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Articles de Pasqual Maragall a LA VANGUARDIA
25/02/1992
La Vanguardia, p.002, Cultura y Arte
Héroes del 91
Joan Teixidor y los otros
PASQUAL MARAGALL
¿Qué Cataluña es la que muere Con Joan Teixidor? Si es cierto que cada día el país es ya otro,
un poco distinto, la Cataluña que amanecerá mañana habrá dejado atrás... ¿qué cosa? ¿Cuál de
sus múltiples acentos? ¿En qué será mañana el río Fluvià distinto al de hoy? ¿Qué margen, qué
cañizal habrá imperceptiblemente cambiado su proyecto?
Y aún: ¿es que las cañas del delta, “perdido ya Sant Pere Pescador para siempre” -y quien
conozca un poco esas tierras no puede evitar una emoción muy honda ante la serenidad del
poeta, de la persona-, es que esas cañas seguirán siendo las mismas sin el poeta?
Otras veces nos hemos preguntado: ¿existe el rincón de la “fageda” si nadie lo está mirando?
Existe, sin duda; existen las cañas hoy como ayer. Pero nos preguntamos ¿para qué, para quién?
Existen para una humanidad cuyo rostro todavía no conocemos, si bien está programado en lo
que nosotros somos, porque sólo de nos otros puede nacer lo que mañana será, de nadie más.
Nuestro, pero desconocido, es el ser que mirará la “fageda” y las cañas, quizá sin verlas, quizá
para arrasarlas, quién sabe si amando a su sombra, a su vera.
Pues no conocemos lo que engendramos, preguntémonos de nuevo cómo se produce el tránsito
hacia el futuro. De dos maneras: creando (o modificando) y dejando poso, posando, reposando,
muriendo.
Lo que queda
Lo que queda de nosotros cuando ya no estamos es lo que realmente influye: ese es el programa
que dejamos escrito en el memoria de la especie. Ciento cincuenta veces (tres veces por cada
cien años durante 5.000) ha tenido lugar esta operación antes de nosotros. Sólo 150 veces desde
aquel hombre acurrucado que encontramos hace un año junto a Sant Pau del Camp. Y lo que
deja mos depende de cómo lo dejamos, del momento, de la manera.
Igual que es cierto que la primera impresión es la buena, lo es que la última es importante,
porque es la primera en el tiempo que nos sucede. La primera que ve la humanidad que no
conocemos, que nace el día en que nos vamos. La buena preparación del tránsito, un arte
reserva do a los elegidos, los más afortunados, aquellos a quien la vida ha dado distancia, y
compañía.
Joan Teixidor nos ha enseñado a cómo aproximarse con palabras, con reflexiones (como el río
Fiuvià, cuando perezoso, se acerca al golfo de Roses) al punto donde nos entregamos.
¿Qué ha muerto en nosotros, qué Cataluña ha muerto un poco? ¿Qué es lo que, en realidad,
muriendo ha quedado programado en nuestra memoria colectiva? Miremos un trecho atrás, de
ese 1991 donde la ciudad ha mudado, en ella misma y en los que la poblamos.
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�Articles de Pasqual Maragall a LA VANGUARDIA
Murió primero Vidal Alcover y a los nueve meses Maria Aurèlia. Murió Amat, plantados ya los
“pebrers” de su calle Manacor, su último acto de civismo. Murió Puigcerver plantado ya el
Lliure, y Garsaball con la medalla al Mérito Artístico aún reciente en el pecho. Murió
Montserrat Roig, prosista del Eixample, con los ojos asustados mucho antes de la enfermedad,
con los ojos asustados por el descubrimiento de la muerte que hay en la vida, en la vida misma:
las pequeñas muertes de cada día que las mujeres viven por nosotros, los hombres, los niños,
los mayores.
Y también murió un hombre por excelencia: constructor, padre, abuelo, concejal, fiel amigo,
marido fiel, carácter, genio, alegría: tanto de todo ello que aguantó casi más allá del final para
estar presente, fiel a todos, en el final del mandato, cuando ya todo el cambio de la ciudad
estaba encarrilado.
Murieron otros constructores, obreros de la construcción, dejando su sangre estampada en la
nueva ciudad. Y ahora Joan Teixidor, mostrando que podemos morir de cara.
Repaso los rostros de todos y pienso que la Cataluña que se nos ha ido un poco -no digo la
Barcelona, porque las ciudades seguramente cambian menos que las naciones, si es que
cambiar pueden, pues para cambiar hay que ser, y las ciudades son más del dominio profundo
del devenir mismo, del mezclarse todo en uno sin descanso- , que la Cataluña que se nos va y
que en el fondo se queda para siempre es la mejor Cataluña.
Piensen ustedes un poco en todos ellos y vean en qué consistió su patriotismo -de qué mil
variadas maneras compusieron su amor por nuestros confines y cómo en todos ellos
predominaba la generosidad sobre la necesidad de afirmarse, la abundancia cordial sobre el
encerrarse.
Cierto que todos tuvieron un respeto por el “ismo” de la nación, un respeto y una militancia
diversa. Sin ese factor, sin ese punto de silencio que concita la mención de lo que nos es común
y aún de reverencia por quienes lo representan y lo representaron (como Tarradellas, amigo
Benet), no habría país, no habría ciudad, no habría nada.
Pero sólo con eso... no vamos a ningún lado. Sólo con eso simplemente somos, pero no vamos.
Y, por tanto, dejamos de ser lentamente.
Nuestros héroes del 91 tuvieron todos una manera de expresar que su “ismo” nacional era el
punto de partida de un humanismo.
Seguramente porque la historia nos ha hecho más sabios, más cautos; seguramente por eso
nadamos entre aguas, juntamos nuestros ámbitos de pertenencia diversos, sin renunciar a
ninguno, para usarlos todos en el cultivo de nuestro suelo y convertirlo en el mejor.
La única herencia que nos es real mente exigible es la de traspasar con dignidad nuestra última
frontera. Asignatura difícil, la más difícil, ésta del examen final.
Joan Teixidor la ha pasado con excelencia. Con él termina el año más duro de nuestra historia
reciente, el más apasionante, el más transformador y el más caro.
Pero la Cataluña que él deja –y que dejan los otros- es mejor. Y la dejan mejor. Porque hemos
aprendido a despedirnos.
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Nunca consigo olvidar que el despido que tuvieron Miró y Espriu no era exactamente el que
hubieran querido. En cambio Joan Teixidor ha podido decir, otra vez, como Maragall hace 80
años “aquest vespre ens veurem al Paradís”.
Y lo han enterrado junto a su hijo, su “Príncep”, en Badalona.
PASQUAL MARAGALL, alcalde de Barcelona
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09.01. Activitat de representació (com a Alcalde)
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Aquesta sèrie agrupa els documents sorgits de la funció representativa de l'exercici del càrrec d'Alcalde de Barcelona.
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Identifier
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Title
A name given to the resource
Joan Teixidor y los otros
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
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La Vanguardia
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Teixidor, Joan, 1913-1992
Necrologies
Poesia
Literatura
Catalunya
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
1992-02-25
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