACIAS ADRIáN.
SEÑORAS, SEÑORES, AMIGOS
HACE EXACTAMENTE UN AÑO Y ONCE MESES QUE OCUPE ESTA TRIBUNA
POR PRIMERA. VEZ. EN AQUELLA OCASIÓN CONSERVABA AúN LA EMOCIóN
QUE ME'HABíA PRODUCIDO MI C:ONVERSACIÓN CON EL PROFESOR TIERNO
GALVáN EN LA CLíNICA DONDE ACABABAN DE OPERARLE. HOY, ADEMáS,
SE CUMPLE EL AÑO EXACTO DE SU MUERTE. ES DE JUSTICIA, PUES,
QUE MIS PRIMERAS PALABRAS SEAN DE RECUERDO PARA EL VIEJO
PROFESOR.
LO QUE 'DIJE HACE DOS AÑOS.
EN FEBRERO DEL 85 LES EXPUSE A USTEDES ALGUNAS IDEAS SOBRE
CUAL IIABRIA DE SER LA PARTICIPACIóN DE LOS AYUNTAMIENTOS, DEL
SECTOR LOCAL, EN EL CONJUNTO DEL SECTOR PúB LICO.
Exp.
1.207-85 - IMPREMTA MUNICIPAL
—2
•
Ref..
�i
Ájuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
— —
INTENTÉ CONVENCERLES DE
QUE
EL SECTOR
LOCAL
ES EL SECTO R
GESTOR POR EXCELENCIA. QUE LOS AYUNTAMIENTOS TENÍAN MáS
CAPACIDAD QUE OTRAS ADMINISTRACIONES PARA RESPONDER A LAS
DEMANDAS DEL CIUDADANO. QUE ESTA • CUALIDAD SE HABÍA PUESTO A
PRUEBA EN UN PERÍODO EN EL QUE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ESTABA
EXPERIMENTANDO ENORMES CAMBIOS POLÍTICOS, SOCIALES,
ECON6MÍCOS, DE VALORES. QUE ESTA PRUEBA HABÍA SIDO SUPERADA.
DESDE ESTE CONVENCIMIENTO RECLAMABA UNA MAYOR PARTICIPACIóN
DE LOS AYUNTAMIENTOS Y DE LAS CORPORACIONES LOCALES EN LOS
INGRESOS Y LOS GASTOS PúBLICOS. LOS AYUNTAMIENTOS ESPAÑOLES,
LES DECÍA, NO PODÍAN SEGUIR SIENDO LA "CENICIENTA" DEL
SUBSECTOR LOCAL EUROPEO.
EN LOS DOS
ANOS
QUE HAN. PASADO DESDE MI ANTERIOR
COMPARECENCIA HAN SUCEDIDO MUCHAS COSAS, BASTANTES COSAS. EN
EL MUNDO, EN ESPAÑA, EN CATALUÑA, EN BARCELONA.
Exp. 1.207.85 -
IMPREMTA MUNICIPAL
Ref.:
�Ájuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
PERO LA PARTE SUBSTANCIAL DEL MENSAJE DE ENTONCES SIGUE
SIENDO VáLIDA. LA SITUACI6N DEL SECTOR LOCAL EN ESPAÑA SIGUE
ESTANDO LEJOS DE LO QUE LA PROPIA REALIDAD ACONSEJA. LOS
AYUNTAMIENTOS NO TIENEN NI LOS RECURSOS ECONóMICOS NI LOS
MEDIOS POLÍTICOS Y LEGALES QUE NECESITAN.
A LO LARGO DE LA CHARLA DE HOY LES DARÉ LAS RAZONES QUE A MI
ENTENDER JUSTIFICAN ESTA A_FIRMACIóN.
Exp. 1.207-85
• IMPREMTA MUNICIPAL
—4
Ref..
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
CONSTITUCION Y SUFICIENCIA FINANCIERA
04.
LA REFORMA DE LA HACÍENDA LOCAL ES NECESARIAY URGENTE
BáSÍCAMENTE POR DOS MOTIVOS : LA ENTRADA EN VIGOR DE LA
•
CONSTITUCIóN DE 1978 Y LA INCAPAÇÏDAD DEL ACTUAL SISTEMA PARA
SATISFACER LAS NECESIDADES DEL SECTOR LOCAL.
LA CONSTITUCIóN PRESENTA TRES ASPECTOS DE FUNDAMENTAL IMPORTANCIA. EL PRIMERO ES QUE ESTABLECE UNA NUEVA ORGANIZACIóN
TERRITORIAL QUE REQUIERE LA COORDINACIóN DE LA ACTIVIDAD
FINANCIERA ESTATAL, AUTON6M:ICA Y LOCAL.
EN SEGUNDO LUGAR, LA CONSTITUCIóN CONSAGRA EL PRINCIPIO
DE AUTONOMÍA DE LAS ENTIDADES LOCALES PARA LA GESTI6N DE SUS
RECURSOS FINANCIEROS Y LA ORDENACIóN DE SU GASTO. Y,
FINALMENTE, PROCLAMA EL PRINCIPIO DE SUFICIENCIA FINANCIERA
PARA ESTE SECTOR, SUFICIENCIA QUE DEBEN PROPORCIONAR LOS TRIBUTOS PROPIOS Y LA PARTICIPACIóN EN LOS INGRESOS DE LOS OTROS
DOS NIVELES DE GOBIERNO.
Exp. 1.207 -85 - IMPREMTA MUN ICIPAL
-5Ref..
�Ajuntament de Barcelona
Ref.:
Gabinet de Comunicació
ESTE PRINCIPIO DE SUFICIENCIA FINANCIERA NO SE PUEDE CUMPLIR
CON
LA NORMATIVA
AUN
VIGENTE.
EN FIN-, LA NECESIDAD DE UN NUEVO SISTEMA DE FINANCIACIóN
PROCEDE DE LA EXIGENCIA DE UNA MAYOR PARTICIPACIóN DEL SECTOR
LOCAL EM EL CONJUNTO DEL
SECTOR
POLíTICO QUE ANTES HE
MENCIONADO.
PARTICIPACIóN
QUE,
NATURALMENTE, ESTá LIGADA A LA ACEPTACIóN
DEL PAPEL DE LAS ADMINISTRACIONES LOCALES EN LA VIDA SOCIAL
Y
ECON6 ICA QUE PROPUGNO REITERADAMENTE.
EL SISTEMA ACTUAL DE TRIBUTOS, ADEMAS DE COMPLEJO, ES
INADECUADO PARA ADAPTARSE
CON
FLEXIBILIDAD A LA COYUNTURA
ECONóMICA. Y LA PARTICIPACIóN EN LOS INGRESOS DE LAS OTRAS
ADMINISTRACIONES
Esp. 1.207-85 -
IMPREMTA MUNICIPAL
O
ES
INSUFICIINTE. O ES
INEXISTENTE.
�Ajuntament de Barcelona
—7
Gabinet de Comunicació
Ref..
INSUFICIENTE EN EL CASO DE LA ADMiINISTRACIóN CENTRAL, COMO
EXPLICARÉ DESPUÉS CON ALGúN DETALLE, O INEXISTENTE EN EL CASO
DE ALGUNAS COMUNIDADES AUTóNOMAS . ESTE ES EL CASO, - POR
EJEMPLO, DE CATALUÑA, A PESAR DE LA . PROMESA DEL "CONSELLER"
DE ECONOMíA DE QUE SE CONSTITUIRíA UN FONDO MUNICIPAL CUANDO
LA FINANCIACIóN DE LAS COPIUNIDADES AUTÓNOMAS ALCANZASE UNA
SOLUCIóN SATISFACTORIA.
.
ESTA SITUACIóN PER .IENENTE CONDUCE AL ENDEUDAMIENTO, OUE YA:
DEBI6 DE SOLUCIONARSE CON UNA LEY DE SANEAMIENTO, Y QUE ES
PRECISO ATAJAR.
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
�-8
Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
ADMINISTRACIóN
OTRO
ASPECTO
Y
REGLAMENTACIóN,OBSOLETAS
QUE
CONFIGURA LA REALIDAD ECON6MICA DE
NUESTROS AYUNTAMIENTOS ES UN
DICCIONES
QUE
MAGNíFICO
EJEMPLO DE LAS CONTRA-
PUEDE HABER ENTRE LA BONDAD DE LOS PRINCIPIOS
Y
SU APLICACI6N REGLAMENTARIA Y ADMINISTRATIVA.
LA
ADMINISTRACIóN FCON6MICA DE LAS CORPORACIONES LOCALES SE
RIGE POR UN
Y DECRETOS
CONJUNTO DE
QUE SON
NORMAS, RETAZOS DE LEYES, REGLAMENTOS
UNA VERDADERA ANTIGUALLA. ESTE ENTRAMADO
ARCAICO QUE ENTORPECE LA EFICACIA DE
FRENA
SU
PROGRESO
Y QUE
LOS
AYUNTAMMIENTOS, QUE
ABSORBE ENERGíAS Y ESFUERZOS QUE.
PODRÍAN EMPLEARSE EN r.E JORE S CAMPOS
QUE EN
LA SUPERACIóN DE
ASPECTOS
SE HA MEJORADO.
TRAPAS Y DISFUNCIONALIDADES.
-DEBEMOS RECONOCER QUE
ESPECIALMENTE EN LA
EN ALGUNOS.
SUPRESI6N
DE LA APROBACIóN PREVIA DE LOS
PRESUPUESTOS POR .LA ADMINISTRACIóN CENTRAL Y EN EL RECONOCI MIENTO Y APLICACIóN DE LOS PRINCIPIOS DE UNIDAD
Exp. 1.207-85 •
IMPREMTA MUNICIPAL
Y
UNIVERSALI
Ref.:
�Ajuntament de Barcelona
—9—
Gabinet de Comunicació
Ref.:
DAD DEL PRESUPUESTO.
PERO EL NO RECONOCIMIENTO TE6RICO Y PRáCTICO DE LA UNIDAD DE
CAJA, LA CONFUSIóN SOBRE LAS FUNCIONES INTERVENTORA, DE
CONTROL FINANCIERO Y
DE
EFICACIA, INVALIDAN EN GRAN PARTE LOS
ANTERIORES PRINCIPIOS.
POR EJEMPLO.LA INEXISTENCIA DEL PRINCIPIO DE UNIDAD DE CAJA
TIENE LA CONSECUENCIA, QUE MáS TARDE CUANTIFICARÉ, DE QUE
COEXISTAN FUERTES ENDEUDAMIENTOS CON ALTOS NIVELES DE
EXISTENCIAS LíQUIDAS, EN EFECTIVO, COMO YA DETECTE CON EXTRAÑEZA EL BANCO DE ESPADA EN 1983 Y 1984.
TAMBIÉN FALTA UN CORRECTO PLAN DE CONTABILIDAD PUBLICA LOCAL,
CON LA SUFICIENTE FLEXIBILIDAD COMO PARA ADMITIR DISTINTOS
NIVELES DE COMPLEJIDAD.SEGúN LAS DIMENSIONES Y COMPLEJIDADES
DE LOS AYUNTAMIENTOS. NO HAY. UNOS PRINCIPIOS GENERALES
DE ORDENACI6N DE LA Gf_STIóN PRESUPUESTARIA Y DEL GASTO, QUE
Exp. 1.207$5 • IMPREMTA
MUNICIPAL
�Ajuntament de Barcelona
—loRef..
Gabinet de Comunicació
CUMPLAN PARA LAS CORPORACIONES LOCALES LA MISIóN QUE
CUMPLE LA LEY GENERAL PRESUPUESTARIA PARA LA ADMINISTRACIÓN
CENTRAL.
TODAS ESTAS CARENCIAS SON OBSTáCULOS nUE ENTORPECEN LA
4ODERNIZACIóN DE NUESTROS AYUNTAMIENTOS, Y NO NOS IMPIDEN
PONERLOS LLEVAR AL NIVEL DF EFICACIA OUE CARACTERIZA A LA
MAYOR PARTE DE LOS PAISES OCCIDENTALES AVANZADOS.
LA GESTIóN PRESUPUESTARIA, LA DE LA TESORERíA, LA CONTABILIDAD, DEBE? ORDENARSE CON IMAGINACIóN Y CON RIGOR PARA POSIBILITAR LA EFICACIA Y HACERLA COMPATIBLE, COMO DIREMOS DESPUÉS,
Y COMO DEFENDEREMOS,
CON
LA NECESARIA UNIDAD Y COHERENCIA QUE
DEBE PRESIDIR LA POLíTICA ECON&-.ICA Y FINANCIERA DEL.PAIS.
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
�Ajuntament de Barcelona
-11
Gabinet de Comunicació
Ref..
EL GASTO DEL SECTOR LOCAL
CUANDO HACE UNOS AÑOS UTILICÉ LA EXPRESIóN "CENICIENTA DEL
SUBSECTOR LOCAL EUROPEO" REFERIDO AL GASTO DEL NUESTRO SECTOR
LOCAL, ÉSTE NO ALCANZABA EL 15 POR CIENTO DEL GASTO DEL
SECTOR PúBLICO SIN SEGURIDAD SOCIAL.
- HOY LA PARTICIPACIÓN ES ALGO MAYOR, EN TORNO AL 18 POR
CIENTO..
(v
DE MANERA
ESTAMOS AUN LEJOS DEL 25 POR CIENTO QUE HEMOS
VENIDOS PROPUGNANDO.
50
ESTADO, 25% COMUNIDADES AUTóNOMAS Y 25% CORPORACIONES
LOCALES.
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
RECUERDEN QUE EL OBJETIVO ERA -Y ES-
MUNICIPAL
�Ajuntament de Barcelona
—12
Gabinet de Comunicació
Ref.:
DEFICIT Y ENDEUDAMIENTO DEL SECTOR LOCAL
VEAMOS AHORA QUE OCURRE CON EL DÉFICIT.
INDEPENDIENTEMENTE DEL CONCEPTO DE DÉFICIT QUE UTILICEMOS, EL
ESTADO PARECE ABSORBER CASI TODO EL VOLUMEN DEL DÉFICIT
PúBLICO.
(CUADROS 2 Y 3) (C
Sit ^ Z
"A
^
SIN EMBARGO, SI LOS ENTES AUTONóMICOS Y LAS CORPORACIONES
LOCALES PRESENTAN DESEQUILIBRIOS MENORES, E INCLUSO EN ALGúN
PIJO
SUPERAVITS,
TRANSFERENCIAS
ADMINISTRACIONES:
SE DEBE A QUE EXISTE UN CUMULO
QUE
REALIZA
CORRIENTES,
EL ESTADO
A
DE
ESTAS
DE CAPITAL, SUBVENCIONES,
ASUNCIONES DE DEUDA, ETC...
EN EL CASO DE LAS CORPORACIONES LOCALES QUE RABIAN ALCANZADO
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
�Ajuntament de Barcelona
—13—
Ref.
Gabinet de Comunicació
DÉFICITS IMPORTANTES EN 1982, LOS AÑOS 83 Y 84 FUERON DE
SUPERAVIT DEBIDO A LAS LEYES DE SANEAMIENTO DE LA HACIENDA
LOCAL. SIN EMBARGO ESTA TENDENCIA SE HA TNVERTIDO Y EN LOS
DOS úLTIMOS EJERCICIOS LAS CORPORACIONES LOCALES HAN EMPEZADO
A PRESENTAR DÉFICITS PROPIOS CADA VEZ MáS ELEVADOS. EN SUS
PASIVOS FINANCIEROS FIGURAN CANTIDADES CADA VEZ MáS
IMPORTANTES DE
OBLIGACIONES
CRÉDITOS,
(DEUDA).
ALGUNOS
INTERNACIONALES,
OTRO TANTO OCURRE CON
Y
LAS
ADMINISTRACIONES AUT6NOMAS.
EN 1986
EL TOTAL DE PASIVOS DE LAS CORPORACIONES LOCALES SE
ACERCABAN AL BILLóN DE PTAS. , DE LOS QUE CASI LA MITAD
CORRESPONDÍAN A CRÉDITOS CONCEDIDOS POR LA BANCA, OFICIAL Y
ALREDEDOR DE 150 MIL MILLONES A TÍTULOS DE RENTA FIJA NEGOCIABLE (MIENTRAS QUE LOS CRÉDITOS CON EL EXTERIOR HAN IDO
DISMINUYENDO).
Exp. 1.207$5
- IMPREMTA MUNICIPAL
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
Y ES AQ_Uí DONDE APARECE UNO DE LOS EFECTOS DE LA
REGLAMENTACIóN QUE IMPIDE_ LA APLICACIóN DEL PRINCIPIO DE LA
UNIDAD DE. CAJA.
FRENTE A ESE VOLUMEN DE PASIVOS, EL TOTAL DE ACTIVOS
FINANCIEROS SE ACERCA AL MEDIO BILLóN, EN SU MAYOR PARTE EN
LA FORMA DE EFECTIVO Y OTROS DEP6SITOS A CORTO PLAZO SIN
EMBARGO, ESTOS ACTIVOS NO PUEDEN UTILIZARSE LIBREMENTE PARA
HACER FRENTE A LOS PAGOS NECESARIOS PORQUE CADA UNO DE LOS
CRÉDITOS Y EMPR É STITOS SóLO PUEDEN UTILIZARSE PARA FINANCIAR
PROYECTOS ESPECÍFICOS.
PARECE EVIDENTE, POR RACIONAL., QUE LA REFORMA DEL SLSTEMA DE
FIJANCIACIóN LOCAL REQUIERE LA LIBERALIZACIóN ADECUADA DEL
USO DE ESOS FONDOS "ATADOS".
Exp.
1.207-85 - IMPREMTA MUNICIPAL
—14Ref.:
�Àjuntament de Barcelona
, Gabinet de Comunicació
EN CUANTO A LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS EL RITO : DE CRECIMIENTO
DE LOS DÉFICITS Y LA ACUMULACIÓN DE PASIVOS IIA SIDO CONTINUADO DESDE SU CREACIóN, SIT[.JACIóN QUE PUEDE REVERTIRSE, EN
ESPECIAL DESPUÉS DE LA REFORMA DEL SISTEMA DE FINANCIACIóN
AUTON6MICO.
Exp.
1.207-85 - IMPREMTA MUNICIPAL
—15—
Ref.:
�Ajuntament de Barcelona
—16—
Ref.:
Gabinet de Comunicació
3. LOS
INGRESOS LOCALES, EL FNCM
Y
LOS TRIBUTOS
PROPIOS
EL FONDO NACIONAL DE COOPERACIóN MUNICIPAL ASCENDíA EN
275.044
30%
1986
A
MILLONES DE PESETAS, LO CUAL REPRESENTA ALREDEDOR DEL
DE INGRESOS DE LOS AYUNTAMIENTOS.
LA CONGELACIóN QUE EL FONDO NACIONAL DE COOPERACIóN MUNICIPAL
EXPERIMENTó EN
1985
IMPIDIó QUE LOS AYUNTAMIENTOS AUMENTARAN
SUS GASTOS EN M A' ' S DEL 11 POR CIENTO. ESTE ERA EL AUMENTO
PREVISTO ANTES DE LA COTA?GELACIÓN.
EL AUMENTO FRUSTRADO REPRESENTA MENOS DE LA CENTÉSIMA PARTE
DE LOS GASTOS DE LAS ADMINISTRACIONES PúBLICAS. Y EN EL CASO
DE NO PRODUCIRSE UN AUMENTO EN LOS INGRESOS DEL ESTADO O UNA
REDUCCIÓN DEL
nano
VOLUMEN DEL GASTO ESTATAL, EL INCREMENTO
DEL FONDO AUMENTARÁA LA NECESIDAD DE FINANCIACIÓN DEL ESTADO
EN
Exp.
TAN SOLO
1.207-85 - IMPREMTA MUNICIPAL
3
DÉCIMAS DEL PRODUCTO INTERIOR BRUTO.
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
EN CUALQUIER CASO, ESOS INCREMENTOS DEL GASTO LOCAL, NO
HARíAN MáS QUE AUMENTAR LIGERAMENTE SU PARTICIPACIóN SOBRE EL
TOTAL DEL GASTO DE LAS ADMINISTRACIONES PúBLICAS.
FíJENSE QUE I'CLUSO CON UN FONDDO NO CONGELADO LA
PARTICIPACIóN DEL GASTO LOCAL EN EL CONJUNTO DEL SECTOR.
PUBLICO, EXCLUíDA LA SEGURIDAD SOCIAL, ALCANZARíA SóLAMENTE
19 POR CIENTO.
EL 11 POR CIENTO PROPUESTO REPRESENTARíA 100.000 MILLONES DE
PESETAS.
HAY QUE TENER PRESENTE QUE EL ESTADO HA GASTADO CIENTOS DE
MILES DE MILLONES DE PTAS. EN LA RECONVERSIÓN Y SANEAMIENTO
TANTO DEL SECTOR PúBLICO, ESPECIALMENTE EMPRESARIAL, COMO DEL
SECTOR PRIVADO. RECUERDEN LOS 440.000 MILLONES DE RUMASA, LOS
;IáS DE 200.000 DE SEAT, LAS SUBVENCIONES Y CRÉDITOS A RENFE,
EMPRESAS DEL INI, Y LAS TRANSFERENCIAS A LA SEGURIDAD SOCIAL,
Exp. 1.207.85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
—17
Ref..
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
SIN QUE POR ELLO OLVIDEMOS LOS 170.000 MILLONES QUE HA
SIGNIFICADO LA LEY DE SANEAMIENTO DE LAS HACIENDAS LOCALES.
EN ESTE MISMO ORDEN DE COSAS DEBO RECORDAR EL AHORRO QUE HA
OBTENIDO EL ESTADO POR LA CAíDA DEL TIPO DE INTERÉS Y EL TIPO
•
R, LO QUE HA PERMITIDO DISMINUIR SU
DÓLA
DE CAMBIO DEL
ENDEUDAMIENTO SIN QUE POR ELLO SE HAYAN VISTO BENEFICIADOS
OTROS SECTORES DE LAS ADMIvT ISTRACIONES PúBLICAS.
Exp. 1.207-85 -
IMPREMTA MUNICIPAL
—1
Ref..
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
LOS GRANDES PRINCIPIOS DE LA FINANCIACION LOCAL
ANTES DE ENTRAR EN PROPUESTA CONCRETA LES DIR É , A MODO DE
RECAPITULACIóN, LOS PRINCIPIOS QUE A MI JUICIO DEBEN INSPIRAR
LA REFORMA DE LA FINANCIACIóN LOCAL.
1)
EN PRIMER LUGAR TIE?E QUE RESPETAR LOS PRINCIPIOS GENE -
RALES ENUNCIADOS EN LA CONSTITUACIóN : AUTONOMÍA LOCAL Y
SUFICIENCIA FINANCIERA.
2) EL SISTEMA DE FINANCIACIóN LOCAL DEBE SER COHERENTE CON EL
MODELO DE FINANCIACIóN AUTONóMICO Y CENTRAL Y HACER COMPATI BLE LA ACTUACIÓN DE LOS ENTES LOCALES CON LOS OBJETIVOS DE
POLíTICA MACROECON6MICA DEL GOBIERNO. NO DEBE EXISTIR CONTRA—
DICCI6N ENTRE LA POLíTICA ECONOMICA ESTATAL Y EL
COMPORTAMIENTO DEL SECTOR LOCAL.
3) LA REFORMA DEL SISTEMA DEBE TENER EN CUENTA LA EXPERIENCIA
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
—19Ref.:
�Ajuntament de Barcelona
—2OR'ef..
Gabinet de Comunicació
RECIENTE DE LA HACIENDA LOCAL Y LA INSUFICIENCIA DEL MODELO
DE FINANCIACIóN VIGENTE. EL MODELO DISEÑADO PRETENDE, SIN
EMBARGO, NO PRODUCIR UN CORTE DRAMáTICO CON EL SISTEMA VIGENTE.
4)
EL MODELO DEBE TENER EN CUENTA NO SOLO LA INSUFICIENCIA
DEL SISTEMA DE FINANCIACION VIGENTE, SINO TAMBIÉN LA INSUFICIENCIA DEL PESO DEL SECTOR LOCAL EN EL TOTAL ESTATAL.
5) LA REFORMA Di LA HACIENDA LOCAL DEBE SER COMPATIBLE CON UN
MODELO DE ELECCION SOCIAL, QUE. SE RESOLVER EN EL PROCESO
ELECTORAL; EN EL QUE LOS CIUDADANOS PUEDAN ESCOGER SOBRE
DIFERENTES COMBINACIONES DE BIENES Y SERVICIOS PúBLICOS LO
CALES Y DE CARGAS FISCALES ASOCIADAS.
Exp. I.207 .85 - IMPREMTA
MUNICIPAL.
-
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
POR UN MODELO
EL
MODELO
ALTERNATIVO
-21-Ref.:
DE FINANCIACION LOCAL
BESICO DE FI?ANCIACI6N LOCAL IMPLICA
QUE
LAS
FUENTES DE FINANCIACIóN DEL GASTO LOCAL SON TRES:
LOS INGRESOS PROPIOS.
ES DECIR,
IMPUESTOS,
TASAS,
CONTRIBUCIONES ESPECIALES Ó PRECIOS PúBLICOS;
LAS SUBVENCIONES ESTATALES.-EN ESTE CASO LA PRINCIPAL ES LA
SE DISTRIBUYE A PARTIR DEL FONDO DE COOPERACIóN
QUE
r'IUN
IC IP AL;
EL
ENDELIDAt1IEï•wTO.
SI SE PREFIJARA EL GASTO PúBLICO LOCAL COMO UN PORCENTAJE DEL
GASTO TOTAL DEL SECTOR PúBLICO Y SE ASEGURARAN AUTOMETICAMENTE UNAS FINANZAS SUFICIENTES, PODRíAN PRODUCIRSE DOS FEN6MENOS NO DESEABLES,
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
�Àjuntament.de Barcelona
Gabinet de Comunicació
EN PRIMER LUGAR EXISTIRÍA UN INCENTIVO A NO ESFORZARSE
FISCALMENTE EN EL SECTOR LOCAL, Y EN SEGUNDO LUGAR SE
ESTARÍAN ELIMINANDO INCENTIVOS Y LA CAPACIDAD DE COMPETENCIA
MUNICIPAL.
LA úNICA POSIBILIDAD DIFERENCIADORA DE LA POLÍTICA FISCAL
MUNICIPAL SERÍA LA COMPOSICI6N DEL GASTO LOCAL, NO SU
VOLUMEN.
EL SISTEMA DE FINANCIACIÓN LOCAL QUE PROPONEMOS PRETENDE
EVITAR ESTOS PROBLEMAS Y MANTENERSE COHERENTE CON LOS PRINCI PIOS ENUNCIADOS ANTERIORMENTE.
NUESTRA PROPUESTA CONSISTE BáSICAMENTE EN ESTABLECER
DOS. CANALES BáSICOS DE DOTACI6N REGULAR DE RECURSOS A LOS
ENTES LOCALES.
Exp. 1.207.85 •
IMPREMTA MUNICIPAL
—22 itef.:
�•
Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
EL MODELO:1) SUBVENCIONES
EN PRIMER LUGAR, UNA SUBVENCIóN SUFICIENTE PARA CUBRIR LOS
SERVICIOS MíNIMOS OBLIGATORIOS, Y PERMITIR QUE CADA MUNICIPIO
(O ENTE LOCAL) ADECUE SU PRESIóN FISCAL AL VOLUMEN Y CLASE DE
BIENES Y SERVICIOS PúBLICOS QUE QUIERE SUMINISTRAR.
EXISTEN LAS ALTERNATIVAS DE FIJAR LA SUBVENCIóN COMO PORCEN TAJE DEL GASTO DEL ESTADO O AUMENTAR SU VOLUMEN Y LIGAR SU
INCREMENTO A LA EVOLUCIóN DEL GASTO ESTATAL. ES LO QUE HA
PROPUESTO EN ALGUNAS OCASIONES EL MINISTERIO DE ECONOMIA Y
HACIENDA.
EN CUALQUIER,CASO EN LA MEDIDA EN QUE LOS GASTOS Y LOS
INGRESOS PROPIOS DEL ESTADO EVOLUCIONEN EN LA MISMA
DIRECCIóN, EL MODELO TENDRíA LAS MISMAS PROPIEDADES QUE EN EL
CASO ENQUE LA SUBVENCIóN SE LIGA A LOS INGRESOS DEL ESTADO.
Exp. 1.2117.85 • IMPREMTA
MUNICIPAL
–23 -Ref.:
�,
•
Ajunrament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
SI
LA SUBVENCIóN SE FIJA COMO UNA PROPORCIóN FIJA DE LOS
INGRESOS PROPIOS DEL ESTADO SE PUEDE ASEGURAR LA COHERENCIA
ENTRE EL COMPORTAMIENTO DE LOS SECTORES LOCAL Y ESTATAL. EN
LA MEDIDA, NATURALMENTE, EN QUE LA ACTUACIóN FISCAL DE LAS
COMUNIDADES LOCALES A TRAVÉS DE SUS INGRESOS PROPIOS (Y SU
GASTO) no SEA ABSOLUTAMENTE CONTRADICTORIA CON LA POLíTICA
DEL GOBIERNO CENTRAL.
SI SE
QUIERE ASEGURAR UNA MAYOR COHERENCIA DE LAS POLíTICAS
ECONóMICAS,
TIPOS
ENTONCES SE PUEDE AÑADIR AL MODELO UN SISTEMA DE
MáXIMOS A LOS IMPUESTOS Y TASAS LOCALES QUE ASEGURE QUE
LA PRESI6N FISCAL NO EXCEDERá UN LíMITE DETERMINADO.
HAY QUE TENER PRESENTE QUE LOS GRANDES AYUNTAMIENTOS HAN
LLEGADO A UN CIERTO TECHO EN SU PRESIóN FISCAL, DADA LA
SENSIBILIDAD SOCIAL Y ECONÓMICA AL RESPECTO. AUNQUE LA
SUBVENCI6N NO CONSTITUYE EL TOTAL DE LA FINANCIACIóN LOCAL
SIEMPRE SE PODRá MANIPULAR DE FORMA QUE SE ASEGURE UN NIVEL
Exp. 1.207-e5 • IMPREMTA MUNICIPAL
—24-Ref.:
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
MÍNIMO DE SERVICIOS. (TAMBIÉN SE PUEDEN UTILIZAR SUBVENCIONES
ESPECíFICAS O CONDICIONADAS CON ESE FIN).
SI SE TUVIERA EN CUENTA LA CAPACIDAD DE RECAUDACIóN LOCAL Y
SE FIJASE UNA SUBVENCIóN SUFICIENTE NOS ACERCARíAMOS A LOS
NIVELES DESEADOS DE PARTICIPACIóN DEL SECTOR LOCAL EN EL
GASTO PúBLICO TOTAL.
LO IMPORTANTE NO ES TANTO EL ?'-MECANISMO PRECISO QUE SE ADOPTE
YA imnoS VISTO QUE SON MUCHOS Y NO CONTRADICTORIOS, SINO EL
DOTAR A LAS CORPORACIONES LOCALES A TRAVÉS DE LAS TRANSFEREN CIAS ESTATALES, EN PARTICULAR DEL FONDO, DE UNOS INGRESOS
SUFICIENTES QUE LES PERMITAN SALIR DE SU SITUACION DE AHOGO.
LOS MECANISMOS DE DISTRIBUCIóN DE ESA SUBVENCIóN QUE ASIGNAN
UN PESO PREPONDERANTE A LA POBLACIóN Y AL ESFUERZO FISCAL
CONSTITUYEN UN PUNTO DE PARTIDA ?ACEPTABLE. PERO DEBERíA
COMPLEMENTARSE CON UN SISTEMA REDISTRIBUIDOR QUE TUVIESE EN
Exp. 1.207-85 •
IMPREMTA MUNICIPAL
–2
5-Ref.:
�Àjuntament de Barcelona
, Gabinet de Comunicació
CUENTA LA EXISTENCIA DE NECESIDADES Y SERVICIOS
METROPOLITANOS. Y EN EL CASÓ DE BARCELONA, AQUELLOS COSTES
QUE IMPLICAN LAS FUNCIONES DE CAPITALIDAD A QUE ME REFERÍ EN
DETALLE HACE DOS AROS.
Exp. 1.207.85.
IMPREMTA MUNICIPAL
-2 6-Ref.:
�':Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
EL
MODELO: 2) LIBERTAD DE ELECCIóN DE INGRESOS PROPIOS
EL .OTRO ELEMENTO CENTRAL DE NUESTRA PROPUESTA ES EL RESPETO
A. LA LIBERTAD DE AQUELLOS AYUNTAMIENTOS QUE QUIERAN MEJORAR
SU
OFERTA DE BIENES Y SERVICIOS.PúBLICOS A TRAVES DE LA
VARIABILIDAD O LIBERTAD DE ELECCIóN DE LOS INGRESOS PROPIOS.
ESTA. LIBERTAD ASEGURA LA "COMPETITIVIDAD FISCAL" A NIVEL
LOCAL (COMPETENCIA EN EL MARGEN) . CADA AYUNTAMIENTO DEBE SER
CAPAZ DE OFRECER DIFERENTES COMBINACIONES DE BIENES Y SERVI CIOS
PúBLICOS LOCALES, Y CARGAS FISCALES ASOCIADAS, EN
FUNCIóN DE LAS DEMANDAS DE SUS CIUDADANOS. ASÍ PUES NO ES
SOLO LA COMPOSICIóN DEL GASTO PúBLICO LOCAL (AUNQUE ELLO
TAIIBIFN
SEA IMPORTANTE) SINO EL VOLUMEN DE DICHO GASTO LO QUE
DEBERÍA QUEDAR EN MANOS DE LA CAPACIDAD DE DECISIÓN DE LOS
REPRESENTANTES MUNICIPALES.
ES
Exp. 1.20%-85 -
EVIDENTE QUE CADA GRUPO POLÍTICO OFRECER UNA COMBINACIóN
IMPREMTA MUNICIPAL
—2
7itef.:
�--Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
DIFERENTE DE GASTOS E IMPUESTOS AL NIVEL LOCAL. EL MECANISMO
PROPUESTO A TRAVÉS DEL PROCESO ELECTORAL ASEGURA UNA RESOLUCIóN 6PTIMA, O AL MENOS SATISFACTORIA PARA UNA MAYORíA DE
CIUDADANOS.
Exp. t.207•85 •
IMPREMTA MUNICIPAL
–2 8-Ref.:
�«Ajuntament de Barcelona
ss
Gabinet de Comunicació
—29Ref.:
LA CONTRIBUCIóN TERRITORIAL URBANA
PARECE CLARO QUE LA ACTUAL C.T.U., EL IMPUESTO LOCAL SOBRE LA
PROPIEDAD, DIW SER LA PIEZA CENTRAL EN EL CONJUNTO DE RECURSOS PROPIOS DE LOS AYUNTAMIENTOS. ESTA CONVICCIÓN, COMPARTIDA Pon TODOS, ESTA LEJOS DE SER UNA REALIDAD CONSOLIDADA.
EN LOS aTIHOS ANOS, VISTAS LAS DIFICULTADES HALLADAS PARA
COMPLETAR EL PROPÓSITO DE REVISAR LOS CATASTROS DE TODOS LOS
MUNICIPIOS DE ESPA ;A, SE HA OPTADO POR INCIDIR DIRECTAMENTE
EN LOS DOS EXTREMOSDFL TRIBUTO. DE UN LADO SE HAN AUMENTADO
LOS VALORES CATASTRALES EN CUATRO OCASIONES CON CARáCTER
GENERAL POR :TEDIO DF LA LEY DE PRESUPUESTOS. DE OTRO, SE
INTRODUJO EN LA LEY DE SANEAMIENTO
DE
LAS HACIENDAS LOCALES
LA LIBERTAD DE FIJACIÓN DE TIPOS FISCALES POR LOS AYUNTAMIENTOS.
ESTA POLÍTICA PARECE HABER ALCANZADO SU LÍMITE EN AMBOS
SENTIDOS. LOS AUMENTOS GENERALIZADOS DE VALORES, AUNQUE
Exp. 1.207 - 85 • IMPRENTA MUNICIPAL
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
t1TILES PARA MANTENER ACTUALIZADO EL RENDIMIENTO GLOBAL DEL
IMPUESTO, NO HACEN MáS QUE AGRAVAR LOS DESAJUSTES INTERNOS
DEL SISTEíMA . . LA LIBRE FIJACIóN DE TIPOS FISCALES, -POR SU
PARTE, QUE PARECI6 EN SU MOMENTO UNA CONQUISTA FUNDAMENTAL
PARA HACER EFECTIVA LA AUTONOMíA MUNICIPAL Y QUE NOS EQUIPARABA A LA SITUACIóN DOMINANTE EN EUROPA, SE VE AHORA CTJESTIONADA POR SU TEóRICA INCONSTITUCIONALIDAD,. A PARTIR DE. LA
DISCUSIÓN SOBRE CUALES SON LOS ELEMENTOS ESENCIALES DEL TRIBUTO, SU OBLIGADA DETERMINACIóN POR LEY Y LA INCAPACIDAD
LEGISLATIVA DE LOS AYUNTAMIENTOS.
ESTA SITUACIóN COMPORTA AL MENOS UNA VENTAJA LA EVIDENCIA
DE LAS CONTRADICCIONES E INSUFICIENCIAS DEL MODELO ACTUAL,
PERMITE PLANTEAR CLARAMENTE LAS LINEAS DE SOLUCIóN Y MEJORA
QUI?
DEBEN EMPRENDERSE Y QUE, EN SU MAYOR PARTE, ' HABRáN DE
REFLEJARSE EN LA LEY DE FINANCIACIóN DE LAS CORPORACIONES
LOCALES.
Exp. 1.207$5 - IMPRENTA MUNICIPAL
-30itef.:
�— Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
LA SOLUCIóN QUE SE ADOPTE REQUIERE NUEVAS CONCEPCIONES EN
CUANTO A LAS MODALIDADES DE GESTIóN Y DISTRIBUCIóN DE
FUNCIONES ENTRE LOS TRES NIVELES DE ADMINISTRACIóN.
UN ESQUEMA POSIBLE SERíA EL DE RESERVAR -A LA ADMINISTRACIóN
CENTRAL LA TITULARIDAD Y LA FIJACIóN DE LOS CONTENIDOS
MíNIMOS DEL CATASTRO Y LA DETERMINACIÓN DE LAS REGLAS DEL
JUEGO BáSICAS PARA LA VALORACIÓN..
A LAS COMUNIDADES AUTóNOMAS SE LES DEJARíA LA POSIBILIDAD DE
ESTABLECER- SUS PROPIAS NECESIDADES INFORMATIVAS Y DE APLICAR
FN SU
ái"-'ARITO LOS CRITERIOS Y iMFTODOS DE VALORACIÓN QUE
CONSIDEREN OPORTUNOS.
LOS AYUNTAMIENTOS RETENDRIAN TODA LA CAPACIDAD DE GESTIÓN Y
ACTUALIZACIÓN TANTO DEL CATASTRO COMO DEL TRIBUTO SOBRE LA
PROPIEDAD Y LA ELABORACIÓN DE LAS PONENCIAS DE VALORACIÓN.
Exp.
1.2117-85 - IMPREMTA MUNICIPAL
-31
itef.:
�"Àjuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
-32 -Ref.:
NATURALMENTE ELLO COMPORTARÍA OBLIGACIONES RECÍPROCAS DE
SUMINISTRO DE INFORMACI6N Y DE CUMPLIMIENTO DE NORMAS BáSICAS
EN LOS SUCESIVOS NIVELES DE COMPETENCIA..
LA CUESTIÓN DE LA FIJACIóN DE TIPOS FISCALES, DEBE
PLANTEARSE CON TODO RESPETO A LO . QUE ESTABLECE LA CONSTI–
TUC.I6N, PERO TENDIENDO A CONCEDER EL MáXIMO DE AUTONOMÍA A
LOS AYUNTAMIENTOS. SóLO ASÍ PODRá GARANTIZARSE LA POSIBILIDAD
DE DESARROLLAR POLÍTICAS PROPIAS
EN
CUANTO AL VOLUMEN. Y
CALIDAD. DE LOS SERVICIOS MUNICIPALES.
EN CUANTO AL ENDEUDAMIENTO, LOS MECANISMOS VIGENTES, - O ALGUNO
SIMILAR QUE FIJASE UNOS LÍMITES A LA ACTUACIóN MUNICIPAL,
SERÍAN ACEPTABLES SIEMPRE QUE SE RESPETE LA FLEXIBILIDAD DE
LA POLÍTICA CREDITICIA MUNICIPAL.
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
�Àjuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
–
LA ECONOMÍA DE LOS AYUNTAMIENTOS EN EL ESTADO DE LAS
AUTONOMÍAS
LA GESTIóN ECONóMICA DE LOS AYUNTAMIENTOS, LA FINANCIACIóN DE
SUS GASTOS, ES UNA CUESTIóN TÉCNICA SóLO EN APARIENCIA. ESTO
ES ASí PORQUE SINO SE CREAN LOS INSTRUMENTOS LEGALES. Y
ECONóMICOS ADECUADOS, EL PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE LA
AUTONOMÍA DE LAS CORPORACIONES LOCALES PUEDE QUEDARSE VACIO
DE CONTENIDO.
PEOR AúN: NO SóLO QUEDARÍA VACÍO UN PRINCIPIO, ES QUE SE
MUTILARÍA UN PILAR BáSICO DE UNA SOCIEDAD DEMOCRáTICA AVANZA-DA. AQUEL QUE
POSIBILITA
- INMEDIATO Y TANGIBLE DE
EL CONTROL,
LA
MEJORA, DEL MARCO
LA VIDA COTIDIANA Y
EL TRABAJO. DE
TODOS LOS CIUDADANOS, (DE LA GENTE, DEL PUEBLO).
PUEDE DECIRSE TAMBIÉN DE. MANERA MáS CONTUNDENTE Y RETóRICA
QUE ES PRECISO DOTAR A LOS AYUNTAMIENTOS DE LOS MEDIOS
Exp. 1..07$$ -
IMPREMTA MUNICIPAL
3
3 itef.:
�Ajuntament de Barcelona
. Gabinet de Comunicació
SUFICIENTES, Y DE LA POSIBILIDAD DE ADOPTAR LOS MÉTODOS DE
GESTIóN ADECUADOS, COMO PARA ASEGURAR SU EFICACIA, AL TIEMPO
QUE SE POSIBILITA UNA GESTIóN COHERENTE DEL CONJUNTO•DE LAS
ADMINISTRACIONES PúBLICAS DE UN PAíS.
ESTE PRINCIPIO Y ESTA NECESIDAD, ADEMáS, Y EN NUESTRA SINGULAR COYUNTURA HISTóRICA, SON PERENTORIAS Y URGENTES DESPIJFS DE LA SOLUCIóN A QUE SE HA LLEGADO EN EL CASO DE LA
FINANCIACI6N DE LAS COMUNIDADES AIJTóNOMAS.
NO PUEDO EVITAR LA NECESIDAD DE SE TALAR UN PELIGRO QUE PUEDE
ACECHAR, QUE ACECHA, NUESTRO PROGRESO POLíTICO Y SOCIAL.
AQUEL QUE CONSISTE EN LA TRADUCCIóN DE LOS GRANDES
PRINCIPIOS, EN TEXTOS LEGALES Y REGLAMENTARIOS QUE LOS
APLICAN. QUE LOS TRADUCEN EN ORGANIZACIONES Y PROCEDIMIENTOS
CONCRETOS.
NO HACE FALTA RECORDAR LA LADINA FILOSOFíA "ROMANONESCA" - Y
Exp. 1.287-85-
IMPREMTA MUNICIPAL.
-34
Ref.:
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
EXCúSENME POR EL ADJETIVO– DE QUE "HAGA UD. LA LEY, QUE YO
YA HARÉ EL REGLAMENTO". PASTA CON SEÑALAR OUE TODA UNA
CULTURA 'JURÍDICA Y ADMINISTRATIVA, ENCARNADA EN UN CUERPO
LEGAL Y PERSONIFICADA POR POLÍTICOS, FUNCIONARIOS Y JURISTAS,
NO SE CAMBIA
DE
LA NOCHE A LA MAÑANA-. NO SE SUSTITUYE CON
FACILIDAD. DE MODO QUE QUERER DESARROLLAR PRINCIPIOS CON LOS
RECURSOS LEGALES EXISTENTES Y DISPONIBLES PUEDE LLEVAR A
FALSEARLOS, A MERMARLOS, O A DESFIGURARLOS.
I L
CASO QUE . DIOS OCUPA SE ENMARCA PLENAMENTE EN ESTE CONTEXTO.
ES PRECISO UNA BUENA DOSIS DE IMAGINACIóN Y VALENTÍA PARA
PMMODERNIZAR. REALMENTE UNA PIEZA IMPORTANTE DE LAS
ADMINISTRACIONES P11BLICAS DEL PAÍS. PARA QUE NO SE AMPUTEN Y
DESFIGURE, UNO DE LOS HERMOSOS PRINCIPIOS, POR QUÉ NO DECIR LO, DE NUESTRO ORDENAMIENTO CONSTITUCIONAL: FL DE LA DEMOCRACIA Y AUTONOMÍA DE LOS ENTES LOCALES.
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
—35^Ref.:
�'''Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
-3 6 Ref.:
ES EL MOMENTO DE LOS AYUNTAMIENTOS
AHORA ES EL MOMENTO. EL MOMENTO DE LOS AYUNTAMIENTOS.
ES EL MOMENTO DE QUE EL ESTADO Y LAS COMUNIDADES
AUTóNOMAS SE PLANTEEN SERIAMENTE CóMO HACER FRENTE AL
PROBLEMA DE LA "RECONVERSIóN" DEL SECTOR LOCAL. UN PROBLEMA
QUE EN REALIDAD NO ES TAL,
SINO MáS BIEN UNA OPCI6N.
HASTA AHORA, LOS ALCALDES Y CONCEJALES HEMOS CONTENIDO
NUESTRA INSATISFACCIóN. ACEPTáBAMOS QUE EN EL ORDEN LóGICO DE
PREOCUPACIONES DEL PAíS NO HABíA LLEGADO LA VEZ DE LOS
AYUNTAMIENTOS.
LOS nUE HEMOS TRABAJADO BAJO ESTAS RESTRICCIONES HEMOS
AGUANTADO UN SINFíN DE SITUACIONES DIFíCILES. LAS HEMOS
AGUANTADO PORQUE NUESTRA CREENCIA DE nUE ESTAMOS EN UN
SISTEMA VáLIDO NOS HACÍA VER QUE TODAVíA TENíAMOS QUE ESPERAR
TIEMPOS MEJORES. QUE LLEGARA NUESTRO TURNO.
Exp. 1.21)7.85 • IMPREMTA
MUNICIPAL
�...Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
—3
AHORA YA NO HAY MOTIVOS PARA ESPERAR MAS.
NO HAY
rMOTIVOS PORQUE,
PRIMERO, SE HA ESTABILIZADO LA
ECONOMíA: LOS MACROEQUILIBRIOS YA NO SON EXCUSA PARA QUE
DESDE EL MINISTERIO DE ECONO_IíA SE NOS DIGA (EJE NO SE PUEDEN
MEJORAR LOS RECURSOS DE LOS AYUNTAMIENTOS.
EL OBJETIVO DE REBAJAR
-LA
PROPORCIóN DEL DÉFICIT
RESPECTO AL PRODUCTO INTERIOR BRUTO YA SE EST. CONSIGUIENDO-.
LA INFLACIóN YA ESTá BAJANDO. LOS TIPOS DE INTERÉS YA HAN
L'AJADO. LA ECONOMíA SE ESTá REHABILITANDO.
LOS ARGUMENTOS QUE NOS DABAN CUANDO TODO ELLO NO ERA
ASí, POR LO TANTO, YA UO SIRVEN.
Y EN SEGUNDO LUGAR, YA NO HAY MOTIVOS PARA ESPERAR MáS
POROUE TAMBIÉN HA DESAPARECIDO EL OTRO GRAN ARGUMENTO: QUE EL
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL -
í Ref.:
�Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
ESTADO Y LAS COMUNIDADES AUTóNOMAS TODAVíA NO SE HABíAN
PUESTO DE ACUERDO.
ES YA HORA DE QUE EL ESTADO — Y POR "ESTADO" ENTIENDO
TODOS LOS PODERES NACIONALES, LOS QUE TIENEN BANDERA :ESTADO
Y COMUNIDADES AUT6NOMAS— ES HORA PUES QUE EL ESTADO SE
PLANTEE LA NECESIDAD DE VITALIZAR ESTA ADMINISTRACIóN: LA
ADMINISTRACIóN LOCAL, QUE ES LA QUE A LA LARGA PUEDE
CONSEGUIR LA ADHESIóN REAL DE LA POnLACIóN.
HASTA AHORA ESTE PAIS HA SOLUCIONADO PROBLEMAS MUY
IMPORTANTES. PROBLEMAS DE "GRAN POLíTICA ECONóMICA" Y "GRAN
POLíTICA", A SECAS.
PERO SOLUCIONADOS ESTOS GRANDES PROBLEMAS QUE TIENEN EL
HECHIZO DE LOS PROBLEMAS NACIONALES DE LOS PROBLEMAS DE
BANDERA, DEL APASIONAMIENTO, SI AHORA NO 'SE SOLUCIONASE LOS
PROBLEMAS DEL SECTOR LOCAL, HABRíAMOS CREADO UN MARCO
iMAGNíFICO PARA UN PAíS EN EL QUE SIN EMBARGO NO VALDRíA LA
Exp. 1.207 - 85 - IMPRENTA MUNICIPAL
—38
Ref.:
�- •Ajuntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
–39 -Ref.:
PENA VIVIR DESDE FL PUNTO DE VISTA DE LA VIDA COTIDIANA.
PODRÍAMOS SER UN PAÍS RECONCILIADO CONSIGO MISMO DESDE
EL PUNTO. DE VISTA DE LAS GRANDES OPCIONES POLÍTICAS. EN UNA
HIPÓTESIS EXTREMA PODRÍAMOS HABER SOLUCIONADO LOS PROBLEMAS
DE CULTURA, DEL TERRORISMO. SIN EMBARGO, ESTE PAÍS IDEAL,
HIPOTÉTICO NO SERÍA FELIZ PORQUE EN
Éi,.
SUS HABITANTES NO LE
VERÍAN LA GRACIA A UNA VIDA DE CADA PIA EN LA QUE. LA CALLE
QUE NECESITABAN NO LA PODRÍAN HACER, EN LA QUE UN TRáMITE QUE
?ECESITABAN NO SE ACABADA NUNCA, EN LA QUE AQUELLA DEMANDA
QUE HABÍAN INTERPUESTO -In SE RESOLVÍA. TANTAS Y TANTAS COSAS
QUE HAY Y QUE FORMAN LA VIDA DE CADA DIA Y QUE MUCHAS DE
ELLAS PASAN POR ESTE ESCALEN MáS PEQUEIO, MáS MODESTO, PERO
" áS DIARIO, MáS PERSISTENTE Y MáS PRESENTE EN TODAS PARTES
QUE ES JU S TAMENTE LA ADMINISTRACI6N LOCAL.
ESTAMOS
EN
•
UN
EMPEÑO EN UNA
Exp. 1.207-85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
MOMENTO
•
SIMBóLICO
-PARA DERROCHAR
TAREA DE PROGRESO:
NO
SÓLO
NOS
ENTUSIASMO
Y
ACERCAMOS AL
�+Àjuntament de Barcelona
-4 0-R ef.:
Gabinet de Comunicació
QUINTO CENTENARIO DE LO QUE PUDIÉRAMOS LLAMAR LA IRRUPCIóJ
MUNDIAL DF LAS ESPAÑAS. TAMBIÉN N OS ACERCAMOS A 1998, AL
CE N TENARIO DE LA PFRDIDA DE LOS .t.1LTIiíOS DESTELLOS DE AQUELLA
ÍRP.UPCIóN.
AL CENTENARIO DEL REPLIEGUE DEFINITIVO DE ESPAï-IA SOBRE ELLA
MISMA, DEFINITORIO DE LAS GENERACIONES QUE RECOMENZARON UNA
NUEVA REFLEXIÓN ENSIMTSNADA SOBRE ESTE PAIS. Y ESE CENTENARIO
COGE A ESPAÑA DE NUEVO INSERTADA EN EL CONCIERTO MUNDIAL,
TANTO E r
LO ECO 6MICO
COMO EN LO POLÍTICO, EMPEÑADA EN LA
TAREA DE SU RECONSTITUCIó"•i Y MODERNIZACIÓN, ACUCIADA POR EL
DESEO DE SUPERAR PROBLEMAS Y RECUPERAR TANTOS ATRASOS
ACU?ULADOS .
sE' IA UN GRAVE ERROR QUE EN ESTA EXCEPCIONAL COYUNTURA HIST6-
RICA SE OLVIDASE
EI.
PROGRESO, LA MODERNIZACIÓN Y LA AUTONOMÍA
DE LA E NCARNADURA POLÍTICA Y ADMINISTRATIVA MáS INMEDIATA Y
VIVA DE UNA SOCIEDAD : SUS AYUNTAMIENTOS, SUS ENTIDADES
Exp. 1.107.85 - IMPREMTA
MUNICIPAL
�'tjunfament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
LOCALES, LA ORGANIZACI6N
—41—Ref.:
Y FUNCIONAMIENTO DE SUS PUEBLOS, SUS
CIUDADES Y SUS áREAS r-ETROPOLITANAS.
MUCHAS GRACIAS.
Exp.
1.207-85 -
IMPREMTA
MUNICIPAL
�juntament de Barcelona
Gabinet de Comunicació
Ref.:
Sumario
Páginas 2 -4
5-7
Constitución y suficiencia financiera
8-10
Admón. y Reglamentación obsoletas
El gasto del sector local -
11
11
Exp. 1.207. 85 • IMPREMTA
MUNICIPAL
Lo que dije hace dos años
-
-
12-15
Déficit v endeudamiento del sector local
16-18
Los ingresos locales, el FNCM.
19-20
Los grandes principios..."
21-22
Por un modelo...
23-26
El modelo."Suvbenciones
27-28
El Modelo. Libertad de elección
29-32
La CTU
33-35
La economía...
36-41
Es
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momento...
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�I. 1. PRESUPUESTO CONSOLIDADO
DE LAS AD MINISTRACIONES PUBLICAS
(En términos de estructura presupuestaria)
1986
(Millones de pesetas)
GASTOS
CAPITULOS
Gastos de personal
Gastos en bienes corrientes y servicios
Gastos financieros
TOTAL
3.306.889
1.067.456
1.002.229
Total operaciones corrientes
Inversiones reales
CAPmJLOS
Impuestos directos
Cuotas de la Seguridad Social
Impuestos indirectos
Tasas y otros ingresos
TOTAL
3.271.883
2.940.019
2.691.445
841.852
Transferencias corrientes:
Transferencias corrientes:
A otros sectores (empresas, familias e instituciones sin fines de lucro)
•
INGRESOS
4.829.091
10.205.665
1.115.145
De otros sectores (empresas, familias e iristituciones sin fines de lucro)
Ingresos patrimoniales
Total operaciones corrientes
Enajenación de inversiones reales
316.453
274.913
10.336.565
17.995
Transferencias de capital:
Transferencias de capital:
64.533
A otros sectores (empresas)
665.354
De otros sectores (empresas)
Activos financieros
Pasivos financieros
95.066
230.862
Activos financieros
Pasivos financieros
59.440
1.695.660
Total operaciones de capital
1.837.628
Total operaciones de capital
TOTAL GENERAL
2.106.427
12.312.092
TOTAL GENERAL
12.174.193
�1.986
PRESUPUESTOS CONSOLIDADOS ENTES TERRITORIALES
(Millones de pesetas)
GASTOS
INGRESOS
CAPITULOS
Comunid.
Autónomas
67.539
1. Impuestos directos
172.151
2. Impuestos indirectos
3: Tasas y otros impues146.850
tos
4. Transferencias corrien1.150.028
tes
10.549
5. Ingresos patrimoniales
6. Enajenación de inver2.065
siones
7. Transferencias de capi240.250
tal
Corporac.
Locales
356.780
118.194
269.161
508.713
38.545
8.610
78.369
Total
consolidado
CAPITULOS
424.319 1. Gastos de personal ....
290.345 2. Gastos en bienes corrientes y servicios ....
416.011 3. Gastos financieros ....
4. Transferencias corrien1.492.867
tes
49.094 6. Inversiones reales .:
7. Transferencias de capi10.675
tal
Comunid.
Autónomas
Corporac.
Locales
Total
consolidado
727.677
486.111 1.213.788
219.491
22.071
310.383
79.945
416.509
345.892
179.222 429.857
225.902 +571.794
137.398
154.805
529.874
102.016
242.203
268.619
TOTAL OPERACIONES NO
TOTAL OPERACIONES NO
1.869.038 1.436.368 3.089.532
FINANCIERAS
1.789:432 1.378.372 2.951.930
FINANCIERAS
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Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
09.01. Activitat de representació (com a Alcalde)
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1982-1997
Description
An account of the resource
Aquesta sèrie agrupa els documents sorgits de la funció representativa de l'exercici del càrrec d'Alcalde de Barcelona.
Dublin Core
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Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
3980
Title
A name given to the resource
La revisión del sistema de financiación local / Conferència
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Abstract
A summary of the resource.
Nova organització territorial. Principi d'Autonomia de les entitats locals. Principi de suficiència financera. Ingressos propis, subvencions estatals i endeutament.
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Club Siglo XXI (Madrid)
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Administració local
Municipis
Finançament
Autonomia
Territoris
Acció política
Type
The nature or genre of the resource
Conferència
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1987-01-19
Provenance
A statement of any changes in ownership and custody of the resource since its creation that are significant for its authenticity, integrity, and interpretation. The statement may include a description of any changes successive custodians made to the resource.
Aquest document forma part del fons municipal de l’Ajuntament de Barcelona (productor de la documentació) i és còpia digital de l’original custodiat a l’Arxiu Municipal Contemporani de Barcelona.
EAD Archive
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Level
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Document
Discursos i conferències
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https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/30/1466/19951211d_00704_LD.pdf
a7b29bcf22796e1a9cb1a1839d574808
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Text
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SIGLO XXI/11.12.95/PM
Transcripció de la intervenció de !'Alcalde al Club Siglo XXI
Quiero unirme en primer lugar a las palabras de Joaquín Leguina y a las que me
ha manifestado telefónicamente el alcalde de Madrid sobre el atentado de esta
tarde en el corazón de Vallecas, que es un atentado al corazón de Madrid, al
corazón de los pueblos y de España. de las ciudades de España. Y como es un
atentado hay que contestar con la parquedad y con la emoción con que lo ha
hecho Joaquín hace un momento. Me sumo totalmente.
Me pillan ustedes en un día en que vuelvo de lejos, de un viaje largo. Por lo tanto,
si aprecian cansancio en mis palabras no piensen que es que no siento mucho lo
que les voy a decir. Vuelvo de Estocolmo y de Copenhague. De un viaje que ha
sido en parte familiar, pero en todo caso también profesional. Las ciudades
europeas ahora mismo están en lucha entre ellas de forma pacífica, sobre cuál va
a ser su capacidad de responder a los retos del presente y del futuro y de cómo
hacerlo para ser alguien en Europa.
Estocolmo es una ciudad al mismo tiempo muy seria y muy deportiva que ha
organizado con un éxito tremendo, que creo que ni ellos mismos esperaban, una
reunión denominada el Bangemann Challenge, es decir el reto de Bangemann.
Bangemann es el comisario europeo que ha presidido una comisión parecida a la
que Al Gore formó en Estados Unidos sobre la nueva sociedad de la información,
sobre las autopistas de la telecomunicación. Esta comisión llevó a la Comisión
Europea y al Consejo Europeo de Corfú diez recomendaciones sobre lo que se
tenía que hacer para que Europa estuviera en el mundo de las tecnologías de la
información con voz propia y con potencia.
En este momento hay una pugna entre las ciudades europeas para ver cuál de
ellas está por delante en todas estas cuestiones. Estocolmo, que creo que
efectivamente es la más avanzada de todas, nos ha convocado a que fuéramos a
responder al reto siguiente: el año próximo Estocolmo premiará a aquellas
ciudades que la superen en cualquiera de los diez puntos que la comisión
Bangemann ha seleccionado como importantes para el desarrollo de la tecnología
de la telecomunicación (teletrabajo. universidad a distancia, asistencia médica a
través de sistemas telemáticos, entre otros).
La verdad, creo que nosotros podemos superarlos en alguno de los puntos citados
y por ese motivo hemos participado en la conferencia. También he ido a
Estocolmo a estrechar una antigua amistad con el alcalde Mats Hulth y a hacer un
poco ese puente norte-sur que tanta falta nos hace cuando hablamos de una
Europa que se está tratando de ampliar hacia el este, pero que al mismo tiempo
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nosotros querríamos que tuviera una fuerte calzadura aquí en el Mediterráneo
para que se mantenga su equilibrio.
Esta conexión ha funcionado bien. Les he dicho que ellos son la estrella del norte
en la tecnología y que Barcelona quiere ser la estrella del sur. Esta propuesta ha
tenido éxito y Barcelona acogerá probablemente la segunda reunión del reto
Bangemann después del próximo verano. Vamos a ver qué podemos hacer.
Nosotros empezamos muy pronto. Era una "manía del alcalde" que tenía su
historia particular -que no voy a repetir aquí. En todo caso nos ha llevado a
participar en una empresa que está ahora mismo cableando Barcelona como
segundo operador. Esta iniciativa fue por supuesto muy aplaudida en Estocolmo,
donde socialdemócratas y liberales han valorado positivamente la existencia de
esa competencia en el mercado de la tecnología.
Porqué está claro que las ciudades no van a mejorar mucho si no utilizan el
mercado sabiamente. Y me refiero a utilizar el mercado sabiamente y no a
adorarlo, porque ésta es una religión a la que no pertenezco. En todo caso, es
evidente que sin competencia no va a haber capacidad de progreso en este campo,
como en otros. Ni las ciudades, Barcelona y todas las demás van a poder
conseguir lo mucho a lo que aspiran. En este momento Telefónica, junto con una
sociedad muy potente, también está empezando también a crear una red de
televisión en Barcelona. Telefónica ya tiene Barcelona prácticamente cableada
desde el 92, con la inversión que hizo para los Juegos Olímpicos y gracias al Plan
Fotón que, como ustedes saben, hace que Madrid y Barcelona tengan todas las
manzanas en las cuales como mínimo hay una agencia o sucursal bancaria
conectadas por fi bra óptica y potencialmente, por tanto, susceptibles de ser
integrada en este sistema telemático moderno.
Como les digo, Barcelona tiene dos operadores que están empezando a competir
entre sí y los dos han prometido que antes de terminar el a!l.o 1996 van a tener un
mínimo de 5.000 usuarios conectados. Desde esta cifra se pasará a 20.000, que es
lo que les permite la prueba inicial. Quiere ello decir, en primer lugar, que la
ciudad se está equipando bien para el futuro y, en segundo lugar, que la ciudad
cree que la competencia es buena teniendo en cuenta que ella misma ha íijado un
poco las condiciones del juego. Esto es lo que básicamente tiene que hacer.
Incluso sustituir a la empresa privada si ésta se duerme un poco en no
comprender que hay oportunidades comerciales que no se están realizando.
Este es uno de mis puntos de reflexión. Si huimos del dogma rotundo del blanco
y negro "mercado o estado", nos damos cuenta de que entre el estado y el
mercado hay muchas transiciones, hay muchos grises entre ese blanco y ese
negro. Será más fácil entonces que comprendamos que las ciudades a veces
tienen más capacidad para tener voz en el mercado -no decirle al mercado sino
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decir en el mercado, lo que hay que hacer- que algunas empresas que se han
habituado a un entorno más o menos favorable o más o menos cómodo en el cual
nada les obliga a ir mucho más allá.
En Barcelona ha sido así y, repito, algunos de los aplausos que he oído en
Estocolmo han respondido a esta estrategia, que puede ser resultado de una
picardía si ustedes quieren, pero que, en definitiva, ha conseguido este progreso y
esta combinación, yo diría que benéfica, entre mercado y ciudad o entre mercado
y estado en su acepción más primaria.
He tenido ocasión de comprobar. una vez más, hasta qué punto Europa es
diversa. Hasta qué punto lo que aquí es luz allí es noche. Hasta qué punto la luz
del norte es tan distinta, como hemos dicho muchas veces, y muy sorprendente y
muy seductora para nosotros cuando existe -que es muy pocas horas al día en
invierno- y cómo debajo de esa luz se desarrolla un tipo de vida social distinto al
nuestro y, sin embargo, de alguna forma complementario y progresivamente tan
integrable y tan integrado en el nuestro.
Eso es algo que está empezando a existir y que sólo viene negado por las
peripecias del viaje, puesto que el viaje les puedo asegurar que ha sido todo
menos tranquilo. Ha sido un v iaje larguísimo, con cuatro cambios de avión, con
una pernoctación no prevista, con el uso de dos o tres compañías en vez de una
(que además no era una, era unjo in! flight, un vue lo conjunto de dos compañías,
que es la manera de que no vuele ninguna); salió tardísimo, perdimos la conexión
y nos dimos cuenta de hasta qué punto el mundo está todavía pensando muy lejos
y actuando muy cerca, porque los ordenadores del aeropuerto de Copenhague no
son nada del otro mundo -o los ordenadores o los ordenantes--- porque algo
pasó allí que no funcionó muy bien.
La experiencia de estos dí<ls me ha llevado a reflexionar sobre lo importante que
es que estemos preparados para un futuro distinto y lo difícil que es muchas veces
que el presente más sencill o se pueda practicar de forma efectiva.
Viniendo para acá me he encontrado con que un periódico de Barcelona ha
publicado que se va a poder en pocos años hacer tantas cosas a través del
ordenador como las siguientes: desde parlamentar con un amigo lejano hasta ver
una fotografía que ha tomado y que nos envía nuestro hijo en Canadá para que le
veamos con sus amigos, por ejemplo, y nosotros contestarle por correo
electrónico, sabiendo que, aunque las líneas estén ocupadas, ese mensaje le va a
llegar en las próximas horas. Desde ordenar que nos traigan una pizza a casa y
pagar también por correo electrónico o a 'través de un sistema semej ante, hasta
otras cosas más. Esto no es ciencia ticción, dice el periódico, y lo vamos a ver
todos Jos que estamos aqu í porque es un a cosa que va a andar con una rapidez
increíble.
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La cuestión que se plantea un alcalde, que se plantea el Alcalde de Barcelona (yo
creo que un poco todos y también los ministros implicados en estas cuestiones) es
la de saber si este mundo va a ser un mundo más justo, más equitativo y más
igualitario o no. La famosa cuestión de la dualización. Si la información va a
dividir todavía más a la sociedad en dos, o al contrario va a igualar y a aproximar.
Nos podemos preguntar: ¿lo que va a suceder en el mundo de la tecnología va a
ayudar o va a dificultar la equidad? Por supuesto que parece que va a ayudar a la
eficacia, ¿pero a la equidad .. ? Creo que puede ser que ayude si desde el principio
se contla en la ciudad. Me van a permitir los ministros y los presidentes y
consejeros, que han sido o que son de comunidades autónomas, que por un
momento se sientan representados por un poder más pequeño, que es algo que les
ofrezco a menudo.
Tomemos un ejemplo cercano a casa: la r~lación entre Barcelona y el Pirineo o
Madrid y la Sierra. A todos nos gusta ir· a la Sierra y encontrar que las cosas
funcionan, que los campos están hasta allí labrados y los bosques más o menos
limpios. Nos gusta que en el Pirineo haya vacas y prados verdes y podamos
disfrutar de lo que es la antítesis de nuestra ciudad. Para que esto exista, hay 500
familias que mantienen este entorno con pierta dificultad. Pero querríamos que
siguieran conservándolo, querríamos que ese equilibrio ya muv dañado se
mantuviera.
¿Es posible que la sociedad que viene lo permita? Es posible a condición de que
desde el principio los que representamos a, la ciudadanía, no a un ciudadano sino
a todos, en algún nivel territorial, apostemos por una regla de juego que sea la
siguiente: nada se puede hacer para mejorar la vida congestionada de nuestras
ciudades a través de la telemática, por ejemplo, si no se hace al mismo tiempo
para mejorar la vida de los que viven en soledad, es decir para mejorar los
problemas no de la congestión sino de la soledad. Y se puede mejorar; es decir, la
tecnología parece nacida para ello.
Ahora me gustaría a mí que el mismo periódico u otro en Barcelona sacara las
equis cosas que va a poder hacer un camp~sino de Prullans (o Llers, o Senillers,
entre Puigcerdá y La Seu d'Urgell pero en lo alto del monte), un señor que tenga
caballos, por ejemplo. La idea que probablemente tenemos es la de que esta gente
no van a poder vivir mucho tiempo alH puesto que sus hijos se irán y no van a
seguir haciendo lo mismo, a no ser que haya algunos datos técnicos que cambien
y permitan que aquella persona viva en P¡rullans, dé clases en La Seu d'Urgell,
pueda bajar a Barcelona a menudo y a La' Seu cuando le convenga pero además
pueda, desde Prullans, tener una serie de servicios que van a costar caros (puesto
que no van a ser muchas las familias que estén en Prullans para amortizarlos) y
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va a tener que ser la sociedad (como dice Pepe Borrell muy a menudo) quien
garantice la universalidad del servicio.
No una universalidad entendida como un concepto vacío, sino adecuado a esta
idea de la habitabilidad, a esta idea del equilibrio, a esta idea de la lucha contra la
congestión y contra la soledad al mismo tiempo. Yo creo que esto se puede hacer,
se debe hacer y se deben imponer los costes de hacerlo a los que están luchando
por los mercados más rentables, que van a ser los mercados de la congestión.
Decía una representante de la compañía telefónica sueca en esta reunión a la que
he asistido que la demanda para servicios telemáticos de este tipo en Estocolmo
era mucho mayor que en el nmie de Suecia.
Por cierto : si ustedes miran este mapa del mundo desde el satélite, con lucecitas
sobre fondo azul que parecen estrellas y son ciudades, les parecerá igual que el
firmamento. De repente verán que hay constelaciones, que hay grupos, que hay
vacíos, que hay desiertos, algunos relativamente desiertos, luego hay unos puntos
con mucha personalidad porque están puestos como fuera de la distribución
aleatoria, puntos solitarios y de gran potencia: estos puntos son las capitales
(Madrid, París, Berlín, Estocolmo o Moscú). Son las capitales que se han hecho
probablemente, no por la marcha sencilla de las decisiones individuales de
personas que van y vienen y se instalan, sino por la decisión de un colectivo
nacional que decide que en el centro tiene que haber alguien que distribuya y que
este es el punto no sólo económicamente sino políticamente necesario.
Bien, pues a la pregunta que hice en Estocolmo de cómo garantizarán la igualdad
de acceso a estos servicios, me respondieron que ya se espabilarían las compañías
que van a trabajar en Suecia. Están muy orgullosos de ser el pais más
liberalizado. Tienen 25 operadores en el mercado de Estocolmo, con una sola red,
no dos como Barcelona, pero 25 operadores de servicios telemáticos . Y la verdad,
yo tuve un poco la impresión de que lo que nos estaban diciendo era lo siguiente:
ya se cuidarán las empresas porque sino no les vamos a dar Estocolmo, no van a
tener el mercado bueno, y entonces también tendrán que quedarse el mercado
malo. Y algún malicioso me dijo: sí, algo de eso ha ocurrido, pero estas empresas
probablemente dentro de poco lo dejaran porque no es rentable.
¿A qué viene todo esto? Viene a que ciudadanía quiere decir tener la capacidad
de tijar unas reglas del juego no excesivamente intervencionistas, no en que deba
haber alguien siempre que vaya reiterando que es lo que se debe hacer, sino que
alguien un día diga las reglas del juego o Jo que no se puede hacer y luego deje
que las cosas se hagan como se deben de hacer espontáneamente y, por supuesto,
que no se hagan contra la regla del juego que se ha establecido. Esto para mí es
ciudadanía y en la famosa discusión actual sobre qué es lo que le está pasando a
la sociedad en relación con el estado, esto tiene, me parece. algo que ver.
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Las ciudades, decía The Econonúst hace dos años, son la definición del infierno.
Lo decía en una portada gráfica, que es la manera más brutal de decir las cosas.
Una fotograila de una vivienda en el Bronr., degradada, con un sefíor mayor cojo
pasando por delante, cargado de pobreza ien su vestimenta y en su aspecto. The
Economist, que es una revista como ustedes saben muy ecuánime, decía "Hell is
an American city" , no decía "An American city is hell", es decir no decía que una
ciudad americana era como el in1ierno, decía que el infierno es una ciudad
americana. O sea, que la mejor definición :de infierno que podemos encontrar es
una ciudad americana, o ese trozo de una ciudad americana.
Y The Economíst, dos años después, ha hecho un estudio a fondo, un informe
que debe haber durado meses, para ver qué estaba pasando en realidad con las
ciudades a nivel mundiaL Y ha llegadJ a la conclusión de que incluso las
ciudades americanas van bien, van bien en iel sentido de que finalmente vuelven a
crecer. Los centros de la ciudad norteamericana, los centros de la ciudad que
estaban perdiendo población desde la década de los 50, en la década de los 80
han vuelto a ganar población. Las ciudades americanas y toda ciudad, pero sobre
todo de las norteamericanas que van un poco por delante, han vivido una crisis
tremenda. Decía Marx a los alemanes cuando hablaba de Ingl aterra; "fabula de te
narratur", "de tí va la historia", y los alemanes se preguntaban ¿qué nos explica
Marx de Inglaterra si estamos en Alemania? y Marx les contestaba: les estoy a
ustedes contando su futuro. Si querem~s ver nuestro futuro muchas veces
tenemos que ver el presente de otros lados como no, el presente de las ciudades
norteameri canas.
y,
Pues bien, estas ciudades van mejor ahora, van un poco mejor. Crecen, la gente
vuelve a vivir en ellas, y Tlze Econonúst llegaba a la conclusión de que tanto en el
hemisferio norte como incluso en el Tercer Mundo todas las correlaciones de
progreso se dan positivamente en la ciudad. La esperanza de vida, el nivel de
educación, de productividad, en fin todos. De modo que en el primer mundo o en
el tercer mundo sigue siendo verdad que ¡la mejor manera que tiene la especie
humana de progresar es v ivir en ciudade~. Dejo de lado el tema que ya hemos
discutido de hasta qué punto eso debe de ¡vaciar las otras formas de vida o qué
prevenciones debemos tomar como especie también para que precisamente no
desaparezca. Pero la ley es que los hombres y mujeres convivimos juntos
justamente para progresar, para progresar en todos los casos.
Los ancianos del pueblo donde yo veraneo en el Emporda se van a La Bisbal, que
es una ciudad más grande. de 7.000 habitantes, y no se quedan en ese pueblo de
300, porque quieren estar cerca de la farmacia y del médico o de sus hijos que
están trabajando en la ciudad mayor. O sea, que no me estoy retiriendo al
progreso en el sentido sólo juvenil, o sólo !vital, sino al progreso en general de la
especie humana, joven y mayor.
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SIGLO XXII 1l. 12.95/PM
Europa es, por definición, el continente de las ciudades. Si lo miramos bien, si
miramos la fotogratla del satélite, Europa es un sistema de ciudades mucho más
denso que cualquier otro, que Asia, que África por supuesto, que Norteamérica y
que Latinoamérica. Aunque es cierto que en Norteamérica hay megaciudades,
hay grandes concentraciones que en esa fotograt1a saldrían muy densas. Pero
Europa también es un sistema de ciudades porque cada uno de sus puntos nos
dice algo de su historia. No se puede contar la historia de Europa si no se habla
de Florencia o si no se habla de Pisa, o si no se habla de Roma y Atenas o de
Viena, claro, o de Madrid, o de París, o de Manchester. En el momento que
hablamos de Manchester pensamos en la historia, en una serie de cosas, a lo
mejor en deportes y a lo mejor en industria. Como cuando nos referimos a
Florencia, qué duda cabe, pensamos en cultura, arquitectura, arte, etc. ¡Cuántas
cosas de la historia europea no se podrían explicar sin este dato, sin la existencia
de estas ciudades como sis tema!
¿Para cuándo la Europa como sistema de ciudades reconocida oficialmente? Pues
creo que todavía falta. Primero tiene que desarrollarse una Europa como sistema
de estados, dirán algunos. Pero en seguida se va a desarrollar una Europa como
sistema de regiones, no nos quepa ninguna duda. Está ocurriendo ya. Ha ocurrido
en España. Ha ocurrido por supuesto en Alemania, incluso antes, en el ail.o 45,
con el triunfo de los aliados después de la Segunda Guerra MundiaL cuando
impusieron un sistema federal para evitar que Alemania fuera un sistema
nacional fuerte, porqué digámoslo todo, no tenía ejército, no tenía ni siquiera
policía, ni siquiera Ministerio de Cultura, pero no por un federalismo innato de
los alemanes, que lo hay, sino también por una decisión de las potencias que
ocuparon Alemania.
La lección del Tratado de Versalles, del desastre del Tratado de Versalles, había
sido bien aprendida y las potencias occidentales se dieron cuenta de que era
mejor ayudar económicamente y limitar políticamente que al revés . En Versalles
se limitó económicamente y se fabricó la Segunda Guerra Mundial
inmediatamente, se fabricó el fascismo y el nazismo. No ocurrió así tras la
Segunda Guerra Mundial y, por lo tanto, la Alemania contemporánea nació ya
como un sistema federal, como un Estado débil y una economía fuerte (gracias al
Plan Marshall).
La semana pasada 17 ministros de educación y cultura de los lünder decidieron
cambiar el diccionario, el alfabeto alemán, tras una serie de discusiones que se
venían arrastrando desde hacía ail.os. Alemania se gobierna a través de un
sistema no centralizado, incluso en temas que, por definición, suelen asociarse
con el concepto de nación, como es el lenguaje. El lenguaje alemán lo están
cambiando 17 individuos, hombres o mujeres, que son ministros de los lander
respectivos en materia lingüística y cultural.
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Esta política tiene una potencia enorme en Europa porque está diciendo a los
demás estados que se puede gobernar sin necesidad de centralizar. Se pueden
tomar decisiones sobre cuestiones tan delicadas como el lenguaje porqué tienen
en común algo que a veces nosotros no tenemos ni tampoco tienen en Bélgica,
por ejemplo, que es lo que los alemanes llaman hundestreue o confianza federal,
o lealtad constitucional si ustedes quieren, o confianza europea la llamaría yo.
Creo que es el momento de que esta confianza la empecemos a tener no sólo
respecto de nuestra federación o de nuestra diversidad en nuestro estado, sino en
los demás, es decir con los demás.
Por Jo tanto no va a funcionar Europa, como no hubiera funcionado Alemania, si
no hay en común una lealtad de principios, de partida. Y a esta lealtad yo la
llamaría lealtad constitucional , confianza general o, si ustedes quieren, confianza
europea.
Europa va a ser un sistema de regiones con desarrollo desigual. Nosotros somos
de los primeros en poder plantear un avance en dos frentes. Un avance en Europa,
como sistema de regiones, y un avance simultáneo, quizá un poco retrasado, unos
pasos retrasado, de Europa como sistema de ciudades.
Ustedes dirán que la experiencia de todo alcalde, de todo presidente de región, es
la experiencia de una contradicción o de una tensión. Y por supuesto que lo es.
Pero esto no quiere decir que no sea una buena experiencia y me parece que el
actual Ministro de Administraciones Públicas y durante tiempo presidente de la
Comunidad Valenciana no estará en desacuerdo conmigo en este sentido. Una
tensión, pero una tensión positiva, necesaria si queremos darle al país un reflejo
de la diversidad que efectivamente tiene y de los niveles de síntesis en los que
esta diversidad se constituye como unidad. Tal síntesis se manifiesta primero a
nivel de ciudad, por supuesto, y este es un nivel muy abierto; en segundo lugar y
de forma muy clara y creciente y positiva e innegable, a nivel regional; y en
tercer lugar: a nivel de estado. Y hoy, además también, a nivel europeo.
Yo creo que la Europa del sistema de ciudades está viniendo justo detrás de la
Europa del sistema de regiones. Como ustedes saben, yo defiendo en el Comité
de Regiones que esta compatibilidad es buena, que es posible y que nos va a
beneficiar puesto que, de una parte, disminuye el resentimiento, el temor que
puedan tener los estados respecto de una. desagregación regional de su propia
existencia. A veces las regiones dicen: es que las ciudades están aquí justamente
para aguamos la fiesta, para hacemos la pascua a las regiones y a las
nacionalidades, puesto que los estados, al relacionarse con ellas, en realidad nos
están by-pasando, nos están pasando por encima, nos están "haciendo el puente"
como se dice vulgarmente. Y no es así. Lo que pasa es que las ciudades tienen en
común con las regiones la singularidad y por otra parte tienen en común entre sí
el sentimiento de ciudadanía. Todos hemos oído alguna vez algún
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latinoamericano decir que se ha sentido en jBarcelona como en Buenos Aires, que
lo más parecido a Montevideo es Barcelon~, o que lo más parecido a Santiago de
Chile es Madrid, y así iríamos siguiendo. Es decir, que una ciudad tiene algo que
hace que el ciudadano se sienta en su casa en cualquier ciudad.
La ciudad tiene algo que la hace común,¡que la hace objeto común, no objeto
diferencial , y por lo tanto es representante de la diversidad pero también de la
comunidad y de los sentimientos de comunidad. Las ciudades. no sólo por esta
razón, sino por su propio desarrollo, y :p or la propia dinámica del mercado
político, vamos a llamarle así, del mercado de los servicios públicos en Europa,
van a seguir subiendo en importancia y, domo dice The Econom ist, van a ser y
cito casi textualmente, "el lugar significativo de las decisiones económicas, y el
lugar más significativo de la transmisión del conocimiento".
Las ciudades son el lugar donde se produpen el 90% de este tipo de decisiones
significativas o de complejas transmisiones. Y la Europa de las ciudades va a ser
la Europa que se reconozca como tal Europa.
Sólo a partir de la aceptación de las identidades que nos pertenecen somos
capaces, tenemos que ser capaces, de sub~imar, de progresar, de crear síntesis y
de llegar a ideas comunes o ideas generalh que nos hagan universales, pero no
como en Rousseau , no como en la Revolu~ión Francesa, no como ingenuamente
defendía la Asamblea de 1879 dando la receta de la libertad, la igualdad y la
fraternidad .
Eso no es así. Se va a llegar a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, pero no
sólo a base de repetirlo sino también y sobre todo, sobre la base de convertir en
universal y en común y en fraternal y en igualitario y en libre nuestra propia
identidad como ciudad , como región y como nación.
Voy terminando, porque no les quiero cansar mucho más. Decirles que lo que
está ocurriendo en Europa es una revolución política y que esa revolución política
tiene un nombre: subsidiariedad. El Tratado de la Unión recoge en su preámbulo
que nada debería hacerse lejos de los ciudadanos si se puede hacer cerca, lo dice
más o menos así. Y a continuación el artículo 3.b) niega lo dicho en el preámbulo
y dice: los Estados, en virtud del principio: de la subsidiariedad, son primero que
la Unión, que la Comisión, que el Consejo y que el Parlamento. Dicho de una
forma muy brutaL porque no es exactamente así, pero en el fondo sí lo es.
En un momento de sentimentalismo. de remacionalización como se dijo entonces,
en un momento de presidencia británica -J amos a decirlo todo-, en un momento
en el que algunos de los primeros referéndums estaban empezando a decirnos que
la población europea no lo tenía tan claro,¡ en que los daneses no querían que se
les dijera el tamaño que tenían que tene~ sus manzanas, en que los suecos no
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querían, porque se lo creyeron, que les iban a quitar el Snaps, su aguardiente.
Esto efectivamente no era así pero se lo creyeron. Hay momentos en que Europa
tira mucho del carro sin explicarse. Mucha gente puede sacar partido de esta
situación diciendo, "vendiendo" (como se dice vulgarmente) a sus connacionales
que la nación está en peligro, que la particularidad lo está, que nuestra identidad
está en entredicho y que, por lo tanto, hay que ir poquito a poco hacia Europa. No
entendiendo que muchas veces este ir poquito a poco puede dar al traste con toda
la ilusión. Muy singularmente en materia monetaria, pero no es este el tema que a
mí me pcrtoca. Yo creo, por supuesto, que hay que ir despacio muchas veces pero
que lo que no se puede es dejar de avanzar en ningún momento puesto que dejar
de hacerlo podría ser la señal que muchos esperan para truncar el proceso.
El mundo es un mundo de expectativas, como lo demuestra el Premio Nobel que
han otorgado a un profeso r de la teoría de las expectativas y de la teoría de las
previsiones. Pero es evidente que las expectativas int1uyen en la realidad, y es
evidente que en Europa si no se va haciendo camino puede llegar un momento en
que todo se detenga porque los obstáculos que se nos vayan poniendo sean
superiores a nuestra capacidad de superarlos.
La subsidiariedad es en este momento un principio que debemos de explicar
mejor. Debemos decir claramente que tiene que ver con la proximidad, puesto
que así lo dice el preámbulo del Tratado. El día en que Carlos Westendorp visitó
el Comité de Regiones, como fruto de la discusión, casi nos salió una definición
completa de subsidiariedad.
Primero, la subsidiariedad no es un principio jurídico formal, es un criterio
político de interpretación que nos tiene que ayudar a decidir dónde se hace qué
cosa y cómo se debe hacer.
Segundo, es un criterio político basado en un principio, eso sí, en el principio de
la proximidad, en la hipótesis de que la proximidad es mejor y, por lo tanto, en la
consecuencia de que la vulneración de ese principio debe ser demostrada
(aunque no se dice en el Tratado) por quien está más lejos, no por quien está más
cerca, si se supone que estar cerca es una ventaja.
Y, en tercer lugar, debe estar siempre en armonía con los principios de eficacia y
de equidad ¿Cuándo es mej or, si se puede probar, que un gobierno lejano actúe
en vez de un gobierno próximo? Cuando sea claramente más eficaz o cuando sea
claramente más equitativo.
He dado un ejemplo antes de cómo se debe redistribuir la sociedad de la
información entre el Pirineo y Barcelona. Eso sólo lo puede hacer alguien que no
es sólo el Pirineo o que no es sólo Barcelona. Tiene que ser alguien que esté por
encima de ellos y que tenga una razón poderosa para hacerlo. En este caso la de
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equidad, se trata de uno de los principi<bs mJnJmos de ciudadanía que todos
querríamos ver respetar para sentirnos partícipes de la sociedad en la cual
estamos. Lo mismo diríamos en el caso de la eticacia.
Y todavía, en cuarto lugar, habría que añadir que la subsidiariedad, para ser
completa, tiene que comb inar la proximidad con la lealtad europea de la cual
antes he hablado. Sólo cuando cada una de las partes del todo se sienta
representante del todo, sólo en ese caso, se puede aplicar a rajatab la ese principio,
que es un principio de una radicalidad eporme. No tiene mucho que ver este
principio radical con la sustitución que 'hizo la Revolución Francesa de los
principios de derecho divino de Bodino por otros en los cuáles a Dios se le
sustituía por la voluntad de la mayoría. , La diversidad quedaba igualmente a
resultas de lo que la mayoría decidiera.
¿Y que pasaba con las minorías? Esto es lo: que el mundo de hoy se pregunta. Las
minorías acaban en el individuo, por supuesto, de modo que la pregunta no es una
pregunta sencilla de contestar, ni muchísimo menos.
Pero es evidente que lo que está diciéndonq>s el Tratado de la Unión, y espero que
su revisión lo remache, lo explique y lo dej e bien claro, es que dónde las ciudades
pueden actuar las naciones no deben de hacerl o, y también, pero no sólo, que
dónde las naciones puedan actuar, la unión no debe hacerlo .
Pero entonces las ci udades se deben $entir responsables de la nacwn, y
representantes de la nación. Pondría el ejemplo de los Juegos Olímpicos de
Barcelona que fueron los Juegos de Catalunya y del gobi erno español, o del
Estado. Y así nos fue de bi en, en la medida en que combinamos la idea de unidad,
la idea de totalidad, la idea de globalidad de sociedad. con el reconocimiento de
que en definitiva la parte es mucho mejor gue el todo cuando se trata de avanzar,
cuando se trata de imaginar, cuando se trata de innovar. Simplemente esa parte
tiene que ser consciente de que no hace eso para ella o para ella sola, sino que lo
hace en compañía de otras partes con las cuales forma ese conjunto al cual hay
que ser leal.
En definitiva, pues, estamos ante un momento de nuestra historia y de la historia
de Europa en generaL muy importante. Muy decisivo, como se suele decir.
Vamos a ver dentro de pocos días el resultado cuando conozcamos cuáles son los
principios que deben de pres idir el esfuerzo de revisión que presenta el grupo de
reflexión presidido por Carlos Westendorp. Todo el mundo es consciente de que
Europa no va a ir adelante si al mismo tiempo que se ensancha no se transforma.
La Europa actual no es ensanchable, no es aplicable de 15 a 25 . Como decía
Engels. la cant idad se conv ierte en calidad a partir de un momento determinado.
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Ese momento existe, se va a producir, y yo creo que realmente en los días que
seguirán vamos a ver cómo el informe del grupo de reflexión plantea las bases de
lo que tiene que ser el cambio de calidad de la Unión Europea debido al cambio
de cantidad. Debido a su ampliación hacia el este y debido también a su clara
decisión - que se ha reafirmado en la conferencia de Barcelona hace dos
semanas- de anclarse firmemente en el M.editerráneo como base cultural y como
base económica y demográfica.
Esto va a representar que los esfuerzos que se han hecho hasta ahora en materia
de sentimiento europeo, van a ser recompensados. Lo digo con toda sinceridad.
Creo que estos estuerzos están repartidos de una manera muy uniforme en el
panorama ideológico. Hay esfuerzos en la derecha, los hay en la izquierda y hay
escepticismos en los dos lados.
Viniendo del norte, para terminar por donde he empezado, tengo la convicción de
que se va a imponer una construcción europea amplia y radical basada en
principios como los de eficacia, transparencia y democracia. Con sobresaltos,
pero se va a imponer. Van a reducirse enormemente el número de sistemas de
decisión a 3 o 4 (ahora tenemos 29); va a hacerse más transparente Europa, va a
hacerse más democrática en el sentido de más próxima a los ciudadanos y eso
tiene que pasar precisamente, creo, por el criterio de subsidiariedad, para decirlo
de una forma que la gente entienda y con todas las calificaciones que antes he
añadido.
Creo que en eso todos estamos de acuerdo. Creo que estaríamos de acuerdo con
Felipe González, que ha sido un adalid de ~sta construcción, y que estaríamos de
acuerdo con Jordi Pujol. A ellos dos me gustaría decirles hoy, de una forma
elíptica, que tengan en cuenta que tinalmente son los ciudadanos europeos los
que van a decidir si la construcción que estamos haciendo va adelante o no y que
van a decidir en función de la capacidad que tengan todos aquellos que tienen
poder en este momento, para hacer una construcción que sea al mismo tiempo tan
grande como es la ambición de los ciudadanos europeos que quieren más Europa,
para poder impedir Bosnia o Ruanda, y tan inteligible como las acciones de
gobierno en un distrito de Barcelona (que es lo que la gente más entiende), o
Vallecas pongamos como ejemplo, puesto que hoy Vallecas es terriblemente
noticia.
La persona que les habla milita en los dos niveles. Son los dos niveles que más
me interesan. A partir de las últimas elecciones hemos decidido que en Barcelona
todos los concejales tienen que estar en su distrito. Tienen que dar la cara, como
se dice normalmente, que es lo que la gente quiere. Recuerdo que cuando
discutíamos esto, alguien -alguien de la mayoría de la coalición que está
gobernando en el Ayuntamiento- me decía: quiere esto decir que van a saber a
qué día y a qué hora voy y por tanto van a saber cuánto me pueden pedir y de qué
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forma, y van a planificar el abucheo y van a planificar, en fin, tantas cosas que no
me gustarán? La respuesta fue: pues ciar<;>, para esto te enviamos, para que la
gente sepa cuándo y dónde te puede ver, te puede encontrar y te puede decir lo
que te tenga que decir. Si esto lo tiene que hacer un Ministro de Justicia, con 30
millones de españoles, o es un suicidio personal de este señor o es una enorme
equivocación política, y esto no sucederá nunca. En cambio, si esto lo hacen los
concejales de una ciudad, en barrios de entre 30 y 50.000 habitantes, o en
distritos de 150.000 que ya empieza a ser una cifra en la que la utopía está
presente, se agradecen enormemente estos esfuerzos que hacemos por
aproximarnos.
Creo que, en este momento, debemos poner el acento en el barrio y en Europa.
Creo que debemos hacerlo desde nuestra fidelidad hacia la labor del estado
español en materia de construcción europea sin olvidar nunca que la Unión
Europea no es nada más y nada menos que precisamente una unión de estados . Si
ustedes me preguntan y los estados ¿qué? Pues los estados deben unirse. Los
estados deben ser estados unidos. Esto es lo que tienen que hacer los estados y lo
que están haciendo los mejores estados y los mejores gobernantes.
Y sin ninguna reticencia tampoco por parte de las culturas, las nacionalidades, las
regiones, como la mía, como la del Sr. Gomis o la del Sr. Clos, o la de mi padre o
la de mi abuelo. Nacionalidades que se quieren propias, idénticas y respetadas y
al mismo tiempo, como se dijo ya en Catalunya a principios de siglo y a finales
del anterior, abiertas y dispuestas a entender a las demás identidades.
Sólo merece respeto para nosotros aquella identidad que es capaz de verse como
una más entre muchas; sólo es patria respetable aquella que quiere darse la mano
con otras patrias, que quiere más, que quiere conocer otros vientos, como decía el
poeta, conocer no sólo lo suyo. Nosotros tenemos ocho vientos en Catalunya, son
lo que nos gustan y los que nos sabemos de memoria: el garbí. la tramuntana, el
llebeig, el ponent, etc.; pero también nos gusta conocer otros vientos: como el
mistral, que está tan cerca. Y otros que están más lejanos, como los vientos del
norte, como la luz del norte que es tan distinta de la nuestra y tanto nos dice de
nuevo.
Eso es lo que la ciudad hoy , la ciudad de Barcelona en particular, les dice a todos
ustedes. Muchas gracias.
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Gd{e\~
Buenas noches,
[lntroducc ió]
Dejénme empezar, como corresponde, agradeciéndoles su amabalidad por invitarme a
pronunciar esta conferencia ante un foro de tal relieve, que es a la vez un magnífico
altavoz dirigido al conjunto de la sociedad. Les agradezco su interés, que espero no
defraudar.
Al presentar a las ciudades como una de las posibles respuestas a los retos del siglo
XXI. como reseña el título de esta conferencia, puede parecer que pecamos de
petulantes o que tendemos a una visión desenfocada, atribuible a mi condición de
alcalde. A lo largo de mi intervención espero demostrar que no hay ni lo uno ni lo otro.
- De todos modos, y antes de entrar a resolver lo que el titulo de esta presentación señala,
quiero referirme, brevemente, a la situación actual de mi ciudad, aunque solo sea para
tener claro un punto de partida, una base que sostenga los argumentos inciales de mi
exposición.
[Barcelona viu un bon moment]
Para ello voy a hacer una afirmación rotunda, que seguidamente justificaré: "Barcelona
vive uno de sus mejores momentos".
En efecto, en Barcelona se temió --como era; lógico-- que alguien sospechara que los
esfuerzos de 1992 fueran a parar en saco roto. No porque así fuera, sinó porque así
podía aparecer ante los ojos escépticos, que los hubo. Ahora, con el paso del tiempo, se
ha demostrado que tales temo res --lógicos, repito-- no tenían un fundamento real.
Hace algunas semanas, un periódico barcelonés decía que Barcelona, en 1992, no gastó
unos dineros en la celebración de unos actos de 15 días, sino que hizo una inversión de
futuro que ahora da my claramente todos sus frutos. Es decir: no se trató de un castillo
de fuegos artiticiales. Todo lo contrario: Barcelona percibió entonces --y mucho más
ahora-- que la ciudad podía y debía aprovechar los Juegos como una oportunidad única,
y casi, si se me permite y sin que se vea en ello frivolidad alguna, como una simple
excusa. Para ilusionarnos, para recuperar ciertq orgullo, pero sobre todo para preparar la
ciudad para el momento actual.
No se trata solamente de las infrastucturas heredades de la inversión olímpica --desde
las Rondas hasta todas las instalaciones deportivas pasando por las mejoras urbanísticas
y la creación de nuevos barrios, nuevas centralidades, o la recuperación definitiva de las
playas--, puesto que con todo ello podríamos habernos quedado estancados igualmente.
Hubo y hay algo más, eso algo más que nos situó en una ola en la cual todavía seguimos
montados, a una velocidad de crucero más quti correcta. Sin ese algo más, nos hubieran
quedado las infraestructuras pero no hubiéramos garantizado esa veloc idad ni la
posición de privilegio en la cual nos mantenemos.
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No quiero ofrecerles una lista de pruebas --al fin y al cabo no estamos juzgando la
ciudad, y ustedes ya conocen, respetan y admhan, creo, nuestra firme posición que nos
permite hablar sin miedo de un prestigio internacional y de un reconocimiento muy
destacados-- pero sí voy a poner algunos ejemplos para justificar mi afirmación
precedente.
El consumo eléctrico --que nos habla del esfuerzo industrial y empresarial-- ha crecido
casi un 2% en un solo año. La ocupación hotdera ha crecido casi un 18% en un año y
hemos incrementado otra vez, en 1995, el número de turistas que nos han visitado. El
movimiento de pasajeros en el aeropuerto na crecido el 10% en un año. El tráfico
portuario, en toneladas, ha crecido en un añQ el 13%. El número de pasajeros en los
transportes públicos --dato que nos habla de civismo, de menos tráfico, de menos
contaminación-- ha crecido un 6%. El paro registrado en Barcelona baja, lentamente, es
cierto, pero baja. A 31 de agosto el descenso :era de un 10% respecto del año anterior.
No solo tenemos buenos datos, buenos indicadores, sino que además éstos se nos
reconocen. La encuesta que anualmente se hace a cerca de 500 directivos de empresas
sobre sus preferencias para la instalación de negocios ha situado Barcelona, en su última
entrega, en el sexto lugar (hace un año estábamos en el séptimo lugar y hace un par de
años estábamos menos arriba aún). La conclusión es que, tres años después de los
Juegos Olímpicos, Barcelona sigue teniendo empuje, Barcelona sigue subiendo puestos
en las escalas de valoración internacional, Barcelona sigue ganado posiciones y los
ciudadanos de Barcelona perciben claramente los beneficios de tal situación.
Lo repito : "Barcelona vive uno de sus mejores momentos." Y, por lo que indican los
datos y por lo que se deduce de los estudios existentes, Barcelona tiene serias
posibilidades de seguir manteniéndose en esa posición de privilegio durante mucho
tiempo, para entrar en el siglo XXI en las mejores condiciones posibles.
Para ello tenemos nuevos retos a cumplir, nuevos objetivos que nos sitúen en la banda
alta de los compromisos que las ciudades desean tomar en ese traspaso de calendario.
Quiero señalar algunos, para mostrar las línias maestras que vamos a trazar en el futuro
inmediato.
[Els reptes: serveis de q ualitat., cultura, logística]
Voy a referirme a tres asuntos principalmente: el esfuerzo por la calidad de los servicios,
los retos culturales y la concentración estratégica en la maximización de Barcelona
como auténtica plataforma logística.
Nuestra nueva organización del gobierno municipal tiene algunas consecuencias muy
relevantes para los ciudadanos y ciudadanas. Los regidores adquieren un carácter
netamente político --lo que les acerca a la geqte y les pone en situación de escuchar y
resolver problemas muy de cerca-- mientras que la gestión propiamente dicha depende
de unos profesionales que, con carácter gerencial, responden de un modo parecido a
como responden en el sector privado: en función de unos resultados claramente
perceptibles. Todo eso nos permite incrementar, el esfuerzo en la oferta de unos servicios
de mayor calidad, tanto porque le damos uh marco concreto --unos Estatutos del
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...
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ciudadano aplicables en casos diferentes y en función del tipo de servicio, del mismo
modo que pueden tratarse eu general los derechos de los consumidores, en este caso,
consumidores de servicios-- como porqué se señalan unos objetivos a conseguir en unos
plazos fijados, como un reto interno de la administración. La calidad de los servicios -de unos servicios que ya han sido pioneros muchas veces, y recuerdo ahora los servicios
telefónicos del O1O y del Audiotex-- va a mejorar mucho más todavía en un tiempo
relativamente corto. Eso nos llena no solo de orgullo, legítimo, sino también, y
sobretodo, de esperanza. Da motivos para la confianza en nuestras posibilidades y muy
significativamente da motivos para confiar en la capacidad de las administraciones para
actuar de verdad como un servicio a la ciudadanía.
Los principales objetivos culturales de la ciudad --ahora que hemos abierto el magnífico
Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y que vamos a abrir (en cuatro días) las
salas del románico y gótico del Museo Nacional de Arte de Cataluña-- se expresan en la
finalización de aquellas infrastucturas pendientes: el Teatre Nacional y el nuevo y
reconstruído Liceu. Pero más allá de esos plazos que se van cumpliendo, tenemos un
gran reto traducido en nuestra candidatura para ser capital europea de la cultura en el
año 2001, justo el año de la entrada en el próximo siglo, justo el año de la entrada de
Barcelona en su tercer mi lenio de historia, que no es poco. Ha habido ciertas
dificultades, pero tenemos toda la confianza y estamos convencidos de que cualquier
inconveniente que pudiera haber será superado. Disponenos de unos proyectos
aplaudidos en España y en el resto de Europa y creemos muy firmemente en nuestra
capacidad y en el valor de nuestras propuestas. Nuestros retos culturales, pues, van por
la buena senda y deben llevarnos a otro éxito que quiere ser de la ciudad pero también
de Cataluil.a y de toda España .
Así como queremos entrar en el nuevo siglo de la mano de nuevas ofertas culturales,
queremos hacerlo también -- lo necesitamos-- con claros objetivos estratégicos como
ciudad. Nuestra conversión en centro logístico deviene pues el nudo central de nuestras
actividades presentes y futuras. Si los años ochenta fueron para nosotros los de la gran
transformación urbana con los Juegos Olímpicos de referencia, los noventa deben ser -ya lo están siendo-- los de la configuración de Barcelona como una plataforma logística
de primer nivel.
Nosotros nos referimos a ese objetivo con una expresión que ya ha tenido cierta fortuna,
y que permite entender la finalidad que perseguimos muy gráficamente: ser la Puerta Sur
de Europa.
Necesitamos pues que nuestra zona de actividades logísticas se adapte a las necesidades
que pretendemos atender en los próximos veinte años. Es decir: necesitamos que el Plan
del Delta del Llobregat --cuyo convenio se firmó en 1994-- se lleve a cabo sin
dilaciones, para disponer de las infrastucturas que allí se mencionan.
El reto es muy claro: Barcelona quiere y puede competir directamente con otras
ciudades europeas de la cuenca sur --Marsella, Génova ... -- para ser la primera ciudad
portuaria, captando las mercancías que llegan a Europa desde el Lejano Oriente, desde
Oriente Medio y desde el Norte de África. Debemos ganar posiciones no solo
comerciales, sino de prestigio político, social y cultural para que todo avanze al unísono.
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Un puerto mejor y un aeropuerto mejor, conectados con la ciudad y con las coronas
industriales y además con las principales vi').s del transporte tanto de carretera como
ferroviario y aéreo deben damos esta primac!a. Conseguir que los grandes operadores
intemacionales vean en Barcelona esta Puerta Sur, una gran puerta, es trabajo esencial
para los próximos años. Nos jugamos claramente nuestras opciones de futuro en este
reto.
Debo añadir aquí que comprendo las dificultades para las inversiones. Al fin y al cabo,
si sumamos estos esfuerzos a los que ya estarpos empezando a llevar a cabo en el otro
extremo de la ciudad, con el Plan del Besós --que debe incluir vivenda, comunicaciones,
espacios para el ocio y una península artificial frente al mar-- deberemos reconecer que
aspiramos a unas inversiones superiores a las que entre todos hicimos de cara al reto del
1992. Pero debo decir también, que estas inversiones en las que ahora nos cocentramos
son a más largo plazo y que sus frutos serán todavía más relevantes. De esas inversiones
depende que Barcelona consiga situarse al em~ezar el siglo XXI como lo que quiere ser
o que nos veamos obligados a dar pasos atrás. ;Estoy seguro de que los pasos los vamos
a dar hacia adelante y deseo q~ue ese optimisrino sea compartido por todos ustedes,
solamente en relación a Barcelona y sus posibilidades sino, de un modo más general, en
relación a una manera de actuar y de pensar políticamente.
no
Las bases para el cumplimiento de estos retos van a ser --como lo han sido hasta ahora-el espíritu del civismo y la complicidad.
El civismo es una actitud que permite comprender la colectividad como un todo
formado por partes participantes, porque en ; cierto modo todos los ciudadanos que
habitamos en una urbe somos responsables dirf ctos de cuanto acontezaca en ella. No se
trata solo de mantener comportamientos adecuados, eso que podríamos llamar la
"urbanidad". Hay que ir un poco más lejos y entender que el formar parte de una ciudad
implica determinados puntos de vista y, por lo tanto, una visión especial de la idea de
ciudad. Compartir la idea de ciudadanía, recupbrando
un concepto clásico que se refiere
1
a la participación democrática y a la implicación individual en todo lo colectivo, debe
ser la pauta que nos guíe.
Y la complicidad, porque ha sido la marca de la ciudad. Esa complicidad que el alcalde
de Roma, Francesco Rutelli, dice a menudo que quisiera obtener en la capital italiana.
Esa complicidad que se traduce en la aprobación ciudadana de todo cuanto acontece en
ella, y que al mismo tiempo es una afrirmación pública de ciudadanía y de autoestima,
del orgullo de pertenecer a una comunidad que avanza segura y con ganas. Sin esas
ganas, sin la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas, muchos de nuestros esfuerzos
hubieran sido inútiles. Esta complicidad que hace que a los pocos días de inaugurarse el
Aquarium --el acuario más grande de Europa-t las colas sigan siendo de centenares de
personas que no quieren perderse tal espectáculo. La que hace que todas y cada una de
las nuevas obras --un parque, un puente de madera en el puerto, una calle com la acera
ensanchada, un paseo, una exposición, etc.-- sean reconocidas como propias --y
queridas-- casi inmediatamente.
Esta complicidad que permitió llevar a buen p~erto el proyecto olímpico, porque hubo
un consenso muy generalizado de todas las instituciones, que implicaba a la sociedad
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civil y combinaba Jos esfuerzos públicos --i~pulsores sobretodo-- con los privados,
protagonistas muy significados de todo cuanto se obtuvo. La misma complicidad
consensuada que debe permitirnos ahora lograr los retos culturales y logísticos y sin la
cual todo progreso sería, si no imposible, muc~ísimo más lento.
Hasta aquí, les he hablado de Barcelona. Le¡:; he hablado de una ciudad que ustedes
conocen y que, por lo que sé, respetan y a menudo admiran. Eso nos complace, nos llena
de orgullo. Pero no nos confonnamos. Porqutt Barcelona desea aportar algo más, desea
ofrecer algo más que su modelo de ciudad.
•
•
1
•
Barcelona cree hallarse en condtcwnes para ¡aportar al menos dos tdeas claves, que
pretendo desarrollar de aquí en adelante. N~stro espíritu político, lo que podríamos
llamar el estilo político de Barcelona, y nuestr~ convencimiento de la importancia de los
sistemas de ciudades.
[L' estil_polític de BCN]
Empiezo por el estilo político. El edificio enj el cual se aloja este estilo, si así puede
llamarse, tiene algunos pilares principales. Uno de ellos es la convivencia, y me refiero,
claro está, a la convivencia política --la otra, la convivencia ciudadana, se supone,
porque sin ella la primera sería imposible--.
Nuestro gobierno municipal es fruto de un pacto entre tres fuerzas políticas: el PSC,
cuya lista electoral encabezaba yo mismo, (~C) Iniciativa per Catalunya-Els Verds y
(ERC) Esquerra Republicana de Catalunya. Hemos firmado un pacto de gobierno y nos
hemos puesto de acuerdo en lo esencial sobre¡la gobernación de la ciudad. Además --y
ese complemento no es baladí-- contamos cqn una actitud dialogante, propicia a los
acuerdos siempre que sea posible, de la ¡oposición, tanto de la mayoritaria de
Convergencia i Unió --cuyo Jefe es Miquel R~ca-- como de la minoritaria, la del PP -cuyo liderazgo ejerce perfectamente Enrique Ilacalle--. El diálogo, el consenso siempre
que podamos, la voluntad de persecución de apuerdos, conforman un talante sin el cual
sería imposible aparecer como modelo de convivencia política. Y cuando lo llamo
modelo les pido que no vean en ello ningun~ petulancia. Si lo prefieren, llamémoslo
simplemente un estilo, un espíritu.
Permítanme, no ya por establecer comparacion,es --siempre equívocas y falsas, más que
odiosas-- sino para tener claros los puntos de referencia, que me detenga a hablarles de
Madrid. No del Madrid ciudad, desde luego. Me refiero al Madrid capital del Estado, al
Madrid político. Ustedes conocen perfectamente ése Madrid, pero yo quiero trasladarles
las impresiones que, desde 600 quilómetrqs, podemos tener los que vivimos en
Barcelona. La distancia, por un lado, hará im¡:}erfectas estas sensaciones, pero, por otro
lado, reconózcanme que esa mtsma distanc~a puede mejorar la visión de algunas
1
actitudes.
[Madrid, olla de grills]
Desde mi ciudad, Madrid aparece como ,un hervidero de rumores, discordias,
enfrentamientos, y a menudo tenemos la im~resión de que en tales circunstancias se
1
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pierde el norte, es decir, se hace mucho ruí~o sin tener claro quizás qué mustca se
intenta componer. Seguro que no es solamentd eso. Pero les hablo ahora no de lo que es
sino de lo que parece. O de lo que nos parece. Tómenlo, si acaso, como un apunte
lejano, como una aportación hecha con volundd positiva.
La distancia a veces permite expresar con serep.idad aquello que la cercanía impide. Les
pondré un ejemplo de distanc ia no espacial sinp temporal.
!
[Suárez-González]
Hace algunas semanas, tuvimos ocaswn de ver en televisión una entrevista al expresidente Adolfo Suárez. Me pareció una etittrevista magnífica, en ella misma, pero
sobretodo obtuvimos una visión magnífica dd la persona. El ex-presidente Suárez era
tratado con j ustícia por la historia, por la dist~ncia ... por el tiempo. Enseguida concluí
que según qué actuaciones, según qué méritos, no se reconocen hasta pasado este
tiempo, el necesario para admitir lo importante y para apartar lo accesorio.
Para ser honesto con ustedes, les diré que enseguida pensé que algo parecido va a ocurrir
probablemente con el presidente del gobierno, t on Felipe González. Su gobierno ha sido
de los más importantes en muchos años, en siglos. En infrastucturas, en modernización,
en universalización del Estado del bienestar, en nueva posición internacional, en
reconocimiento de la pluralidad del Estado~ y en tantas y tantas cosas, se trata
objetivamente de un gobierno muy importante jy de una etapa crucial para la historia de
España. Pero, quizás ese sea el precio a pagar,i los hechos acaecidos en los dos últimos
años puedan borrar parcialmente esta valoraciqn y deberemos esperar que el tiempo nos
aleje, que nos distancie, para reconocer según que actuaciones, según qué méritos.
[Estils diferents en l'oposició]
La oposición debe legítimamente aspirar a gobernar el país. Pero creo que se ha
equivocado cuando persiguiendo ese objetivo se ha sumado, por acción o por omisión,
al acoso y derribo que se ha practicado desde cjírculos de poderes externos, poderes que
ahora se perciben más claramente como lo qu~ son. Cuando por intereses personales o
de grupos económicos y mediáticos se lleva a dtbo un pulso al Estado, la oposición debe
demostrar su concepto de Estado, su capacidad de gobernar, es cuando toca alejarse de
lo menos limpio y concebir, si hace falta de acuerdo con los adversarios políticos, un
sistema de protección ante tales injerencias.
A veces, en la ascensión crítica se han llegado a verter comentarios especialmente
ácidos --y a mi modo de ver injustos-- contra p~rsonas que pertenecen al mismo partido
que lidera la oposición. El trato que en ciertos medios de comunicación se ha
dispensado al presidente de la Comunidad dt Madrid o al presidente del Gobierno
Balear no parace ni lógico ni sincero.
Barcelona prefiere mil veces el estilo del presidente Ruiz Gallardón, o la claridad de
Cristofor Soler, incluso la voz que quiere ser pzonable de Fraga lribame, a los gritos
que oímos pronunciar en otras gargantas y que ~n nada favorecen un clima ideal para el
1
desarrollo de la política.
z:\dades\sed\text\s igloxxi.doc
.·-
�Pag 7 1
-. . ...__.
SIGLO XXI/ PM
El estilo Barcelona, ese espítiru al que me he referido, se acerca mucho más a la labor de
cada día de quien persigue consensos, de quien quiere lo bueno de todos, porque en
todos hay lo bueno, antes que el vociferío, h~ sed de destrucción por la destrucción o
algunos gestos irresponsables de quienes se ¡ pusieron en la cola de los que tiraban
tomates al Estado solo porque les pareció que sacarían provecho, por aquello del rio
revuelto y la ganancia de pescadores.
Por todo eso --convencido de que ustedes lo tomarán como lo que es y no como otra
cosa-- quiero darles mi punto de vista sobre lo~ hechos que nos dominan últimamente -un punto de vista que es mío pero que, desde luego, creo compartir con buena parte de
quienes lo analizan y razonan sobre ello desde Barcelona--.
[El "pols" a l'Estat]
Durante la época especulativa de los ochenta ~recieron en España grupos dominados por
marcadas voluntades personales, y personalistas, que llegaron a convertirse en figuras de
referencia en ciertos ámbitos de la sociedad. Estas personas detuvieron un enorme poder
económico y, al cabo, comprendieron que si añadían a éste el poder mediático tendrían
capacidad para manejar algo más que cuentas millonarias y juntas de accionistas. Para
completar esta acumulación de elementos de control, tuvieron cuidado de disponer de lo
que suele llamarse il?fórmación sensible, hasta niveles probablemente nunca alcanzados
anteriormente, adquiriendo los servicios de empresas dedicadas al espionaje de toda
clase (algunas de estas empresas han sido desmanteladas y algunos de sus propietarios,
no todos, han visitado comisaría y juzgado).
Devinieron auténticos personajes de la Espaí'ía de hace diez años, que se lucían en
paseos por tien·a, mar y aire a bordo de vehículos tan poderosos como ellos mismos. Se
procuraron un entorno que les permitiera codearse, esa es la palabra, con los habitantes
de los círculos de poder. Además, según parec;e, tuvieron tiempo para combatirse entre
1
algunos de ellos y de paso con quien fuera, en un ejercicio de lo que puede llamarse la
esgrima de los dosieres. Obtenían con este fin todo tipo de información, ya fuera
acudiendo al mercado, que desde luego existe en el sector del espionaje privado, ya
fuera, por lo que ahora se deduce, adquiriendp los servicios de agentes que ya tenían
patrón: el Estado.
Fue así como se iba construyendo un paraestado, dentro del Estado. Seguro que no tenía
todo lo necesario para llegar a ser un Estado real, pero sí se dispuso de muchos
elementos que permitían ejercer un contrapoper no legitimado por las urnas ni tan
siquiera por el resto de fuerzas privadas con poder económico (al fin y al cabo, algunos
de estos señores fueron tildados de advenedizos). Tuvieron, y tienen, dinero en
cantidades ingentes, información privilegiada, control o influencia sobrada en medios de
comunicación y, a menudo, connivencia o acuerdos parciales con dirigentes de
relevancia, políticos que sin llegar a mezclarse del todo con los dueños de este
infraestado sí que aplaudieron determinadas acciones o intercambiaron favores de todo
tipo para conseguir éxitos susceptibles de convertirse en bazas electorales.
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�Pag. s1
SIGLO XXIIPM
No digo, sería inverosímil, que esa estructu$ se haya organizado conspirativamente.
Más bien se trata de una suma de voluntad~s, de un encuentro de arrebatos, de una
coincidencia de actitudes. Se hace evidente¡ que no vale, ni siquiera por omisión,
apuntarse al carro de los que han decidido retar al Estado, lanzándole a la cara no ya
pasteles de nata --como hiciera otro empresarip reñido con el gobierno-- sino auténticas
bombas de relojería.
·
Y aquellos que se atrevieron a defender los intereses generales por encima de los
particulares, aquellos que como Narcís Serra quisieron poner por delante los intereses de
todos, acabaron pagando el pato. Injustamente, claro, ni siquiera debería decirlo porque
su evidencia es tal que nadie, serenament~ --es decir, más allá de las trifulcas
parlamentarias--, puede negarla.
No quiero decir con todo eso que se trate de dividir la sociedad política en un grupo de
buenos y otro de malos, los que supuestamentf conspiraron. Ese me parecería un estilo
fruto del anterior_y por lo tanto nada positivol Si acaso, creo que algun~s se sumaron
irresponsablemente a los poderosos que defendían exclusivamente sus intereses, quizás
porque les pareció una buena táctica o porqué ¡pensaron que más tarde ya se apartarían.
Se equivocaron, claro.
Porque el asunto a discutir no debe ser quien jsí y quien no se apunta a la defensa del
sistema. Eso lo compartimos todos, o al men~ esa debería ser la base fundamental, el
punto seguro de apoyo. Lo que discutimos es lcomo puede mejorarse este sistema y si
tenemos voluntad para ello, aprovechando que lla situación cre~da permite ese debate o,
mejor aún, lo hace casi necesario.
Por eso, más que seguir revolcandonos en la fspécie de ciénaga en qué se ha querido
convertir la vida política, prefiero entrar de lle~ en ese debate.
[Reflexió sobre la democracia]
Se afirma que la democracia es el menos maloi de los sistemas políticos conocidos y se
dice una verdad. Pero esta frase no puede se~ jamás el final de una reflexión sino el
principio de una discusión honesta sobre nuestrtt capacidad para mejorar este sistema. Si
no fuera así, nos limitaríamos a usar a Churchill como el caparazón de una de tortuga,
un escudo bajo el cual agazaparnos cuando 1 intuyamos amenazas, confiando en su
resistencia sin preocuparnos de buscar ottas posibles actuaciones. Cuando tal
aseveración es el comienzo de un debate adquiere un valor distinto al que se le quiere
dar cuando simplemente nos cubrimos la espalda, por si acaso. La ambición auténtica, el
reto al que nos queremos enfrentar, es hacer i que la democracia sea el mejor de los
sistemas, no el menos malo. Y para ello debemos empezar por no conformarnos con los
modos actuales y comprender que la clave se llama participación.
No es ningun secreto que la capacidad transformadora de la democracia se sostiene en
su virtud participativa. El historiador polaco Geremek nos señalaba que la indiferencia,
la pasividad de los ciudadanos y la impotencia¡ frente a un universo kafkiano del poder
son los enemigos principales de la democracia. La misma frialdad del sistema
democrático es la que conlleva la necesidad ~e sentimientos políticos calientes, que
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�Pitg. 91
SIGLO XXII PM
pueden construirse fácilmente entorno al mito de la comunidad nacional , y por lo tanto
alimentándose de agresividad hacia lo ajeno.
(El actual nacionalismo catalán de derechas y el nacionalismo español que ahora renace,
de derechas también, podrían entenderse mejor vistos desde esta óptica de Geremek,
pero eso sería otra cuestión que no quiero tratar aquí).
Ralf Dahrendorf respondía a (ieremek que la.ff:ialdad de la democracia y de la economía
de mercado son el modo deliberado de reducir el coste de los posibles errores humanos,
porque permiten los cambios sin violencia. Y este es el punto al que quería llegar.
Ante los últimos acontecimientos, Xavier Rubert de Ventós ha dicho que los gobiernos
son algo así como losfúsibles de la democracia. Bastaría, segun Rubert, que un gobierno
que lo haga mal --o que haga el mal-- abandone su posicion para que el sistema se
recupere. La idea funciona, quiero decir que S\}ena como una música sincera y a la vez
atractiva, pero me parece algo así como administrar un antipirético para combatir un
proceso infeccioso, olvidándonos de los antibióticos. O sea: es correcto enfrentarse a los
síntomas, pero no podemos olvidar las causas.
Concedamos, ni que sea como ejercicio pensante, que se trate de un fusible. ¿Basta con
un simple cambio efectuado con rapidez, antes; de que el apagón nos deje sumidos en la
más seria oscuridad? Demos otro paso: ¿acaso el gesto de cambiar el fusible implica
renunciar a la posible mejora del sistema eléctrico? Como mínimo sería poco
estimulante no aceptar este planteamiento.
¿No debe preocuparnos el creciente desencanto de quienes creen que tanto da unfusible
como otro porque lo que no va es el sistema? ¿No deberíamos reduci r el índice de
.frialdad de nuestro alimentador eléctrico? ¿No hay motivos para convencernos de que el
descrédito aumenta incrementando a su vez la pasividad ciudadana? ¿No hay motivos
para sospechar que se trata al sistema como si fuera ajeno, como algo que no nos
pertenece ique es coto privado de no se sabe quien o qué?
Al mismo tiempo que nos respondemos estas preguntas deberíamos acertar en el intento
de ampliar el círculo del debate. La polítical adquiere con frecuencia el carácter de
representación virtual de lo irreal, puesto que el puente de troncos y cuerdas que une el
quehacer de aquellos que tienen capacidad para decidir con la voluntad de aquellos que
basan su capacidad de decidir en el gesto de elegir se resquebraja, y cruzarlo es un acto
cada vez más temerario.
Se exige de la política una capacidad de resistencia, una apariencia ostensible de
honestidad --sobretodo se le exige la apariencia-- y un volumen de sinceridad que no
responde del todo a lo que al otro lado del espejo se practica en la vida privada. Se
entienden --se perdonan-- los errores de a pie:¡defraudar a hacienda, lanzar residuos en
un rio, jugar con el patrimono de accionistas, ¡no hacer facturas, vivir del compadreo,
etc., pero la política debe ser algo así como un!campo virgen en el que cualquier rastro
de lo humano --por lo tanto, de lo imperfecto, !de lo real-- sea borrado por la gracia, la
1
elegancia, la majestuosidad y la falsedad de la apariencia, cierta apariencia. La política
se convierte entonces en un ejercicio de representación --eso ya se sabía-- vació y sin
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�Pág. 10 1
SIGLO XX!/ PM
efectos sobre lo rea l-- y eso no importa si se ha sabido nunca o no, simplemente es
insuficiente--.
El discurso que me parece debe hacerse, pues, va más allá de la aceptación del sistema,
con sus defectos, o del aplauso a su capa~ idad de establecer recambios sin gran
dificultad. Deberíamos ser capaces de aproxirlnarnos a los futuribles y tender nuestras
proyecciones hacia el reto de la mejora del sistema. Cada uno aportará ahí su baza. No
voy a dictar ahora una receta mágica para cocinar en una marmita de brujas, pero sí me
atrevo a mencionar al menos un ingrediente fu1~damental del mejunge: la proximidad.
Cuando hablamos de lo local, de lo cercano, estamos
tambien buscando fórmulas para el
t
mañana. Más poderes más próximos a los ~ iudadanos parecen un buen argumento
contra la indiferencia. En su momento, me !1 atreví a sugerirle al presidente Felipe
González que soltara lastre. A eso me refería. tLo cercano es más caliente (no vamos a
discutir ahora cuantos grados, digamos solo que más caliente). Ahí ya hay un esbozo del
camino a seguir para la mejora del sistema: que los poderes locales adquieran la cuota
que reclaman, que los- ciudadanos ganen proximidad al poder (que el puente se
1
reconstruya, ¡seamos los zapadores!)
Pero habrá otros ingred ientes, otras posibilid~des: sin duda es mejorable el sistema
electoral, sin duda deberemo s adaptamos a la¡ lógica de un poder mediático cada vez
más universal y vinc ulado a poderes econófuicos que ven en la comunicación un
instrumento más que un servi cio ... Sin duda habrá que preguntarse todo nuevamente, sin
miedo: ¿que haran los servicios secretos cuando por las redes de las autopistas de la
información circulen sin contro l datos relevantes o sensibles? ¿Que baran los sindicatos
cuando el teletrabajo sea moneda mucho más corriente? ¿Qu ienes tomaran las
decisiones oportunas cuando los ciudadanos ganen independencia gracias por un lado a
las nuevas tecnologías y por otro a su mayor beneficio en el reparto de los bienes
culturales, socia les y de servicios? Encerrarse ante estas cuestiones con la retórica
afrimacion de que vivimos en el mejor de los mundos posibles --el menos malo-equivaldría a cometer no solo un grave error ~e estrategia --el tiempo nos pasaría por
encima y las manecillas del reloj universal nos:decapitarían dejándonos si n ideas-- sino
que rompería del todo las redes de contacto --que existen claro está, y por fortuna-- entre
el mundo real y e l de su representación política.
[Un model espanyol]
Además, en España debieramos añadir a esa ref1exion otra de calibre quizás menor pero
no por ello menos trascendente. España, con su transición modélica, se ha ganado el
derecho a no renunciar a ella a pesar de los costes del sistema. Y parece que tenemos la
obligación --no ya solamente por nosotros mismos, sino por todo aquel que obtuvo de
este modelo inspiracion para sí-- de atajar cualquier duda sobre la validez de lo que
hicimos.
La dimisión del presidente Suárez estuvo cercana a un proceso de destrucción interna y
un cierto acoso --a pesar de lo que ahora digan,algunos, este acoso lo lideraba entonces
la extrema derecha, los herederos de un búnÚr que se la tenía jurada a Suárez--. La
investidura del siguiente presidente se vio interrumpida por la entrada violenta de un
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SIGLO XXI/ PM
1
argumento pistolero. Parece como si los cambios de gobierno --esos cambios que segun
Darhendorf pueden sucederse sin violencia-- tuvieran que hacerse en España con fieros
movimientos. Como si fuera en nosotros lo natural acceder a la alternacia por la
destrucción de lo que es sustituído.
No voy a alargarme ahora con una lista de 1los gestos que hemos observado en los
últimos dos años. pero que un sucinto rcsumenlnos impida no ver lo que habido: ataques
personales a dirigentes políticos, intentos de atentar contra las vidas privadas, búsquedas
de falsas descendencias, chant~jes desmedidos al Ejecutivo, intentos de atacar la imagen
pública del jefe del Estado, y. por el camino, destrozar todo lo que se halle aunque nada
tenga que ver: periodistas, fiscales, y hasta pintores, si se tercia. Otra vez la necesaria
destrucción como paso previo al recambio. Entonces, si creíamos vivir en un sistema
constituido, podemos pedirnos sí no erramos y: si no resulta que todavía crecemos en un
periodo constituyente (en parte, éste es uno de ¡tos elementos del mensaje de la derecha,
!
mensaje que desde luego no comparto).
Y en ésas estamos . Podríamos aceptar la metafora del fusible. Pero no acierto a
comprender que sea necesario dejarlo inutilizado. Dice Rubert que ha habido un apagón
y que se requiere cambiar el fusible para que,¡ ¡zas!, se haga la luz. Bien. ¿Y tambien
necesitamos pasar el fusible por un baño de ácido clorhídrico para que no quede rastro
de él? ¿Es menester poner en peligro el mismo suministro de f1uído eléctrico, de fluído
democrático'? ¿Han pensado en la posibilidad de sentar otro precedente segun el cual ya
siempre deberá usarse el mismo estilo ¡ destructor? Además, para que nos
conformaríamos con el fusible: ¿no sería detnasiado sencillo, demasiado injusto, si
además no nos planteamos el recambio de las bombillas, del cableado. y, quizás, la
posibilidad de instalar un relé?
[L'estil polític que proposem]
Quiero llamar su atención sobre los puntos en que baso una propuesta que, si quieren, y
para su comodidad. pueden clasificar como propia del "estilo Barcelona" .
Atajar la insensibilidad por la vía de la máxima participación democrática, es decir,
ganando proximidad política y otorgando a los poderes locales --a los municipios,
también a las autonomías-- más capacidad de decisión, más recursos, ya que ambas
capacidades deben ir a la par.
Entrar de lleno en el debate sobre la mejora del sistema en vez de conformarse con la
crítica de aquellos a quienes corresponde aplicar desde la legítima pertenencia a un
ideario político la gestión de todo cuanto el sistema provoca y necesita.
Atreverse a pensar nuevas posibilidades de acercamiento entre la representación política
y lo representado .
Y enfocar las discrepancias como algo válido, t omo un conjunto de ideas positivas que
se mezclan para conseguir sacar conclusiones que aporten mejorabilidad en vez de
poner de relieve las crispaciones personales ¡a de grupo y las tendencias a marcar
distancias. Eso es algo tan sencillo --.y por ello; supongo, tan complicado-- como hacer
1
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.. ··-
�SIGLO XXI/I'M
Pilg. 12/
de la política un instrumento útil, un modo de actuar que no se base solamente en los
enfrenamientos ideológicos --o simplementtl partidarios-- porque no puede vivirse
permanentemente en campaña electoral. En cierto modo, para ser justos, hay que atribuir
el error de convertir la vida política, el normal debate político, en una campaña
constante a aquellos que, quizás por impaciencia, quizás porque han reducido su ideario
a una simple estrategia de toma del palacio ;(y luego ya se arrepentirán), han venido
convirtiendo su legítima aspiración en el obj~to principal de su actuación. Es un error
que la dercha, tarde o temprano, va a tener que pagar, aunque preferiría que en vez de
echamos las cuentas --y en vez de decir quien debe pagar qué-- nos sentáramos ya desde
'
ahora a discutir sobre nuevas bases de comportamiento,
para definir un estilo de
consenso en el cual la lucha por el poder, es 'decir, la lucha lógica entre partidos para
gobernar, no sea, como en los tres últimos años, un mero acoso salvaje los frutos del
cual van a ser, para todos, amargos y de compljcada digestión.
j
Quiero sumar a ese llamamiento --a ese ofrecimiento de un modelo que funciona en
Barcelona-- una breve reflexión sobre los sistemas de ciudades, es decir, sobre el
modelo que por ellas mismas representan las ciudades.
[Eis sistcmcs de ciutats]
Barcelona participa --y a menudo ha sido quien las ha impulsado-- en diferentes redes de
ciudades, dedicadas a cuestiones concretas, desde Jos asuntos medioambientales a la
vivienda, la salud, el bienestar social o la cultura. Barcelona participa activamente en la
construcción europea con su presencia en ~1 Comité de las Regiones, organismo
comunitario que Barcelona vice-preside. Estamos también en el Comité de Muncipios y
Regiones de Europa, organismo que el alcalde pe Barcelona preside. Además, Barcelona
impulsa agrupaciones de ciudades mediterraneas.
Hemos celebrado dos conferencias y hemos participado, como sede, sí, pero como algo
más, con cierto espíritu de capitalidad mediterranea, en la Conferencia
Euromediterranea, que ha sido un éxito rotundo por el cual todos Jos partidos deberían
felicitarse y felicitar al ministro Javier Solana. Hay momentos, y permítanme aquí la
introducció de un paréntesis, en los que uno percibe claramente como son las personas.
Ahí se ve si uno antepone los intereses lamiq.adores, propios de su partido, a los del
Estado, y creo de verdad que el éxito de la c~nferencia de Barcelona es un éxito del
gobierno, claro, pero es mucho más, es un éxitp español. Los intentos que ha habido de
reducir este éxito me parecen miserables y, por decirlo de algun modo, pecan de
españolear poco. Hay momentos en los que uno debe felicitarse por los éxitos porque
además de serlo del gobierno lo son para todos ~ Dejenme que riña ahora, modestamente,
pero con severidad, a algunos medios de comunicación madrileños (y digo algunos,
porque no fueron todos) que trataron con desprecio la conferencia de Barcelona y
buscaron la manera de reducir su auténtico relieve. Se equvocaron, porque creyeron que
despreciando un éxito de España se debilitaba¡al gobierno y el papel de los medios es
informar, incluso crear opinión, pero nunca certenar la imagen del país creyendo que se
ataca al gobierno. No voy a recordar ahora aquello que se dijo de los "pedigüeños", pero
la cosa va por ahí.
1
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�Pitg. 13 1
SIGLO XXI/ PM
Cierro el paréntesis y vuelvo a mi discurso~ vuelco a mi ciudad. Barcelona, decía,
participa en redes diversas. Participamos e~ las redes que europeas y en las redes
mundiales de ciudades, con el objetivo de uni¡r esfuerzos de las diferentes asociaciones
de ciudades para formar un grupo poderoso, en el marco de Naciones Unidas.
De modo que Barcelona se plantea un modeJo segun el cual partimos de la máxima
proximidad hacia la proyección universal gracias a los sistemas de ciudades. ¿Cual es la
eficacia de estos sistemas? Podría poner mu~hos ejemplos pero ya es tarde y voy a
centrarme en solo dos aspectos, que creo que permiten percibir con claridad todo lo que
.
.
. ~
!
qUiero s1gmhcar.
El primero, es la eficacia para resolver cuestiones de interés comun. Pongamos por caso
las autopistas de la información. Requieren dd nudos centrales. Y esos nudos se llaman
ciudades. Las ciudades saben que forman u~ sistema, un mercado singular tanto de
intercambios culturales y económicos como de intereses comunes. Si las ciudades se
ponen de acuerdo sobre como organizar la E_!"esencia del cable de fibra óptica, sobre las
autopistas de la infrmación, sobre los usos de las nuevas tecnologías y sus
consecuancias --teletrabajo, incremento de nu~os servicios, primacía de la calidad y de
la eficacia, etc.-- será más üícil resolver cuestiones que los Estados, quizás preocupados
por asuntos más generales, no pueden atender debidamente o que, cuando lo hacen,
actúan con más lentitud. Las ciudades hacemos más de prisa aquello que los Estados
tardan más a resolver.
Otro ejemplo sería el de la solidaridad. El ca~o de Sarajevo es muy rotundo. Hubo un
tiempo en el que los Estados dudaban --ahora ~a se han decidido, pero admitamos con
vergüenza que Estados Unidos han tenido un protagonismo que hubiera correspondido a
Europa y que Europa, por razones que ahora nó quiero abordar, para no escaparme de lo
que les he anunciado, ha f1aqueado--. Bueno, ¡~ues ante las dudas de los Estados, dudas
sobre la necesidad de hacer cosas y dudas sobre qué cosas de podían hacer, las ciudades
axtuaron, actuamos. Quiero apuntar aquí, para evitar malas interpretaciones, que no creo
que los Estados dudaran por "maldad". Digamos si acaso que los Estados tienen ciertas
obligaciones que los hacen un poco prisionerbs, y eso siempre será así porque forma
parte de la misma esencia de los Estados.
Mientras tanto, las ciudades colaborábamos, con nuestra ayuda moral, política,
humanitaria y material. Luego ejercimos presiones sobre los Estados, para la llegada de
acuerdos de paz. Y finalmente, porque cu(lndo se trata de empezar a hablar de
reconstrucción, de convertir la paz en durad~ra y de recuperar el tiemp perdido, las
ciudades nuevamente nos hemos puesto delant~, a la cabeza.
Los sistemas de ciudades, por lo tanto, tienen capacidad de decisión y capacidad de
resolución. Eso es tener poder. El auténtico poder de las ciudades. Y, vuelvo a mis
afirmaciones sobre la proximidad, como las c~ udades son las organizaciones humanas
que más en cuenta tienen a las personas, a la ciudadanía, resulta que hablar del poder de
los sistemas de ciudades es hablar del poder de los ciudadanos y ciudadanas. Lo repito:
de la máxima proximidad, es decir, del poder más cercano a la gente, al máximo poder,
el poder de resolver cuestiones en cualquier pm~e del mundo. Me parece que la ecuación
además de funcionar nos debe emocionar. Se ~rata de devolver a las personas aquello
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�Pilg. 141
SIGLO XXI/ PM
que les pertenece: la capacidad de la maxi,ma decisión para abarcar los máximos
objetivos. No van a negarme que se trata de un¡ modelo ambicioso.
[Les nostrcs aportacions]
1
1
La renovación del sistema democrático pasa ¡pues por las ciudades. La mejora de la
calidad de vida pasa por las ciudades. La eficapia en los servicios pasa por las ciudades.
El nuevo estilo de hacer política, más cercano y más amable, sin rencillas ni derribos
innecesarios, pasa por las ciudades. Como respuesta a los retos del siglo XXI creo que
está nada mal.
¿Qué más queremos aportar? Lo que nos es más propio, eso que despectivamente se ha
llamado pactismo y que yo prefiero llamar entqndimiento. La búsqueda de los acuerdos,
el estilo en el que la oposición intenta ganarse el gobierno sin miedo, con valentía, es
decir, sin necesidad cobarde de acudir a los qu~ desde fuera de la política quieren dañar
el sistema en vez de debatir sobre como mejorarlo.
[lJna idea d 'Espanya]
Barcelona quiere aportar también su visión de España, de esta España plurinacional,
plurilingüística, de esta España de todos en la que lo común puede más que lo particular.
Una España que cuente con las autonomías porque precisamente la suma de todas ellas
es lo que confiere a España su carácter de gran país. No una España en la que el estilo de
algunos se imponga sobre los otros aunque ~ disimule hablando de tolerancia a las
particularidades. Como si España fuera un todo uniforme en el cual hubiera algunas
formas anexas y peculiares, que habría que tolerar. Todo lo contrario: la suma de las
peculiariedades es lo que conforma el todo, no hay todo sin suma de las partes y cuando
se ha intentado que el todo sustituya las partes, España ha emprendido una vía sin
futuro.
Una España que cuente con las ciudades, con lqs poderes locales, con los gobiernos más
cercanos a los ciudadanos, que son los gobierpos municipales. Una España que tenga
claro que la proximidad, la proximidad de los gobiernos a la ciudadanía, es la base de la
participación democrática y el punto de part~da para llevar a cabo las mejoras del
sistema. Una España que piense en la suma d~ las ciudades y pueblos, no una España
pensada como algo abstracto e ideal --inicio y raíz del pensamiento nacionalista de
derechas-- sinó como algo real, concreto, que ¡se manifiesta y expresa precisamente a
través de la diversidad de las personas, de la diversidad de los pueblos y ciudades, de la
diversidad de las comunidades autónomas.
No tengo una solución fácil ni puedo señalar con precisión --no es esa mi labor-- de qué
modo debemos aportar ese punto de vista, ese 1estilo Barcelona, a la política-hervidero
que todavía ocupa el espacio principal en la cawtal del Estado. Pero si creo que tenemos
esa obligación, esa responsabilidad.
¡
Alberto Ruiz Gallardón declaró en una entrevista, hace algunos meses, que le paracería
bueno "catalanizar un poco España" y con esa f1;ase provocadora hablaba de un estilo, de
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SIGLO XXII PM
un modo de hacer. Yo les propongo, con toda humildad, pero con el orgullo de ver qué
el modelo funciona, barcelonizar un poco la plj>lítica del Madrid capital de España.
1
No vean en ello --no lo hay, es imposible que ¡nadie vea lo que no es-- un ofrecimiento
personal del Alcalde de la Ciudad. Les hablo d~ un modo de actuar, de un estilo político,
de un pensamiento, que viene representado qn muchas voces. Por ejemplo, en la de
Narcís Serra, que fue alcalde de Barcelona antes de ser ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno. Por ejemplo, en la dq Miguel Roca, que ahora ~jerce de digno
opositor --partidario de los consensos y acuerdos-- en el ayuntamiento de Barcelona y
que antes estuvo aquí, en el Congreso de Digutados, y creo que siendo admirado por
casi todos.
En fin, no quería personalizar en nadie ese esttlo pero el temor justificado a que ustedes
me lo atribuyan como algo personal me obligaba a poner al menos un par de ejemplos
que desmintieran tal sospecha .
1
1
Lo que pido --y creo que lo que pide Barcelona-- es que la política espaí1ola se cií1a al
terreno que le corresponde, que la política se inspire en la confianza, en la legitimidad
de la lucha por gobernar sin caer en los derribps, en la seguridad de que, ocurra lo que
ocurra, hay ciertas cosas que todos comparti¡nos y en la certeza de que el objetivo
común, más allá de las ideologías, más allá de las
lógicas discrepancias de modelos o de
1
modos de gestión, es el mismo para todos, puesto que una política que no tenga de
objetivo servir a Espaí1a --eso es: servir a los ciudadanos y ciudadanas de Espaí1a-- no
tiene sentido ni justifica su existencia.
[Optimisme]
Quiero terminar refiriéndome a una pieza clave1 este modelo que creo que ya se ha ido
percibiendo a lo largo de mi intervención pero 'que no he explicitado todavía. Hablo del
optimismo. Seguro que ustedes lo han ido no~ando, pero no lo mencionado como un
elemento fundamental y lo hago ahora. DJrante demasiado tiempo Espaí1a vivió
sumergida en una filosofía que tendía a destacar lo oscuro. Incluso en Cataluí1a hubo un
tiempo en que el fatalismo dominaba la escena y Barcelona no fue ajena a ese miedo.
Ahora, desde hace ya tiempo, nos hemos alejapo por fortuna de la oscuridad. Perpo se
observan riesgos de volver hacia aquellos días sin luz. Parece como si hubiera quien
creyera que para sacar provecho, para obtener beneficios políticos, necesita teí1ir de
oscuro todo lo bueno, pintar paisajes dominados por el pesimismo y lanzar mensajes
depresivos. Se percibe, por ejemplo, en las posiciones antieuropeas que a veces parece
que resurjan de las cuevas profundas de lo antiguo, de un "nosotros solos" que no nos
lleva a ningua parte. Quiero creer que se tra* solamente de brisas que pasan, no de
vientos que mueven nada. Quiero creer que no tienen fuerza. Quiero creer que son pocos
y sin capacidad de convencimiento.
Porque es evidente que hay muchísimos más ! motivos para el optumsmo. Basta con
mirar hacia atrás y darnos cuenta de lo recoqido, que es mucho y bueno. Basta con
mirar a los más jóvenes para comprender que tenemos todas las posibilidades del mundo
para ir hacia donde queremos. Basta ver el empuje de las ciudades --yo les he hablado
de Barcelona, peró hay muchas más que quieren y desean con fuerza situarse en
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SIGLO XXII PM
posiciones mejores en los próximos años y que!estan trab~jando para ese objetivo-- para
creer que podemos llegar lejos. Basta con ~omprobar que hay muchos dirigentes
políticos capaces que creen en el entendimientb, en la razón, en la persevrancia, en los
acuerdos, en la buena voluntad. Basta con entender el papel magnífico de la Corona y de
Su M~jestad el Rey para saber que los español~ ya nos hemos decidido hace mucho por
la vía del optimismo.
Tenemos condiciones objetivas para mejorar nuestra posición en Europa. Tenemos
motivos para creer en nuestras posibilidades '·n materia de competitividad. Tenemos
buenas razones para creer en nuestras capacidades como país. Por ello quiero hacer una
invitación al optimismo y, si me permiten el,uso de una expresión coloquial, quiero
decirles que "los cenizos" no tienen nada qud hacer, ni en política ni en ningun otro
' a seguir los pasos de los optimistas.
campo, porque España les va a olvidar y solo ¡va
Sobretodo, porque objetivamente hay millones Íde razones para el optimismo y ninguna
que justifique los malos agoreros.
Gracias por su atención, gracias por compa~tir --estoy seguro de ello-- esa visión
generosa y honesta de la vida política. Dese~ que entre todos rehagamos lo que sea
necesario para empezar con nuevo impulso, pon nuevas voluntades. a trab~jar para
conseguir lo que el país espera de todos nosotr~. Muchas gracias.
z:ldadeslsedltextlsigloxxi.doc
�
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4372
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Maragall, Pasqual, 1941-
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Textual
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Spatial characteristics of the resource.
Club Siglo XXI (Madrid)
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Telecomunicacions
Comunicació
Societat de la informació
Relacions Internacionals
Acció política
Model social
Club Siglo XXI
Barcelona
Type
The nature or genre of the resource
Conferència
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1995-12-11
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Discursos i conferències
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El nuevo federalismo en España y Europa: la
propuesta catalana para Europa
Conferència de Pasqual Maragall al Club Siglo XXI (8/2/01)
Buenas tardes a todos y muchas gracias por su asistencia. Muchas
gracias también por las amables palabras de presentación del
Secretario General del PSOE, José Luís Rodríguez Zapatero.
Ante todo quiero resaltar la hospitalidad acogedora del Club Siglo XXI
que constituye una referencia ineludible para todos aquellos que
creemos en la virtud del diálogo franco y abierto como fundamento
de una democracia viva.
Una visión de Cataluña y España
Por eso estoy esta tarde aquí con ustedes. Con la intención de
exponer las líneas fundamentales del proyecto que represento y que
va más allá de las fronteras de mi propio partido político. Se trata de
un proyecto catalán y catalanista que tiene una visión de España y la
vocación de participar activamente en la tarea de la construcción de
una España plural en el marco de la Unión Europea.
No quiere ser una propuesta fría, una mera receta para articular
mejor las relaciones entre las instituciones de nuestro Estado y las de
éste con las europeas. Quiere ser una propuesta cálida y emotiva,
impulsada por un sentimiento de empatía y dirigida sobre todo a
conseguir el objetivo de la convivencia plena de los diversos pueblos
de España.
No se trata de una visión nueva de Cataluña y España. En todo caso
es una visión renovada que es hija de una tradición que hunde sus
raíces en la Cataluña liberal y librecambista del siglo XIX y que tiene
referencias como el diálogo de Joan Maragall con los intelectuales del
98, el joven Cambó, la izquierda catalanista que eclosiona con la
Generalitat republicana y se compromete a fondo con la Segunda
República, el municipalismo, el catalanismo unitario representado por
la Asamblea de Cataluña y, finalmente, la Generalitat provisional con
el president Josep Tarradellas al frente.
Es una tradición que ha encontrado en muchos momentos su
tradición complementaria en Castilla: la Institución Libre de
Enseñanza sería su símbolo más depurado.
1
�Soy de los que creen que sobre la base del entendimiento de estas
dos tradiciones es posible una España plenamente reconciliada, una
España incluyente, no excluyente, que no sea recelosa de las
nacionalidades y regiones que la integran.
También creo (con José Luís Rodríguez Zapatero) que vamos a tardar
alrededor de dos años en definir con precisión lo que entendemos por
"nuevo federalismo”, es decir, el conjunto de condiciones políticas de
una España posible, que van desde el sistema de financiación pública
a tres niveles hasta la distribución de los recursos hídricos, o la red
de alta velocidad o, en fin, las inversiones en las áreas
metropolitanas.
La "España que pudo ser" y que ya empezó a perfilarse a partir de la
Constitución de 1978 será una realidad plena en un mañana no
inmediato, pero no lejano. Esta es una convicción que nace de mi
propia experiencia familiar.
Pero, más allá de los sentimientos, entiendo que se trata también de
una cuestión de intereses, de interés mutuo.
A Cataluña no le interesa permanecer ni un momento más
ensimismada en un continuo ejercicio narcisista. Necesita volcar
todas sus energías en atrapar las nuevas oportunidades que ofrece el
proceso de globalización, sin las que la afirmación de la identidad se
convertiría en una retórica vacía para un país inexistente.
Y a España no le interesa que uno de sus motores vaya al ralentí y
que entre tanto vaya cultivando agravios.
Quiero que vean en mí y en el proyecto del socialismo catalán la
representación de una Cataluña que quiere entenderse con España
con una propuesta de catalanismo federal, basado en los principios de
unión y libertad, y con un talante amable, pactista, razonable y
cordial que, a la vez que presenta sus aspiraciones, ofrece confianza
y corresponsabilidad.
Una propuesta catalana para España: el nuevo federalismo
Todo ello me lleva a proponer una determinada lectura de les
nuestras leyes y de nuestras instituciones comunes. Dejando claro de
entrada que lo importante es una determinada concepción de fondo y
que, por consiguiente, las leyes y las instituciones son instrumentos todo lo delicados que se quiera- para entendernos y para facilitar la
convivencia común.
2
�La lectura que les propongo puede identificarse con la denominación
de nuevo federalismo, aunque no es mi intención propiciar un debate
nominalista, ni mucho menos doctrinario... Pero, ¿acaso no es el
Estado de las Autonomías un Estado federal en su funcionamiento
real?
Lo que es bien cierto es que nos encontramos ante una realidad
institucional y política compleja que demanda audacia en la visión de
los problemas y pragmatismo en su solución.
Dicho esto, no tengo reparo en afirmar que mi propuesta -la
propuesta de los socialistas catalanes- es una propuesta federal para
España pensada desde la periferia de España y mirando a Europa.
Y es una propuesta que creo actual por un triple motivo:
Por la necesidad de superar la perplejidad de la izquierda española
después de la derrota electoral en las elecciones generales, que puso
en circulación, entre otras cosas la idea discutible de que el cuerpo
electoral achacaba a los socialistas la ausencia de un proyecto común
y entendible de España. [La propuesta de política autonómica y
municipal del PSOE a través del documento "La Estructura del
Estado" impulsado en 1998 por Joaquín Almunia, contiene un
proyecto claro y completo.]
Por la necesidad de producir una inflexión en la posición del PP que,
al fosilizar el texto constitucional del 78, nos puede abocar fácilmente
a una regresión de consecuencias imprevisibles. Se trata de una
actitud basada en la consideración de que deben corregirse los
"excesos" del pacto constitucional del 78 y volver a la "normalidad"
de una concepción unitaria de España que - a lo sumo- tolera o
conlleva las "particularidades". El Partido Popular ha capitalizado
electoralmente, según algunos, su idea simplista de España. Una idea
que puede ser reconfortante para muchos cuando la inseguridad se
instala en les conciencias. Pero es una idea basada - a mi juicio- en
una lectura parcial e incompleta de la Constitución y de la propia
Historia de España. La Constitución, todas las Constituciones en su
inicio, son una inmensa Disposición Transitoria, desde el pasado y
hacia el futuro. En nuestro caso desde la dictadura a la democracia.
Volveré sobre este punto...
Y, en tercer lugar, creo que nuestra propuesta federal es actual por la
desorientación de los nacionalismos periféricos plasmada en el
movimiento táctico de la "Declaración de Barcelona" y su inaceptable
preámbulo y en la profunda crisis que atraviesan, por motivos bien
distintos y conocidos, Convergència i Unió y el Partido Nacionalista
Vasco.
3
�Pienso que no es conveniente estar hablando todo el día del
terrorismo y del conflicto vasco, ni mucho menos sobreactuar
confundiendo el papel que deben realizar las instituciones y la
sociedad civil. De este modo, se contribuye sin quererlo a reforzar la
estrategia de eta (a la que no nombraría nunca por su nombre en
mayúsculas, por cierto). Déjese de fabricar mociones, declaraciones y
manifestaciones que tienen el doble carácter de reafirmar nuestro
dolor y confirmar a los que lo producen que están consiguiendo los
efectos que se propusieron.
Aplíquense los acuerdos globales antiterroristas, cumplan las
instituciones sus obligaciones y foméntese el contacto con la sociedad
vasca para producir las condiciones políticas y sociales de la derrota
del terrorismo.
Los socialistas catalanes creemos que los nacionalistas vascos han de
cambiar de política y si no están dispuestos a hacerlo las elecciones
anticipadas son una ineludible exigencia democrática. Cuanto antes
mejor.
Pero creemos también que el Partido Popular no debería pretender
obtener rendimientos electorales de la situación tanto en el País
Vasco como, sobre todo, en el resto de España.
Defiendo pues la oportunidad de la propuesta federal a pesar de las
circunstancias. Hay que empezar a trabajar aunque el resultado sólo
se obtenga dentro de algunos años.
Mantener la propuesta federal es oportuno a pesar de las
circunstancias temporalmente adversas, que pueden aconsejar
modularla o precisamente por ellas, puesto que obligan a un mayor
esfuerzo de explicación, de diálogo y de búsqueda del interés común.
De un interés común que no está predeterminado para siempre,
como nos recordaba el llorado Ernest Lluch al advertir - en polémica
con la Real Academia de la Historia- que lo "permanente" e
"invariable" es ahistórico.
Y no ignoro las voces que en Cataluña consideran que "ya hemos
hecho tarde" (como decimos allí) y que, por consiguiente, el esfuerzo
de pedagogía y de diálogo es del todo inútil. No lo comparto, pero es
un aviso a tener en cuenta.
También creo que la mejor contribución desde Cataluña a la solución
de los problemas generales de la gobernabilidad de la España plural
es hoy una actitud moderada de mantenimiento de nuestras
posiciones federales y de explicación serena de porqué nos parece
que son las más apropiadas para la efectiva vigencia del espíritu de la
actual Constitución española y de nuestro Estatuto de Autonomía.
4
�Y, por lo tanto, de todos los demás Estatutos.
Es más: creo que esta actitud tendrá una utilidad diferida. La de
ayudar a promover un cambio en la cultura política y jurídica de
España que será imprescindible para resolver en el momento
oportuno -es decir una vez vencido el terrorismo- el conflicto vasco.
Un momento en el que necesitaremos pensar aquello que aún no
existe pero que puede existir y es mejor. Estoy convencido de ello.
Pienso que detrás de las dificultades que existen en el centro de
España para entender a las nacionalidades históricas y en particular
para entender la singularidad de Euskadi y encontrar el camino de la
paz, existe el temor de que Cataluña quiera lo mismo que Euskadi y
que esto haga imposible cuadrar las ecuaciones de la cohesión
española, tanto económica como culturalmente.
Que no abriguen estos temores. Cataluña quiere otra cosa. Quiere
contribuir, y de forma destacada, a la construcción de la España
plural. Y lo quiere así porqué es consciente de su peso y sobretodo
porqué es consciente de que difícilmente irá bien si no es dentro de
una España europea y fuerte y de que España no lo será si Cataluña
no se vuelca en ello.
¿En qué principios se basa la propuesta federal?
El federalismo se basa en los principios de unión y devolución. O, si lo
prefieren, de unión y proximidad.
Unión siempre que sea necesario; proximidad siempre que sea
posible.
Estos principios se derivan de los Tratados Europeos que hemos
ratificado. Son derecho positivo y vigente, aplicable por los jueces y
tribunales.
A esa conjunción de principios los Tratados la denominan
subsidiariedad.
La subsidiariedad recogida en los Tratados no equivale
necesariamente ni con exactitud a la proximidad del gobierno a la
sociedad o a los ciudadanos. Equivale a la preferencia por la
proximidad de la toma de decisiones en igualdad de condiciones de
eficacia, equidad y peligro de colusión.
La falta de eficacia, la falta de equidad o cohesión y el peligro de
colusión entre administración y particulares se constituyen en
excepciones a la regla de la proximidad establecida en el preámbulo
de los Tratados de la Unión.
5
�El principio de subsidiariedad ha tenido interpretaciones diversas a lo
largo de su vigencia en los Tratados. La doctrina de Birmingham,
adoptada bajo presidencia británica, es mucho más restrictiva que la
predominante en las culturas políticas alemana, italiana o de los
Países Bajos: limita la proximidad a un criterio de preferencia a favor
de los estados en todos aquellos temas que no hayan pasado a ser de
competencia comunitaria.
La conferencia Intergubernamental prevista para el año 2004 fijará
en definitiva el concepto relevante de subsidiariedad y el consiguiente
reparto de competencias, o mejor dicho, los criterios para la
atribución de competencias en circunstancias distintas y bajo culturas
políticas distintas, como son las que componen Europa.
Criterios comunes, culturas distintas: esta es la realidad europea que
se está imponiendo. Criterios comunes incluso en la adopción de las
fórmulas para excepcionar a las culturas más distintas o distantes de
la cultura política dominante, como ocurre con la unidad monetaria o
en diversos temas objeto de cooperación reforzada o parcial, no de
todos los países.
El federalismo, en la medida en que persigue la Unión de los pueblos
de Europa, como propone el preámbulo del Tratado, no es asimétrico
más que en la medida requerida para combinar esa diversidad con la
igualdad de derechos políticos. No trata de anular la diversidad sino
de reflejarla en un sistema común de derechos. "Asimetría" es un
concepto que pueden manejar con precisión los politólogos, pero que
los políticos no deberíamos utilizar más que con gran precaución.
El federalismo hace residir en la persona y en la sociedad, más que
en la nación, la fuente del derecho. En este sentido es "socialista"
(entre comillas) o societario. El jacobinismo centralista y el
independentismo, que hacen residir la fuente del derecho en el
Estado-nación 1 son en cambio, en este mismo sentido,
"nacionalistas".
El principio de confianza federal o lealtad constitucional (la
"Bundestrue" del federalismo alemán), tanto vertical (estadoautonomías) como horizontal (entre autonomías) es requisito
indispensable del buen funcionamiento de los Estados-nación
plurales.
Un socialista andaluz -Javier Torres Vela- ha precisado con acierto el
alcance del principio de confianza federal que "supone -dice- una
aceptación plena del pacto constitucional y de respeto de cada
instancia territorial a las competencias de los demás poderes
públicos"
6
�Quiero resaltar especialmente el valor de este principio en un
momento en que son cada vez más las voces - equivocadas a mi
modo de ver - que dudan que hoy fuera posible reeditar el pacto
constitucional tal como fue concebido en 1978.
No es lo mismo, evidentemente, el espíritu del 78 que el espíritu del
24 de febrero de 1981, cuando un conocido director de un medio de
comunicación de Madrid no veía otra alternativa que sacrificar el
Estado de las Autonomías para que pudiera pervivir el sistema
democrático. Pero hoy, con mayor perspectiva histórica,
comprendemos mejor lo que ha pasado y podemos empezar lo que
aquel espíritu de entonces nos pide que hagamos ahora para
profundizar en él y mantenerlo vivo.
Los pilares de la propuesta federal
El nuevo federalismo que proponemos es un federalismo desde abajo,
que reconoce y respeta la diferencia, que articula de maneras
diversas las realidades que son diversas.
Un federalismo que se basa en dos criterios: la igualación en servicios
y estándares de vida de los ciudadanos, es decir solidario con las
partes menos desarrolladas; pero, a la vez, un federalismo que no
confunde la solidaridad con la uniformidad y que es capaz de ofrecer,
como ha ofrecido, todas las posibilidades de desarrollo nacional,
político y cultural a viejas naciones como la catalana o la vasca y
todas las posibilidades de prosperar en el marco de su peculiaridad a
los archipiélagos y a determinadas regiones que se sienten también
nacionalidades.
Un federalismo que valora tanto la legitimidad histórica de los
pueblos de España y sus instituciones, como la legitimidad de
ejercicio de la que habla José Bono cuando explica el arraigo
creciente del sentimiento comunitario en Castilla La Mancha.
La propuesta federal que les propongo se fundamenta en cuatro
pilares básicos: el político, el fiscal, el cultural y el judicial.
Federalismo político
En el ámbito político la propuesta principal es reformar el Senado
para convertirlo en lo que proclama el artículo 69.1 de la
Constitución: la cámara de los territorios.
Se trata de adecuar el Senado a la estructura real de nuestro Estado
para que cumpla la función constitucional específica que tiene
asignada: llegar a ser el espacio institucional de participación de las
Comunidades Autónomas en el Estado.
7
�Lo cual requiere -por ejemplo- asegurar la participación con voz de
los presidentes autonómicos tanto en Pleno como en Comisión; la
elección de los senadores por los Parlamentos autonómicos; la
posibilidad de que los senadores elegidos sean alcaldes; la posibilidad
de que los Gobiernos autonómicos puedan incluir puntos de debate
en el orden del día...
El Senado ha de ser así el espacio institucional común del diálogo
multilateral entre el Gobierno español y las Comunidades Autónomas.
Pero también ha de ser la cámara de diálogo entre las Comunidades
Autónomas desde la que pueda ser abordada la cooperación entre
ellas.
Asimismo, el Senado ha de canalizar la participación de las
Comunidades en la Unión Europea.
Y ha de incorporar la realidad plurilingüística de España, de modo que
se convierta en normal y habitual el uso de las lenguas oficiales de
las Comunidades Autónomas. El voto contrario al que hemos asistido
esta semana negando la posibilidad de que el DNI y el pasaporte se
expresen en los dos idiomas, el propio y el común, indica una
resistencia a aceptar esta realidad.
Y ha de tener en algunas leyes funciones legislativas de primera
lectura (la reforma de los estatutos de Autonomía, las leyes del
artículo 150 de la Constitución, la ley del Fondo de Compensación
Interterritorial, los convenios y acuerdos de cooperación de las
Comunidades Autónomas y la ley orgánica prevista en el artículo
157.3 de la Constitución); y ha de ser el ámbito del primer debate de
las iniciativas legislativas de los Parlamentos autonómicos.
En el Senado ha de existir una comisión parlamentaria permanente
encargada del debate y del seguimiento de la financiación de las
organizaciones territoriales del Estado.
El Senado ha de crear una Oficina de asuntos económico-territoriales
que permita el acceso a toda la información sobre los flujos
económicos, elaborada a partir de una base territorial.
Y, finalmente, el Senado ha de seguir siendo una cámara de debate
político en tanto que cámara de las Cortes Generales. En donde el
Presidente del Gobierno, una vez obtenida la investidura y formado
Gobierno, debería comparecer para exponer y debatir su programa
relativo a la estructura territorial del Estado y sobre el pluralismo
cultural y lingüístico.
8
�En resumen, el Senado es una cámara de representación y de debate
político [Quisiera mencionar en este momento la magnífica
conferencia que Jesús Caldera pronunció en esta misma tribuna hace
dos meses sobre la representación política y el Parlamento.] y ha de
ser también la primera y principal voz en las cuestiones relativas al
Estado de las Autonomías. Aquella es la función genérica que
comparte con el Congreso y esta última constituye el objetivo
específico del Senado.
La reforma del Senado en el sentido que les he expuesto requiere de
una reforma muy concreta de la Constitución: la del artículo 69 del
Título III de la misma y de aquellos que sean concordantes o
complementarios, sin que tenga que modificarse el Título VIII. No
hemos de discutir el sistema autonómico, sino la organización del
Senado, en tanto que cámara de representación territorial y como
órgano integrante de las Cortes Generales.
De todos modos, más adelante me referiré a la cuestión de la reforma
constitucional.
Quisiera añadir, más allá de los criterios expuestos sobre la reforma
del Senado, una consideración sobre la oportunidad de integrar a los
municipios en la representación senatorial de cada una de las
autonomías, de tal modo que el conjunto de las instituciones
territoriales puedan tener una presencia equilibrada en el máximo
órgano legislativo del Estado.
Y no quisiera cerrar este capítulo dedicado a los aspectos
institucionales de la propuesta federal, sin mencionar un aspecto de
un alto contenido simbólico: la localización de instituciones del Estado
fuera de la capital de España.
Tenemos un tímido, pero positivo, ejemplo en la radicación en
Barcelona de la Escuela Judicial.
La lógica profunda de un Senado como cámara territorial conlleva la
posibilidad y la conveniencia de potenciar la presencia regular del
Senado en las Comunidades Autónomas, tanto desde el punto de
vista simbólico como desde la perspectiva de la localización
descentralizada de alguno de sus servicios. Hay que acercar las
instituciones representativas de la soberanía popular al pueblo del
que emanan, tanto por las vías que abren las nuevas TIC, como por
las vías tradicionales de las Cortes viajantes. Hay que terminar con el
absurdo de la identificación de lo nacional con un lugar, un acento o
un rincón del país.
9
�Federalismo fiscal
El federalismo fiscal constituye el segundo pilar de la propuesta
federal.
Proponemos afrontar la organización de la financiación territorial
desde cuatro grandes criterios.
El primero, igualar los resultados en gasto público por habitante de
las autonomías del régimen foral con las autonomías del régimen
común, en proporción a sus competencias y en un horizonte tan largo
como sea necesario (20 años, por ejemplo). Y que quede claro que
decimos los mismos resultados, no necesariamente el mismo
procedimiento.
El segundo criterio se refiere a la redistribución del gasto público
entre las tres administraciones públicas, de modo que la
Administración del Estado limite su participación -sin pensiones ni
amortizaciones de la deuda pública - al 40%, repartiéndose el 60%
restante a partes iguales entre autonomías y ayuntamientos. Es
imprescindible un planteamiento general que tenga una visión de
conjunto del papel y el peso de los tres niveles de gobierno (central,
autonómico y local).
El tercer criterio atañe al tratamiento de las áreas metropolitanas y
propone igualar la inversión del Estado por habitante entre las áreas
metropolitanas españolas de más de un millón de habitantes (hoy
Madrid, Barcelona y Valencia, mañana quizás Sevilla, Bilbao,
Zaragoza y Málaga)
El cuarto criterio define una regla básica de equidad fiscal territorial:
que las autonomías paguen en proporción a su riqueza y reciban en
proporción a su población. Es decir, pagar por renta y recibir por
población.
A estos cuatro criterios nuestros compañeros andaluces añaden un
quinto criterio: la concesión de un período de tiempo de
aproximadamente diez años para la recuperación de retrasos
estructurales históricos de algunas comunidades autónomas mediante
una financiación suplementaria.
Desde Cataluña nos parece que es un objetivo posible y deseable.
Tiene la virtud de insistir en la cohesión y la virtud adicional de limitar
el esfuerzo en el tiempo. Está en la línea de la reciente sentencia del
Tribunal Constitucional alemán sobre la cohesión entre los territorios
ricos y pobres de la República Federal y en la línea del Consejo
Europeo respecto de la cohesión entre estados.
10
�Seguramente podría extenderse esta temporalidad a la recuperación
de los retrasos relativos de algunas áreas metropolitanas respecto de
la de Madrid, tal como sucedió durante el período preolímpico, en el
que las inversiones de la Administración del Estado en el área de
Barcelona igualaron a penas las inversiones realizadas en el área de
Madrid. Después las inversiones se han desequilibrado. En parte por
la menor inversión del Estado y en parte también por las menores
inversiones de la Generalitat de Cataluña en comparación a las de la
Comunidad de Madrid.
Por otra parte, sería necesario admitir el argumento del actual
Gobierno de la Generalitat de Cataluña de que el cuarto criterio
(pagar por riqueza y recibir por población) tendría que modularse por
la mayor demanda de determinados servicios públicos (por ejemplo,
la Sanidad) a medida que aumenta la renta. (Aunque esto favorecería
también a la Comunidad de Madrid y no ayudaría a restablecer el
equilibrio, ni tampoco a cuadrar posibilidades financieras y gastos
efectivos).
Lo que ha de quedar claro es que los socialistas catalanes insistimos
en tres cosas.
Que lo importante no es discutir solamente qué impuestos concretos
y qué gastos concretos se redistribuyen. Lo importante es ponerse de
acuerdo en los objetivos que perseguimos todos juntos, objetivos
como los que nosotros proponemos en los cinco puntos, porqué si no
la discusión técnica sobre los impuestos no se acabará nunca y
desvirtuará el debate político de fondo. A todos nos interesan
planteamientos a medio y largo plazo que permitan dar estabilidad y
hacer factibles financieramente las medidas que se adopten.
Que el federalismo fiscal no es auténtico federalismo si no comporta
un cierto margen de libertad en el establecimiento de los tipos
impositivos, cosa que puede aligerar además los problemas derivados
de la mayor demanda de servicios de la población a medida que
aumenta la renta y que de paso garantiza la auténtica
corresponsabilidad fiscal de las autonomías, hoy ausente o muy
insuficiente.
Que la discusión sobre los objetivos del federalismo fiscal no se puede
ir retrasando hasta finales del año 2001, para entrar en vigor en el
2002, lo que supondría, contando con los plazos de entrada en vigor
efectivo del sistema, que no se aplicaría totalmente hasta la próxima
legislatura. Ello introduce un grado de incertidumbre política
inaceptable. Los socialistas catalanes exigimos que la discusión
comience ya, que participemos todos y que antes de finalizar el año
estén fijados unos objetivos estables para los próximos 10 o 15 años,
o más si es posible.
11
�En resumen: ofrecemos un cuadro estable de relaciones fiscales y
financieras de carácter federal, equitativo y duradero, con
corresponsabilidad y suficiencia, que pueda ayudar decisivamente a
eliminar los fantasmas del rencor y la desconfianza entre
comunidades.
Federalismo cultural
En el ámbito cultural y educativo es donde nos jugamos de verdad la
viabilidad de una España de todos. La educación es la fuente del
entendimiento, que es el cemento de la España plural, el único
cemento duradero.
Es un grave error considerar que la protección y la promoción de las
culturas y de las lenguas españolas no castellanas compete
exclusivamente a las instituciones catalanas, vascas y gallegas y que,
por consiguiente, la acción cultural y educativa del Estado debe
circunscribirse a la cultura española expresada en castellano.
Más allá de las definiciones competenciales existe un deber moral y
político del Estado de incorporar a su "corpus" simbólico todas las
culturas y todas las lenguas de España.
Por ello, los cuatro idiomas españoles -el castellano, el catalán, el
vasco y el gallego- han de ser protegidos por el Estado y estar
presentes en sellos, pasaportes y documentos de identidad, en las
emisiones del Euro, y en las instituciones culturales españolas de
todo tipo.
Del mismo modo, las autonomías con lengua propia distinta al
castellano deben -en reciprocidad- defender y proclamar el castellano
como una inmensa riqueza propia, cerrando el largo período histórico
de justificados resentimientos por la continuada persecución del
catalán, del euskera y del gallego y la imposición del castellano, que
ha durado más de dos siglos.
Es asimismo imprescindible que en todas las escuelas de España se
explique una historia que sea la historia común de los pueblos de
España. Ni la historia única de España, ni las diecisiete versiones
autonómicas de la misma.
Una historia común de un país formado por gentes de distinta
"nación", de cimientos diversos, pero que se respetan, debiera
permitirnos adoptar un punto de vista cada vez más común, no
ignorante de las diferencias pero sí consciente del terreno compartido
12
�Esto es federalismo: educación en la pluralidad, entendimiento entre
los pueblos de España de los que habla la Constitución. Unión y
libertad. No unión pero libertad; o libertad pero unión: libertad y
unión. Ser diferentes e ir juntos. Y por lo tanto ser iguales en el
destino, aunque diferentes en el origen.
Federalismo judicial
Y el cuarto pilar de la propuesta federal se refiere al ámbito de la
justicia.
En el campo judicial, los socialistas catalanes estamos por la
transferencia a los Tribunales Superiores de Justicia de las
competencias del Tribunal Supremo en materia de casación de
sentencias. Es uno de los aspectos de la necesaria reforma para
conseguir una justicia más ágil y próxima.
Entendemos que la casación en los Tribunales Superiores
autonómicos ha de tener una sola excepción: el recurso de unificación
de doctrina ante el Tribunal Supremo, al alcance de todos aquellos
ciudadanos que consideren que la jurisprudencia de uno o varios
Tribunales Superiores de otras Comunidades les es más favorable.
Con ello se garantiza la homogeneización en última instancia de la
jurisprudencia sin renunciar a la proximidad y diligencia de la justicia.
Si pensamos a escala europea, algún día llegará que el Tribunal de
Luxemburgo tenga que hacer esta clase de arbitraje entre ciudadanos
de los diferentes estados de la Unión Europea. Sin duda la Carta
Europea de Derechos del Ciudadano nos aproximará a él.
El decálogo federal
Hasta aquí el recorrido por los cuatro ámbitos en que se concretan las
propuestas del nuevo federalismo: el político, el fiscal, el cultural y el
judicial. A lo largo de este recorrido se han perfilado diez
proposiciones que constituyen una especie de decálogo federal.
1. Reformar el Senado para convertirlo en la cámara territorial.
2. Descentralizar las sedes de las Instituciones del Estado.
3. Igualar en 20 años los resultados del régimen foral con los del
régimen común.
4. Redistribuir el gasto público en la proporción 40-30-30.
5. Igualar la inversión del Estado por habitante en las áreas
metropolitanas.
6. Pagar por renta y recibir por población.
13
�7. Conceder un período de diez años a las Comunidades Autónomas
con atrasos estructurales.
8. Proteger e impulsar desde el Estado las cuatro lenguas españolas.
9. Enfocar la enseñanza de las Humanidades en torno a la historia
común de los pueblos de España.
10. Casar las sentencias en los Tribunales Superiores de Justicia
autonómicos con la excepción del recurso de unificación de doctrina.
¿Hay que reformar la Constitución?
¿Qué consecuencias constitucionales tienen las propuestas que les he
explicado? ¿Es necesaria la reforma de la Constitución? ¿Es oportuno
plantearlo?
Ante todo creo que hay que acabar con el tabú de la Constitución
intocable.
Ya les he avanzado mi convicción de que es necesario reformar la
Constitución para conseguir que el Senado se convierta plenamente
en la cámara de representación territorial para que, como tal, llegue
a ser el símbolo institucional del reconocimiento político de la
diversidad nacional, cultural y lingüística de España.
No tiene sentido alimentar temores ante el planteamiento de una
reforma constitucional precisa y concreta.
En el campo político y en el campo académico es reconocido el
carácter abierto de la Constitución, que es lo que ha permitido
precisamente la construcción del Estado autonómico.
Un sistema complejo -como el Estado de las Autonomías- que aspire
a mantenerse ha de ser abierto y adaptable.
El consenso de partida que hizo posible la Constitución de 1978 exige
su continuidad mediante un pacto constitucional permanente que
puede llevar a revisiones periódicas del texto constitucional. La
aprobación de los sucesivos Estatutos de Autonomía ha sido un
ejemplo de esta renovación continuada del pacto constitucional.
Están fuera de la realidad las propuestas de cerrar el modelo de
Estado y también los que consideran intocable la Constitución. Son
actitudes que esconden la defensa de una España que ya no existe.
No es lo mismo proponer el cierre del modelo, como hace el PP, que
querer dar nuevas perspectivas al Estado autonómico a partir de la
corrección de sus disfunciones y sus desequilibrios.
14
�Los socialistas catalanes queremos dotar de estabilidad y eficiencia al
modelo autonómico para que encuentre su punto de equilibrio, pero
no a costa de ignorar la realidad plural de España. Hemos aprendido
muy bien la lección de la LOAPA y por ese camino no nos
encontrarán.
En veinte años se han producido dos cambios sustanciales en la
configuración del Estado español como son: la generalización de las
autonomías y la plena incorporación de España a la Unión Europea.
Ambos cambios ulteriores a la Constitución de 1978, que, si bien
puede considerarse implícitamente federal, admite y necesitareformas para incorporar nuevos planteamientos, derivados
precisamente del desarrollo autonómico.
Hay suficientes razones, pues, para intentar un nuevo paso adelante
que implique la renovación del pacto constitucional.
Un nuevo pacto constitucional que se proponga completar el
desarrollo autonómico y corregir los desequilibrios y disfunciones, por
un lado, y avanzar en el reconocimiento de la realidad plurinacional
de España, por el otro.
Un nuevo pacto constitucional que ha de comportar cambios precisos
y acotados en la Constitución para reformar el Senado.
Concretamente y tal como les he avanzado antes: la reforma del
artículo 69 del Título III y de aquellos que sean concordantes o
complementarios.
Estoy convencido que también es necesaria la reforma constitucional
para reformar la Justicia, el verdadero agujero negro de nuestro
sistema democrático. Pero soy consciente que, hoy por hoy, es más
factible llegar al consenso sobre la reforma del Senado (empezando
por la asistencia de los presidentes y líderes autonómicos) que sobre
la reforma judicial.
Más allá de la reforma constitucional: la confianza federal
Con el mismo espíritu del pacto de renovación constitucional han de
resolverse los principales problemas pendientes de nuestro Estado
autonómico. Muchos de ellos los he ido identificando al desgranar las
propuestas del nuevo federalismo.
La financiación autonómica y local, la participación de las
comunidades autónomas en la formación de la voluntad estatal ante
la Unión Europea o la reforma de la Administración del Estado
derivada de la culminación de los traspasos de competencias a las
15
�Comunidades Autónomas son algunos de los problemas que
demandan cambios legislativos y decisiones políticas formales, pero
también precisan de acuerdos tácitos o pactos no escritos sobre el
modelo de relación entre el Estado central y las comunidades
autónomas, en la línea de lo que en los Estados federales
consolidados se denomina confianza federal.
Y, pensando en el futuro inmediato, hay que prever asimismo el
proceso de redistribución de poder y competencias entre las
comunidades autónomas y los municipios, de manera que el principio
de proximidad termine por ser el criterio rector de toda nuestra
organización institucional.
Pero, el nuevo pacto constitucional no puede limitarse a completar el
desarrollo autonómico y a corregir las disfunciones observadas.
Se ha de avanzar a la vez en el reconocimiento de la realidad
plurinacional de España.
Un ejemplo del alcance de este reconocimiento sería una decidida
política lingüística y cultural de Estado que facilitase y promoviese el
uso de todas las lenguas de España en las instituciones, los
documentos y los símbolos del Estado autonómico, tal como les he
explicado antes.
Sin el reconocimiento explícito de las diferencias -de lo que se ha
convenido en denominar "hechos diferenciales"- podríamos llegar a
perfeccionar el modelo de Estado y sus instituciones, pero
seguiríamos sin resolver el problema de la convivencia de las
Españas.
Además de un Estado más estable y eficiente, aspiramos -en palabras
de Isidre Molas- a una España cómoda para todos.
En 1978 la esencia del pacto constitucional consistió en que las
fuerzas políticas ampliamente mayoritarias de Cataluña y el País
Vasco renunciaron a ejercer el derecho de autodeterminación, a
cambio de conseguir un nivel de autonomía y de autogobierno a la
altura de lo que habían conseguido con los Estatutos de la Segunda
República.
Podría afirmarse que el sacrificio de la expresión de la diferencia y de
la pluralidad nacional de España ha sido el precio pagado desde
Cataluña y el País Vasco para hacer posible la construcción y la
consolidación de la democracia española.
Hoy, el núcleo del nuevo pacto constitucional tendría que consistir en
que las nacionalidades históricas -Cataluña, el País Vasco y Galicia16
�acepten la generalización autonómica, la igualdad competencial y el
equilibrio del modelo, a cambio de que las otras comunidades
reconozcan la diversidad plurinacional, pluricultural y plurilingüística
de España y, en consecuencia, las expresiones políticas de los hechos
diferenciales.
En definitiva, queremos abrir un diálogo sereno, desde la franqueza y
la confianza, para poder caminar todos los pueblos de España juntos
hacia el Estado federal y la España plural.
Los socialistas catalanes estamos convencidos de la necesidad de
este paso hacia delante. Nuestra apuesta de futuro es convertir esta
necesidad en posibilidad.
Muchas gracias.
Pasqual Maragall
17
�
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04.02. Activitat política
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Recull la documentació generada en relació a Pasqual Maragall en la seva activitat als partits i associacions d'àmbit polític: Front Obrer de Catalunya (FOC), Convergència Socialista de Catalunya (CSC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciutadans pel Canvi (CpC).
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El nuevo federalismo en España y Europa: la propuesta catalana para Europa
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Castellà
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Club Siglo XXI (Madrid)
Abstract
A summary of the resource.
Conferència de Pasqual Maragall explicant la proposta que lidera des del punt de vista català, per una Espanya i una Europa federals.
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Conferència
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Maragall, Pasqual, 1941-
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Federalisme
Catalunya
Espanya
Europa
Subsidiarietat
Territoris
Acció política
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Discursos i conferències
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CONFERENCIA DE PASQUAL MARAGALL EN EL CLUB SIGLO XXI
Madrid, 24 de marzo de 2003
1. Hacer política en tiempos de crisis
He de confesarles que contemplo con asombro la atención hiperbólica con que
algunos sectores siguen mis actuaciones y mis opiniones políticas.
Con un afán desmesurado - a mi juicio- enfatizan en mi trayectoria lo que creen
salidas de tono, peligrosas derivas, etc.
Más allá del empeño partidista - que existe - creo advertir en esta actitud un reproche
de fondo que no es otro que el de no seguir el guión de lo políticamente correcto.
Un guión que pretende achicar sensiblemente el terreno de juego de nuestra vida
política, en el que unos pocos asuntos son de recibo y todo lo que se salga de ellos
resulta una impertinencia.
Quiero aclararles antes de empezar que soy de los que no acepto estas reglas de
juego.
No se trata de una actitud irresponsable.
Bien al contrario, mi actitud responde a un sentido de la responsabilidad:
estoy
convencido de que faltaría a mi deber si, por causa del problema terrorista y de los
ineludibles deberes de prudencia y lealtad que comporta, renunciara a plantear un
proyecto de futuro para Cataluña y para España.
Es más: creo que sin este esfuerzo no encontraremos la salida definitiva al desafío
que nos plantea el terror.
Las situaciones de crisis no se resuelven con el silencio de la política. Determinadas
situaciones, no todas, requieren más política, más palabra razonada, más diálogo,
más propuestas ... y con todo ello más confrontación y más vigor democrático.
1
�Así interpreto mi responsabilidad de político y a ella procuro ajustar mis intervenciones
públicas.
******
Lo primero que quiero decirles hoy:
2. Superar la indiferencia entre Cataluña y España
Uno de los propósitos de mi intervención de esta tarde es manifestarles con toda
claridad que en Cataluña se va a producir un cambio político y que este cambio no tan
sólo se va a notar en Cataluña, sino que tendrá consecuencias muy serias para
España. Y mi pretensión es que tales consecuencias sean positivas. Y les puedo
asegurar que pondré todo mi empeño en ello.
Debemos prepararnos para una situación nueva, para manejarla con determinación,
conscientes de lo que se va exigir de nosotros, tanto en el sentido de la sensatez y la
moderación, como en el de la fidelidad al objetivo de una Catalunya potente y una
España plural y efectivamente reconciliada con esa pluralidad, que es substantiva y
constitucional.
Pienso que la relación entre Cataluña y España no está en su mejor momento. Me
explicaré.
Desde hace un tiempo en Cataluña crece la sensación de retroceso en el proceso
histórico de reconocimiento de la España plural que se inició con la Transición y que
tiene en la Constitución de 1978 su referencia liminar. Los últimos tres años, regidos
por la colaboración del nacionalismo catalán con el nacionalismo español, han sido
perjudiciales en este sentido. (Seria paradójico que ahora el nacionalismo catalán
quisiera descubrir esta realidad evidente).
No se trata de un sentimiento o de una creciente decepción, exclusivas de una
determinada opción política. Al contrario, es un sentimiento compartido por amplios
sectores políticos y sociales catalanes que tienen en común el referente del
catalanismo político, entendido más como la cultura cívica que ha modelado la
Cataluña del siglo XX que como un proyecto partidista.
2
�Constituyen expresiones de este sentimiento pronunciamientos políticos de todos los
partidos del arco parlamentario (con la excepción del Partido Popular), manifiestos
emanados de instituciones económicas, empresariales, sindicales y opiniones de
destacados intelectuales catalanes.
Todas ellas reflejan una cierta perplejidad por la indiferencia,
cuando no por la
hostilidad, con que es tratada Cataluña por el poder político y por una parte influyente
de los medios de comunicación.
Compartir dicha perplejidad no quiere decir que se comparta en Cataluña el
diagnóstico sobre las causas de tal regresión.
No son admisibles las explicaciones basadas obsesivamente en el agravio histórico y
en su presunta o real renovación. Somos muchos los catalanes que reconocemos que
las causas de este distanciamiento son complejas y que algunas tienen su origen en
determinadas actitudes adoptadas desde Cataluña que interactúan con otras actitudes
que podríamos identificar como separadoras.
Asimismo tampoco existe una orientación unánime sobre cuál es la actitud que debe
tomarse desde Cataluña para no desandar el camino hacia la España plural, pero
empiezan a haber expectativas claras.
Mi posición personal y la del espacio político que represento ha sido, es y será
inequívoca al respecto. Se trata de la posición defendida y practicada por los
socialistas y por buena parte del progresismo catalán que quiere afirmar el compromiso
de Cataluña con la España plural.
Es la tradición del catalanismo progresista que representa a la Cataluña que no quiere
vivir del problema de su relación con España. Somos parte de la Cataluña que quiere
resolver el problema.
Reconozco que esta actitud provoca rechazos e incompresiones en sectores del
nacionalismo catalán que consideran que interesarse por España supone desinterés
por Cataluña.
3
�También provoca escepticismo entre gentes amigas, como el que expresaba Xavier
Rubert de Ventós en un artículo publicado en El País, y en el que decía no compartir
mi fe en la España plural, aunque siga compartiendo mi esperanza.
Y, como es obvio, también desde el nacionalismo español se percibe el rechazo
amargo y el desdén de aquellos a quienes
no les cabe en la cabeza otra manera de
entender España que la suya.
Ambos nacionalismos –el nacionalismo español y el nacionalismo catalán (y también
el nacionalismo vasco)- insisten en una concepción nacional-estatista del mundo que
ya no se corresponde con los nuevos tiempos. Creo que estas actitudes ensimismadas
comprometen seriamente el futuro de España como proyecto compartido.
Ante este peligro hay que reaccionar. Sobre todo hay que reaccionar ante el peligro de
la indiferencia, del hastío, de la antipatía, de la desconfianza.
Lo ha explicado muy bien el escritor catalán Antoni Puigverd en un artículo publicado
por la Revista de Occidente, donde dice:
“Dos líneas paralelas se han dibujado a lo largo de estos 25 años. De seguir así nunca
van encontrarse. Cuanto más avanzan, menos coinciden. Y sin embargo tampoco
pueden distanciarse: ni el nacionalismo catalán está en condiciones de impulsar una
decidida vía independentista; ni el españolismo ceñudo, militante (o vergonzante) está
en condiciones de impulsar una energía de fusión. Son dos visiones, dos lógicas, dos
inercias políticas e ideológicas condenadas al empate de la mutua antipatía”
Hasta aquí la cita de Puigverd.
La propuesta del socialismo catalán es una llamada a recuperar el clima moral,
intelectual y político que haga posible pensar otra vez España con la generosidad con
que la pensaron hace 25 años los artífices de la Constitución del 78.
No sé si desde fuera de Cataluña se tiene plena conciencia de la entidad –y de las
consecuencias futuras- de otras actitudes catalanas que no apuestan por este
compromiso con la España plural.
4
�Así, en Cataluña se dibujan otras actitudes sobre la relación con España, sobre cómo
gestionar la interdependencia. Actitudes que van de la renuncia a la desesperanza,
pasando por la conllevancia malhumorada.
Una primera actitud sería la de renuncia al catalanismo por entender que ha alcanzado
sus objetivos básicos.
Sería la rendición del catalanismo a la nueva España moderna y desacomplejada. Es
la propuesta regionalista del Partido Popular y de algunos sectores
del mundo
empresarial catalán. Una propuesta que implica aceptar la congelación del
autogobierno y, por consiguiente, adaptarse a las decisiones centrales sobre las que se
aspiraría a tener capacidad de influencia. Hoy por hoy no es una opción mayoritaria,
pero su viabilidad podría aumentar si la Convergència i Unió de después de Pujol
sucumbiera a los cantos de sirena de un “encaje bávaro”.
La segunda actitud sería la de otra renuncia: la renuncia a España.
Sería la respuesta independentista basada en la convicción de la irreformabilidad de
España, de su mentalidad colectiva y de sus instituciones. Sería la renuncia a
gestionar la pluralidad por la insuficiencia de los actuales instrumentos y, sobre todo
por la percepción de que no es posible tender puentes si en una de las orillas no hay
nadie dispuesto a avanzar el trecho que le corresponde.
Es una propuesta fácil y contundente, pero que se va desarrollando con creciente
sofisticación. Se trata de una posición minoritaria pero cuyo atractivo puede crecer en
un contexto de hostilidad.
Y una tercera actitud sería la de la conllevancia entre Cataluña y España.
Sería el pacto coyuntural del catalanismo con España, la firma del empate permanente.
Es la posición accidentalista practicada por CiU, en la que los progresos en el
autogobierno dependen de la coyuntura política. Cataluña obtiene ventajas si el
Gobierno central depende de los votos de CiU. Cataluña ve peligrar los avances
conseguidos si el Gobierno central dispone de mayoría absoluta. No se consolidan los
avances del autogobierno, ni del Estado autonómico y, mientras tanto, el foso afectivo
se va ensanchando y la desconfianza va impidiendo pensar en un futuro común.
5
�Frente a estas actitudes, reafirmo la esperanza y la posibilidad de la España plural. Es
más: reafirmo que a pesar de los problemas a los que me he referido, los últimos 25
años han sido sin duda los mejores de la historia política de Catalunya desde hace
siglos (siglos, no años).
Proponemos pues el pacto permanente del catalanismo con la España democrática. El
pacto federal que proporcionará un horizonte estable a los autogobiernos. Viable si en
Cataluña se renueva el pacto catalanista y éste se expresa de forma unitaria. Viable si
se recupera y renueva una idea plural de España. Con Euskadi al fondo, constituida
(contra el deseo de sus ciudadanos, estoy seguro) en obstáculo para avanzar, pero a
la vez necesitada de caminos de salida a su conflicto interminable.
La esperanza de la España plural hay que alimentarla con gestos, con pequeños
pasos, con reciprocidad, con lealtades compartidas.
En un artículo reciente de uno de nuestros más conspicuos federalistas –el profesor
Antoni Castells- se traza con inusual sinceridad esta situación:
“El catalanismo ha de jugar una vez más la carta de la implicación en la política
española. De formular propuestas pensando no sólo en Cataluña, sino en el conjunto
del Estado. Debe hacerlo por sentido de la responsabilidad, por solidaridad con los
demás pueblos de España, y también por interés propio.
El catalanismo tiene que ser generoso. Cuando lo ha sido, se ha ganado el respeto y la
admiración del resto de España y ha gozado de gran autoridad política. Ésta es, pues,
la vía a seguir.
Pero el catalanismo –prosigue Castells- necesita saber que sus planteamientos
básicos son comprendidos y compartidos también fuera de Cataluña. Y en este punto,
no todos los interlocutores son iguales. No lo han sido en el pasado ni lo son ahora. Por
esto, ante el proyecto nacionalista de la derecha española, se han de erigir unas
fuerzas políticas de signo progresista que respondan a la generosidad con
generosidad, a la implicación de Cataluña en España con el compromiso activo de
España en las aspiraciones al autogobierno del pueblo de Cataluña, y con el respeto a
su identidad, a su lengua y a su cultura”
6
�Hasta aquí la cita. Añado más: Euskadi tiene y tendrá un régimen de excepción.
Catalunya es demasiado grande para pretenderlo. Está obligada a modificar el sistema
político general para mejorar. Lo que no excluye por supuesto que el sistema general
sea diferencial y reconozca la existencia de nacionalidades históricas con lengua y
cultura propias y singulares.
Estoy convencido de la respuesta positiva del socialismo español al reto que le plantea
el catalanismo progresista. Una respuesta que, más allá de la coherencia doctrinal, es
congruente con el enraizamiento del autogobierno en todas las comunidades
autónomas sin distinción. Es precisamente el balance positivo del Estado de las
Autonomías para todas las Comunidades lo que permite pensar en su evolución
plenamente federal y no uniformista.
3. Interés de España en que desde Cataluña se hagan aportaciones a la España
plural, la España común, a la España federal.
Ante nosotros se abre un segundo ciclo político democrático, una vez culminado el
ciclo que abrimos con la Transición Democrática y que ha durado un cuarto de siglo.
Un segundo ciclo que deberá perfeccionar, en primer lugar, nuestra democracia, sus
reglas y sus instituciones, con el afán de mejorar su calidad y su transparencia.
También deberá perfeccionar nuestro Estado del Bienestar, con nuevos enfoques y
con especial atención a problemas y colectivos hasta ahora desatendidos. Con una
vigorosa política de apoyo a las familias en primer término. (Me alegra constatar que
nuestras propuestas de políticas públicas para la infancia, para la vivienda de alquiler y
para la atención a domicilio, hayan sido acogidas favorablemente por la opinión y por
los gobiernos). (Falta que ocurra lo mismo con nuestras propuestas para los barrios de
la inmigración y para la seguridad de las ciudades).
Y como no, este segundo ciclo político al que me refiero, deberá culminar con el pleno
reconocimiento de la España plural.
7
�Entiendo que el reconocimiento de la España plural y del papel que en ella han de
jugar nacionalidades como Cataluña no es un producto ideológico de laboratorio, sino
una necesidad real de la España futura.
Por ello, pienso que se comete un atentado a la convivencia entre las gentes y los
pueblos de España cuando se utilizan exclusivamente los sentimientos identitarios
para obtener rentas de poder y para bloquear desarrollos de futuro.
Para evitar el bloqueo del futuro hay que superar la lógica de los tres nacionalismos
que nos gobiernan y afirmar lo siguiente: Catalunya no quiere romper los lazos
territoriales (...) Catalunya no quiere romper las filiaciones históricas (...) Pero cuatro o
cinco años más de Aznar - de lenguaje Aznar - y España estalla. Considero que Aznar
ha prestado un servicio formidable a la gobernación de España: Ha metido a toda la
derecha española en la Constitución, pero si el precio a pagar es primero la
congelación y luego la muerte lenta de la Constitución, no sólo no se lo podremos
agradecer sino que habrá que denunciar que Aznar es para España un peligro muy
superior al imaginado.
4. Perder el miedo a los tabúes: del buen uso de los textos constitucional y
estatutario
No pasa nada por reconocer la fatiga de los materiales constitucionales y estatutarios.
En 25 años han acaecido cambios sustanciales que aconsejan repensar, revisar y
reformular los textos constitucional y estatutario.
Con la adaptación al camino que ha recorrido Europa, en primer término ... Con la
necesidad de sacar conclusiones constitucionales de la experiencia autonómica ... Con
el reconocimiento de tareas pendientes y, sobre todo, de nuevas realidades sociales
que reclaman su encaje en nuestras normas básicas.
Dicho de otro modo:
Quiero prevenir contra el mal uso de la Constitución, contra su sacralización y su
momificación ... En su momento saludé el importante esfuerzo hecho por José Maria
Aznar para integrar a toda la derecha española en la Constitución ... Hoy he de
8
�lamentar que dicho esfuerzo se haya hecho a costa de momificar el texto constitucional
...
Es contradictorio aceptar que necesitamos adaptarnos permanentemente en los
ámbitos tecnológico, laboral, educativo, cultural, familiar … y, en cambio, negarse en
redondo a plantearse la conveniencia de adaptar nuestras normas jurídico-políticas a
las nuevas realidades y necesidades surgidas de la evolución social.
Estoy por una Constitución y unos Estatutos vivos, capaces de resolver problemas
políticos y no de esconderlos ...
La obsesión por la permanencia y la estabilidad llevada al límite acaba por situar a las
personas y a los pueblos fuera de la historia, fuera de la vida.
5. Qué reformas institucionales propongo: la reforma del Estatuto de Autonomía
de Cataluña
Mañana presentaré en el Parlament de Cataluña las bases para un nuevo Estatuto de
Cataluña que proponemos los socialistas catalanes. Lo haré en el Parlament de
Catalunya, que es donde debe hacerse, no mediante octavillas o mediante
informaciones filtradas a algunos medios.
¿Por qué ahora la reforma del Estatuto de Cataluña?
¿Con qué intención?
Para dar un salto adelante en el autogobierno de Cataluña ... que contribuya también a
la plena afirmación de la España plural.
Vengo diciendo en los últimos tiempos que los primeros veintitrés años de
autogobierno estatutario en Cataluña constituyen tan sólo el prólogo de lo que puede y
debe ser el autogobierno pleno de Cataluña (... Unos veintitrés años en los que la
afirmación identitaria ha sido prioritaria y se ha dejado de lado la preocupación por una
estrategia de futuro).
9
�Pero hay momentos en la vida de un país en que hay que decidir la dirección y el
sentido de su rumbo … Y no es lo mismo hacerlo con una omnipresente obsesión por
el pasado, por afirmar la identidad y por reforzar el vínculo nacional … que hacerlo con
la determinación de mirar hacia el futuro, de construir un proyecto atractivo para sus
hijos …
En hermosas palabras de un socialista catalán de los años treinta del siglo pasado,
Rafael Campalans,: “Cataluña no es la historia que nos han contado, sino la historia
que nosotros queremos escribir. No es el culto a los muertos, sino el culto a los hijos
que aún han de venir”...
No voy a explicarles ahora el contenido de la reforma estatutaria, pero si que puedo
adelantarles –tal como he venido haciendo en otros foros- las líneas maestras que la
inspiran.
- La intención afirmativa y prepositiva, de proclamación y no de reclamación, del nuevo
texto estatutario, esto es lo decisivo.
-
El propósito de renovar el pacto del autogobierno nacional de Cataluña,
actualizando la voluntad de participar activamente en la construcción de una
España plural y una Europa respetuosa con sus pueblos.
-
La determinación de introducir nuevos mecanismos de representación política más
democráticos y renovadores, dibujando los criterios de la que tendrá que ser la –
aún hoy inexistente!- Ley Electoral de Cataluña o estableciendo la limitación de
mandatos para el presidente de la Generalitat.
- La fijación de las bases de la organización territorial de Cataluña en
vegueries, dando voz a los distintos territorios y la posibilidad de ser los
protagonistas de su propia estrategia de futuro, a la vez que facultando
ampliamente a los municipios para gestionar las políticas de proximidad y
transfiriéndoles un 6% más del gasto público total, hasta llegar al 30%
del mismo.
-
La ampliación de las competencias del autogobierno de Cataluña, abriendo las
puertas a la colaboración con los territorios de la antigua Corona de Aragón, en el
marco de la euroregión del arco norccidental mediterráneo.
10
�-
La atribución a la Generalitat de la autoridad suficiente para asumir la dirección
ordenada de los procesos administrativos.
¿Y cómo se desarrollará el proceso de reforma?
Partimos de la base de que la mejora del autogobierno ha de ser el fruto de la voluntad
política de Cataluña y trabajaremos para conseguir el consenso máximo de todas las
fuerzas políticas presentes en el Parlament de Cataluña.
De este modo el texto definitivo de Estatuto, que tendrá que refrendar en su momento
el pueblo de Cataluña, no será el resultado de una negociación desigual entre los
partidos gobernantes en Cataluña y en España, sino el fruto del reconocimiento por las
Cortes Generales de la voluntad política unitaria de Cataluña, momento solemne en
que Cataluña renovará su pacto de autogobierno y su compromiso con la España
plural.
En mi opinión, es perfectamente posible que este proceso pueda finalizar con el
preceptivo referéndum en el primer trimestre de 2005 si todo va bien en España.
Siempre
se nos amenaza a los socialistas con fomentar las diferencias entre
españoles y conducir a España hacia la ingobernabilidad.
Bien: no quiero ni imaginarme la ingobernabilidad a que puede conducir el
empecinamiento del actual gobierno español al negar la pluralidad de España y el
tranquilo reconocimiento de su diversidad, lo que yo llamo diversidad y el gobierno
asimetría.
Baste constatar la pirotecnia verbal soberanista en que se está metiendo el gobierno
de CiU, tras tres años y medio de actitudes que la prensa madrileña califica de
sensatas y moderadas, en cuanto se han acercado las elecciones. Vamos a ver como
torea el Partido Popular ahora sus obligaciones de soporte al gobierno Pujol-Mas hasta
el día mismo de las elecciones autonómicas. Quedan todavía siete meses. Siete
meses apasionantes que nosotros vamos a administrar con calma, sin variar un ápice
lo que ha sido nuestro discurso en los últimos tres años y medio. Pero prepárense para
emociones fuertes.
11
�¿Y qué consecuencias puede tener la reforma del Estatuto de Cataluña para el
conjunto de España?
Entiendo que han de ser unas consecuencias positivas. He edificado mi trayectoria
política con la convicción de que lo que es bueno para Cataluña es bueno para
España.
Creo que este principio ha sido verificado por la historia. Lo fue durante la Transición
con el compromiso de la Cataluña autonomista con la España democrática. Lo fue con
los Juegos Olímpicos de Barcelona cuando se nos hizo confianza para representar a la
España moderna y democrática ante el mundo.
¿Por qué no puedo serlo en el futuro? ¿Por qué no se concede a Cataluña la confianza
para co-liderar el proceso de reconocimiento pleno de la España plural? Mejor que se
haga, porque si no se hace no habrá tal.
Con la reforma del Estatuto podemos dar el primer paso hacia este reconocimiento. Un
paso que puede abrir nuevas perspectivas para problemas que hoy parecen
irresolubles y que tiñen de pesimismo nuestras posibilidades de convivir más allá de la
conllevancia.
Quiero resaltar una consecuencia muy importante: la mejora del autogobierno de
Cataluña que proponemos quiere demostrar que no son excluyentes los propósitos de
preservar identidades y de compartir proyectos.
Estoy convencido que es deseable y posible que ambos propósitos convivan en la
dinámica de una sociedad. Y esto es deseable y válido tanto para Cataluña como para
el País Vasco ... y por supuesto para el conjunto de España.
Estoy persuadido que la mejor contribución a la solución del problema vasco que
podemos hacer desde Cataluña es progresar en nuestro modelo de autogobierno en el
sentido de superar la etapa de afirmación identitaria, a la vez que promovemos la idea
y el proyecto del reconocimiento de la España plural.
Si el tema vasco parece encallar el tema catalán, no es menos cierto lo contrario:
mientras Catalunya no explique su futuro, el Estado irá atado de manos al diálogo
sobre la solución vasca, porque es lógico que se pregunte por los efectos que esa
12
�solución puede tener sobre las aspiraciones de Catalunya, tema éste, como he dicho,
de mayor envergadura desde muchos puntos de vista, si bien exento del dramatismo
sangriento de la situación en Euskadi, en parte, también hay que decirlo, por el
comportamiento sensato, en lo fundamental, del nacionalismo catalán hasta hoy.
6. La reforma de la Constitución: el Senado, símbolo de la España plural. I una
determinada manera de concebir y estar en Europa.
La reforma del Senado como oportunidad.(Acabo de hablar con el presidente del
Senado). El Senado debe ser una Cámara de primera lectura. Y yo añado:
representativo de las Comunidades Autónomas, no de las provincias.
Los cuatro federalismos:
- El político (reforma del Senado)
- El fiscal (pagar por renta y recibir por población, con una salvedad)
- El judicial. Tribunal de Casación.
- El cultural. Historia Común de los Pueblos de España. Respeto mutuo de las lenguas.
Tengo la convicción de que en 20 ó 25 años la evolución política europea irá igualando
los derechos de los pequeños estados con los de las grandes regiones, perspectiva
que irá tranquilizando el debate aunque inicialmente puede enconarlo.
Del mismo modo que aspiramos a una España confortable, donde todos tengan su
lugar, hay que pensar en una Europa que facilite la acomodación de su diversidad. Y
ello puede querer decir renunciar a las grandes construcciones jurídico-formales y
potenciar redes diversas basadas en el interés común y que sobrepasan el marco de
los Estados-nación, de manera que el reconocimiento de todas estas redes diversas
acabe por ser lo que entendamos por Europa.
7. Un apunte final sobre la guerra
Catalunya está masivamente contra la guerra, como lo está Madrid. Quizás con la
ventaja de que allí los incidentes entre policía y manifestantes han sido inferiores, en
13
�parte porque - imagino - la tensión y los nervios que las fuerzas policiales perciben en
sus responsables políticos y administrativos, deben ser menores.
Sólo debo añadir que el gran interrogante que se ha abierto en Catalunya ha sido el de
la posición, no tanto del partido del Gobierno catalán, como del propio Gobierno de la
Generalitat.
Este interrogante inquieta por dos razones: parece amagar una vuelta a la indiferencia
catalana en materia de política internacional - muy típica de la primera guerra mundial y
visible incluso en el referéndum sobre la NATO- y porque no se sabe si obedece a
motivos coyunturales de política local, lo que la haría profundamente inmoral, o si,
según como más grave, significa un desplazamiento del nacionalismo catalán
conservador desde su tradicional europeísmo hasta un atlantismo que la mejor Europa
está tratando no de negar, pero si de revisar a fondo.
Los socialistas catalanes insistimos en que la política internacional del gobierno Aznar
está poniendo seriamente en peligro la credibilidad de España en el norte de Africa y
en todo el Mediterráneo. Creemos también que está dañando nuestros lazos con los
países de América Latina, que han soportado con dificultades pero con cierta gallardía
la presión belicista.
Y proponemos de nuevo que España le confíe a Catalunya misiones de nivel en el
relanzamiento del desgraciado Proceso Barcelona de 1995, el momento sin duda más
alto, junto a la posterior Conferencia de Madrid sobre Oriente Medio, también olvidada
hoy, de la presencia española en nuestro entorno natural.
Muchas gracias.
14
�
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Conferència de Pasqual Maragall al Club Siglo XXI
Language
A language of the resource
Castellà
Spatial Coverage
Spatial characteristics of the resource.
Club Siglo XXI (Madrid)
Type
The nature or genre of the resource
Conferència
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Subject
The topic of the resource
Espanya plural
Catalunya
Identitat col·lectiva
Nació
Federalisme
Territoris
Acció política
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2003-03-24
Provenance
A statement of any changes in ownership and custody of the resource since its creation that are significant for its authenticity, integrity, and interpretation. The statement may include a description of any changes successive custodians made to the resource.
Aquest document és còpia digital de l'original custodiat a l'Arxiu Nacional de Catalunya.
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Discursos i conferències