1
10
77
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/21/886/0000000942.pdf
63f9bc02f41594c148bc68a8deb89c65
PDF Text
Text
70 vida & artes
EL PAÍS, viernes 9 de mayo de 2008
deportes
¡Qué baño! ¡Qué chaparrón!
¡Qué noche!
ANÁLISIS
Pasqual Maragall
Y llovía, llovía, llovía.
Qué bien jugaban los de Schuster, ex
jugador del Barça.
¡Qué mal los del Barça, qué desastre!
Excepto Henry, todos fatal. Hasta Messi
se contagió del caos. Deambulaba por el
campo, perdido. Valdés tirando pelotas a
córner con el pie. Xavi expulsado: ¡Xavi!
¡Qué elegantes los políticos madrileños!
Gallardón en la media parte: qué señor, qué gran alcalde, y encima con parientes de Camprodón, junto al Pirineo
catalán, donde una vez coincidimos, constatando que su antepasado Albéniz había
nacido allí, pero por casualidad, porque
en realidad, según me dijo, era un aduanero de origen vasco (si bien de nombre
como tirando a árabe), destinado allí por
esas cosas de los cuerpos nacionales.
Y luego va Esperanza Aguirre (otra
con conexiones catalanas, pariente de los
Gil de Biedma) y me suelta un elogio encendido de mi hermano Ernest por su
valentía al enfrentarse con los sindicatos
de maestros y al introducir competitividad en su selección y evaluación. La caraba. Era para rendirse. Menos mal que les
pude recordar a ambos aquel desfile de
un día de las fuerzas armadas en Madrid,
en que me tocó sentarme junto a ellos al
principio de la fila de autoridades (él era
alcalde del pueblo y ella presidenta de la
Comunidad), y ella le dice a él, dándole
golpecitos cariñosos en la mano: “¡Con lo
bien que estabas calladito!”.
Gallardón nos obsequió el miércoles a
Jordi Camí y a mí con un estudiado razonamiento acerca de por qué, siendo tan
distintos, uno ganaba en Madrid y la otra
en la Comunidad Autónoma. Creo que ya
voy entendiendo quién es el tapado de
Rajoy, que como buen gallego no tiene
un pelo de tonto, ni habla claro del todo.
Dicen que una vez una alta autoridad le
preguntó a Rajoy que por qué no se rodeaba mejor, y que él contestó: porque el
dinero viene de donde viene. Pero como
ahora los legionarios de Cristo Rey, o como quiera que se llamasen los intermediarios del exilio cubano en Miami, ya no
son lo que eran y se van retirando de la
escena popular, puede que las cosas cambien. Estaría bien que el PP se convirtiese en un partido conservador moderado
y liberal, ahora que Londres y Roma caen
en manos de la locura y el casi fascismo,
respectivamente, y que Sarkozy, que empezó brillante, anda por los suelos en las
encuestas. Siempre nos quedará Obama,
convertido en la gran esperanza… negra.
Otra cosa que me chocó fue la ausencia en el palco de ministros catalanes,
Chacón y Corbacho. ¿Estarían en las gradas? Ni siquiera el barcelonista Zapatero
hizo acto de presencia, quizás intuyendo
lo peor, o preocupado por la próxima visita de Ibarretxe. Montilla tampoco vino.
En fin, una grada sorprendente. Y un
resultado justo. No sé si Guardiola será la
Henry, en el Madrid-Barça. / álvaro garcía
Excepto Henry, todos fatal.
Hasta Messi se contagió del
caos. Y Xavi expulsado: ¡Xavi!
solución del Barça. Laporta debería entender que los más listos de su entorno
fueron su cuñado Max Vives y Marc Ingla, el inversor en capital riesgo más hábil de España: no vinieron. O al menos no
les vi.
Para acabar de redondear la noche,
las ostras de la cena no estaban muy buenas, poniendo a caldo la teoría de que el
mejor marisco de España es el de las costas madrileñas.
Ya en el hotel de Antonio Catalán y en
la cama, aparece en el Canal + mi profesor de Derecho Político, Jiménez de Parga, y larga un discurso extremadamente
conservador, lejos de la frescura de su
clásico trabajo sobre la V República Francesa, y augurando los peores males para
la tan necesaria reforma de la Constitución e implícitamente para la aprobación
en el Tribunal Constitucional del Estatuto de Catalunya. Puedo equivocarme, porque no ando muy bien de memoria reciente, aunque sí de la remota. Y por cierto, me emocionó el profesor con sus recuerdos sobre Adolfo Suárez, sus visitas a
Barcelona y sus relaciones con el presidente Tarradellas y su mujer Antonieta.
Es famosa la visita de Tarradellas a Suárez, recién llegado el viejo Presidente del
exilio, y su encontronazo inicial, cuando
Tarradellas le espetó a Suárez: soy el descendiente de aquel a quien Franco mandó matar. Suárez se lo quitó de encima
rápidamente, pero al rato Martín Villa
vuelve al despacho y le cuenta al Presidente que Tarradellas acaba de declarar
que la reunión ha sido muy placentera y
que Suárez es un gran tipo. “Que entre
otra vez”, dice el Presidente. Y se entienden. Aquí empieza todo. Y las buenas relaciones de Antonieta Tarradellas con Suárez, que contaba el profesor Jiménez de
Parga, se explican perfectamente. Por razones que comprenderán los más advertidos, tengo un especial respeto por el Presidente Suárez. Nos unen varias cosas.
Por eso la mención que de él hizo el profesor en la tele del hotel me introdujo en
un sueño profundo y agradable.
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
13. Expresident de la Generalitat de Catalunya
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2006 --
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Sèrie documental que recull la documentació generada a partir de desembre de 2006, com a expresident.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
4444
Title
A name given to the resource
¡Qué baño! ¡Qué chaparrón! ¡Qué noche!
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Esports
Futbol Club Barcelona
Espanya
Madrid
Acció política
Alzheimer
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2008-05-09
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/27/873/0000001564.pdf
6550b5acebbecc3d8fce49ad8e279bd2
PDF Text
Text
Articles de Pasqual Maragall a
06/07/2005 (5865365) - Artículo de opinión
EL PAÍS / Madrid / Base / Deportes, pág. 48
2M12 La carrera olímpica
DE LAUSANA A SINGAPUR
¡Suerte, Madrid!
PASQUAL MARAGALL
Hoy tenemos fijada nuestra atención en Singapur, en la decisión del Comité Olímpico
Internacional sobre la sede de los Juegos Olímpicos de 2012. Hoy compartimos la
esperanza de Madrid, a un paso de la realización de su sueño olímpico. Es la
esperanza de la ciudad entera. Es el sueño, también, de todos.
Madrid ha sabido concebir ese sueño. Ha trabajado mucho y bien para poder estar
entre los mejores. Pase lo que pase, Madrid habrá sabido actuar con rigor y con
acierto para optar a ser sede de los Juegos que se van a celebrar dentro de siete
años.
Madrid ha reafirmado su vocación olímpica. Y ha sabido transmitirla. Hacia dentro y
hacia fuera. Los responsables olímpicos de Madrid han logrado contagiar su
entusiasmo consiguiendo el apoyo popular a una causa noble y ambiciosa a un
tiempo. Además, Madrid ha sabido convencer a la familia olímpica de la solidez de su
propuesta y de sus proyectos de transformación urbana. Pase lo que pase, Madrid ha
afirmado con más contundencia que nunca su vocación olímpica.
Madrid ha potenciado sus condiciones como gran capital. Ha trabajado tenazmente
hasta diseñar un modelo imbatible. Los responsables de la candidatura olímpica de
Madrid han jugado a fondo la carta de la ciudad. La escala humana para un
acontecimiento planetario.
Y, por encima de todo, Madrid ha demostrado pasión. De nada serviría el excelente
trabajo realizado sin esa pasión que la candidatura de Madrid ha sabido transmitir, con
el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón a la cabeza. Y con el apoyo de la diplomacia que
tanto el Gobierno como la Familia Real han sabido desplegar cuando ha sido
necesario.
Madrid opta hoy a un gran triunfo que, pase lo que pase, tiene merecido. Madrid es
hoy, más que nunca, una ciudad libre y abierta. Capaz de ilusionarse -y de
ilusionarnos- con la utopía posible de ser capital del mundo como sede de unos
Juegos Olímpicos.
El 17 de octubre de 1986, cuando Barcelona fue nominada, afirmé que lo que era
bueno para Barcelona era bueno para Cataluña y era bueno para España. Y así lo
expresé y lo sigo creyendo. Hoy quiero afirmar, con el mismo convencimiento, que los
Juegos de Madrid también serán buenos para Cataluña y para España.
Madrid: nuestro deseo hoy, más que nunca, es que tu nombre y tu proyecto sean
reconocidos. Ojalá que este 6-J en Singapur sea como aquel 17-O de 1986 en
Lausana y que las palabras "... a la ville de Madrid" desaten la felicidad que tanto han
hecho por merecer los hombres y mujeres de esta gran ciudad. ¡Suerte, Madrid!
Pasqual Maragall es presidente de la Generalitat de Cataluña.
111
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
12.01. Activitat de representació (com a President)
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2003-2006
Description
An account of the resource
Aplega els expedients i documents emanats de l'activitat protocol·lària i de projecció pública com a President de la Generalitat.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
1120
Title
A name given to the resource
¡Suerte, Madrid!
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Jocs Olímpics
Madrid
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2005-07-06
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/23/869/0000000571.pdf
315389641b5ec234018f425e16696cc3
PDF Text
Text
¿"Impasse"?
Article de Pasqual Maragall a El Pais (29-6-2001)
Tres nacionalismos marcan el paso en la gobernación de España: el español en Madrid, el vasco en Vitoria y el
catalán en Barcelona. El socialismo domina en seis autonomías, aliado con nacionalismos o regionalismos en
Andalucía, Baleares y Aragón, y en algunas grandes ciudades: Barcelona, A Coruña, Santiago, Sevilla, San
Sebastián... El resto de autonomías y grandes municipios son gobernados por el Partido Popular o por los
nacionalistas periféricos: Madrid, Málaga, Zaragoza, Bilbao, Valencia, Las Palmas...
Todo el país ha estado y está pendiente de Euskadi. La situación allí es más esperanzadora. Veremos.
Se acercan las elecciones gallegas para el 7 o el 21 de octubre de este año y luego ya nada hasta las locales,
autonómicas y europeas de mayo de 2003. Seguidamente, en octubre del mismo año llegarán las elecciones
catalanas y, finalmente, las elecciones generales en marzo de 2004. No se prevén grandes adelantos en esas
convocatorias, excepto el posible adelanto de las catalanas si Aznar se cansa de Pujol o simplemente si prefiere
distanciar las elecciones catalanas de las españolas. Pero también es posible que la extraña alianza del
nacionalismo español y el catalán se consolide hasta el final para evitar riesgos mayores. Un resultado adverso
para ambos en Cataluña podría dar la señal de partida de un cambio general de escenario. Quizás el cambio de
viento se produzca ya en Galicia en otoño. Veremos.
Entretanto, a partir del 1 de enero España presidirá la Unión Europea. Barcelona, hacia el mes de marzo, será
el escenario de una cumbre significativa en la que se repasará el legado económico-social de la cumbre de
Lisboa. Piqué, al que no deseo más problemas que los derivados del cargo, podrá compararse entonces con el
Solana de la Conferencia Euromediterránea, cuyo éxito le proyectó primero a la OTAN y luego al quasiMinisterio de Exteriores y Defensa de la Unión Europea.
En este contexto, España deberá comprobar la resistencia del mensaje popular y la solidez del nuevo lenguaje
socialista.
El mensaje popular ha basado su éxito en España en la contundencia (a pesar de la ineficacia) de la respuesta
política al terrorismo, y en las emociones levantadas por la casi repentina comprobación de que somos un país
llamado a ser destino de importantes contingentes de inmigrantes extracomunitarios. La fijación vasca de los
españoles y el drama de El Ejido, con efectos muy fuertes a principios del año 2000, fueron decisivos en las
elecciones de marzo de aquel año.
El mensaje socialista ha conseguido una resurrección espectacular, de la mano de José Luis Rodríguez
Zapatero, de menos de un año para acá. El buque no se había hundido, sólo se había sumergido. Las cosas
están más equilibradas. La España del barullo está pasando a ser la del PP; la de Zapatero es clara como un
vaso de agua. Y hablando de agua, la posición socialista es la que más corresponde a lo que Joaquín Costa diría
hoy. Costa y Cañete no acaban de ligar. Hoy Europa hace las cosas de otro modo y entiende mejor a Zapatero
que a Aznar. La España de la confianza se entiende mejor con la Alemania de la lealtad federal que la secular
España desconfiada y temerosa de sus propios demonios que Aznar representa a la perfección.
¿Cómo siguen todas aquellas emociones ahora?
La inmigración extracomunitaria ha enviado una señal a nuestros inmigrantes interiores de los años sesenta en
el sentido de que sus conquistas son precarias, más precarias de lo que creían. Los barrios de la antigua
inmigración son el escenario hoy de la llegada de los extracomunitarios. Y de improviso todo un pasado de
sufrimientos se ha hecho presente. La derecha ha comprendido, tanto desde el nacionalismo español como
desde el catalán, que ahí tiene una baza, y ha extremado en algunos momentos (Ley de Extranjería,
declaraciones xenófobas en Cataluña) sus posiciones de rechazo a la novedad.
Lo que es más grave: la buena voluntad y los indudables efectos positivos de la reforma educativa han sido
desbordados por la realidad. La autoridad del maestro y del profesor es frágil ante una juventud que es más
adulta más pronto y a la que se alarga la presunta juventud en una enseñanza secundaria que muchos chicos y
chicas no desean. A ello se añade la inadecuación -real o imaginaria- de las enseñanzas profesionales y las
dificultades materiales propias de toda reforma.
Ahí la nueva inmigración ha añadido factores de complejidad. Y la dualidad escuela pública/escuela privada
consolida el callejón sin salida. La escuela tiende a dividirse en dos: la de los problemas y la de las soluciones,
la que tiene problemas en las aulas y la que no, la que tiene inmigrantes y la que no, la que tiene circuitos
desde la guardería a la Universidad y la que no.
Inseguridad es la palabra para describir esa situación. Lo que parecía ganado ya no es tan seguro. La
tranquilidad y mejora de los barrios, y la educación de los hijos, que parecían garantizadas hace 10 o 15 años,
y que eran la razón vital de varias generaciones de españoles, ya no son tan evidentes. Barrios dignos y
escuelas dignas son hoy la preocupación de muchos ciudadanos.
Sin embargo, la clase media ha crecido de forma espectacular. (Y convive, con algo menos de ansiedad, con
esa nueva incertidumbre). Los socialistas no nos dimos cuenta de ese crecimiento hasta que ya era demasiado
tarde. El socialismo 'murió de éxito' en el sentido de que no entendió que el éxito de las políticas adoptadas, y
evidentemente el éxito de la economía europea, habían ayudado a crear un nuevo público, deseoso de más
libertad, y de menos impuestos, o en todo caso de un Gobierno más ligero y más próximo, más amigo y más
cómplice del ciudadano.
�Las ciudades pasaron masivamente a votar a la derecha. ¡Las ciudades! que habían sido el bastión de la
izquierda. (Sólo en Cataluña y Galicia, y en San Sebastián, se salvaron los muebles en 1995).
Ahora mismo, la inseguridad en la calle, y el hastío que produce la violencia y que multiplican los accidentes y
las catástrofes que nos visitan a diario en televisión, radio y prensa, afectan a unos y otros, trabajadores y
clases medias. Ahí la derecha tiene otra baza. En tiempos de inseguridad, no hacer mudanza, diría hoy el dicho.
Curiosamente la inseguridad en la calle es uno de los mayores fracasos de nuestros gobiernos conservadores y
nacionalistas. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, no se cansa de denunciarlo. Y lleva razón. La Ley de Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad señala que ésta es competencia del Estado y de las autonomías que la tengan
transferida. La policía local es sólo coadyuvante en la medida en que sea requerida para ello.
En el caso de Cataluña, nadie quiere ser el responsable: la policía nacional, como va siendo sustituida por la
autonómica, no cubre vacantes; la autonómica todavía no ha llegado del todo, y la local está cansada de pagar
el pato que la proximidad a la gente le obliga a no eludir, cosa que los alcaldes reflejan con indignación.
La alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet me decía hace poco que en vez de los 130 policías nacionales que
corresponden al tamaño de su ciudad, tiene sólo 85.
En realidad, como reflejaba hace poco un reportaje en Abc, la policía considera que jueces y fiscales no dan
abasto, y que en consecuencia el trabajo policial es inútil. El porcentaje de autos de prisión provisional sobre
detenciones es irrisorio, según la policía de Madrid. La multirreincidencia no se castiga y ello perjudica la moral
de policías y ciudadanos. Esa es otra de las emociones o sentimientos extendidos por todo el país. Y es una
sensación compartida que va a hacer aún más difícil la aceptación de los nuevos inmigrantes extracomunitarios
en nuestras ciudades.
La manía ibérica por la lejanía y lentitud de la justicia como prueba de ecuanimidad está llevando a la
desmoralización ciudadana. La justicia local duerme el sueño de los justos en un cajón del Congreso de los
Diputados, encerrada en dos leyes que nunca se aprobarán: la Carta Municipal de Barcelona (¡sólo faltaría: qué
se han creído éstos de Barcelona!) y la Ley de Grandes Ciudades que hizo el secretario de Estado del PP,
Francisco Camps, y que decayó al finalizar la legislatura pasada (¡y la había hecho para extender los beneficios
de la justicia local y otras innovaciones legales de la Carta a todas las grandes ciudades!).
Finalmente, el terrorismo, que ha perdido las elecciones vascas tanto o más que el nacionalismo español, va a
apretar fuerte para no quedar definitivamente vencido. Su única esperanza es que sus ataques levanten de
nuevo tal aversión por Euskadi en el resto de España que se vuelva a abrir la fisura nacionalista en el campo de
los demócratas: abertzales en un lado y españolistas en el otro. Lo han dicho el otro día en Gara.
Nuestra esperanza es que los terroristas, de tanto apretar se caigan, como ocurrió en Barcelona en 1992, antes
de los Juegos Olímpicos, y que los demócratas vascos de toda condición se unan, empezando, como propone
Gemma Zabaleta, la secretaria de política institucional del PSE, por los ayuntamientos y las escuelas, que es
donde se fragua (o se pierde) la confianza entre unos demócratas y otros. La falta de auténtica sensibilidad,
compañía y deferencia de algunos (si no muchos) ayuntamientos nacionalistas vascos con los concejales vascos
populares y socialistas amenazados ha sido para mí uno de los espectáculos más inmorales de estos últimos
años.
Éstas son las emociones dominantes hoy, y probablemente lo serán aún por un tiempo. ¿Impasse? No
necesariamente.
Hay factores paralizantes, como las alianzas contra natura que he mencionado al principio. Ahora el Gobierno
popular presentará un acuerdo sobre la financiación autonómica en que se arreglarán los entuertos del pasado
(¿y qué van a decir las autonomías si precisamente están maniatadas por las deudas de ese pasado?), pero no
se solventarán los problemas del futuro: la distancia entre los resultados del régimen foral y el común, que ya
vienen de Franco, en el caso de Álava y Navarra; la lejanía de la financiación local respecto a la que debería
ser; la arbitrariedad de la inversión estatal directa; el miedo a la transparencia de las balanzas fiscales, que en
la RFA son aireadas sin rubor y aquí producen terror; y la falta de definición de un criterio de equidad a largo
plazo basado en el pago por renta y el cobro por población, corregida ésta por una serie de factores razonables.
Tendremos cesto de impuestos indirectos y especiales, poco dinero adicional (no está el horno para bollos),
flexibilidad de tipos impositivos... y una falta total de coraje para enfrentarse con la solución del problema
financiero del sector público a tres niveles que montó la Constitución y desarrollaron los Estatutos. Los tres
nacionalismos que mandan, por la propia definición de nacionalismo, no se pondrán de acuerdo más que en la
asunción repartida de los errores del pasado, errores que, además, negarán como San Pedro, tres veces si es
preciso.
La verdad es que el Estado, en los últimos cuatro años, ha crecido más que el producto nacional bruto y, por
tanto, más que las autonomías. La devolución de recursos hacia la proximidad y la sociedad ha sido inversa, de
abajo arriba. Por primera vez en los últimos 22 años.
Pero la vía de la evolución política de este país está marcada.
- La reforma del Senado, empezando por la activación de la Comisión General de Autonomías y del preceptivo
debate autonómico en sesión plenaria (no se entiende cómo Aznar, que tiene por virtud el cumplimiento de lo
que está mandado, incumple en eso).
�- La apropiación y protección de las lenguas y las señas estatutarias (que son constitucionales) por parte del
Estado, en todas sus instituciones y símbolos, desde el euro hasta las matrículas -algo que han pedido todos los
partidos menos el PP-, y la lealtad consiguiente de Cataluña y las demás nacionalidades históricas para con los
símbolos de España.
- La presencia de las autonomías en Europa, de acuerdo con los Tratados, en aquellas materias en que tienen
competencia exclusiva y capacidad legislativa -lo que obliga a una previa formación de la voluntad estatal en el
Senado y una lealtad horizontal entre las autonomías, pues ni las 17 autonomías españolas ni menos las 300
regiones europeas caben en los Consejos de Ministros de la Unión-.
- Finalmente, y casi más importante, la traducción de esos principios políticos en una real franqueza entre
españoles de distintos pueblos ('los pueblos de España' de los que habla la Constitución).
- Y la traducción de todo ello en una auténtica mejora de la vida civil, de la vida en nuestras ciudades y
pueblos, con una imposición fiscal menos complicada y onerosa, con seguridad, justicia local y enseñanza local
-según el modelo anglosajón-, con colaboración entre la enseñanza pública y la privada, y con devolución de
competencias a los territorios y a los ayuntamientos.
A 1 de enero de 2002, como tarde, habrá que ponerse a trabajar en todo ello. El impasse, el callejón sin salida,
no es tal. Hay una valla, pero no un muro. Al otro lado de la valla, la España plural y viva; de este lado, la
peleada, asustada y dividida.
3/7/2001
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
04.02. Activitat política
Description
An account of the resource
Recull la documentació generada en relació a Pasqual Maragall en la seva activitat als partits i associacions d'àmbit polític: Front Obrer de Catalunya (FOC), Convergència Socialista de Catalunya (CSC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciutadans pel Canvi (CpC).
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
1373
Title
A name given to the resource
¿ Impasse ?
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Política
Model social
Nacionalisme
Immigració
Seguretat ciutadana
Espanya
Territoris
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2001-06-29
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/12/2610/_Il_sindaco_Maragall_Catalunya_EL_PAIS_Catalunya.pdf
4c462ac6bce5ec07f0a7df8602d6a051
PDF Text
Text
LA CARTA DEL CORRESPONSAL ›
‘Il sindaco’ Maragall
A Roma recorden l'exalcalde de Barcelona curiós i dolç, però capaç de baixar d'un
taxi per posar ordre al trànsit
DANIEL VERDÚ
Roma - 27 ABR 2019 - 19:32 CEST
Pasqual Maragall i Diana Garrigosa, a Roma, el desembre de 1997. AGUSTÍ CARBONELL
�Els capritxos arqueològics del mercat immobiliari romà —cada període té els
seus des de fa més de 2.700 anys, no us penseu— van voler que un enamorat del
Mediterrani com Pasqual Maragall acabés vivint on començava la via Aurelia.
Just aquí, a la via Titta Scarpa, número 2, al costat de l'illa que forma el Tíber a
l'altura del Trastevere, va passar un any de la seva vida amb la seva dona Diana i
el seu fill Guim. El seu rastre, els records del període que va cimentar el seu salt
cap a la Generalitat, romanen entre els carrerons del centre, en el paper groc
tacat d'oli de les fritades de cervells i carxofes de l'hostaria Dar Buttero. També
en les lectures d'aquells dies, des de Semprún a Thomas Mann passant per Edgar
Morin, i en el dietari que va publicar a La Vanguardia anticipant idees que
vindrien. Però, sobretot, és fàcil fer revifar el seu record en l'admiració que
despertava en la socialdemocràcia italiana, fascinada llavors amb la seva obra a
Barcelona i que es va posar dempeus quan va arribar.
Maragall va aterrar a Roma el setembre del 1997, poc després de la Diada
d'aquell any. Va passar també un temps breu en un hotel a l’Aventino, just on la
via Marmorata obre les portes del Testaccio. Després va viure un temps en un
àtic prestat a la Villa Borghese, un espectacle amb vista als jardins del Principe
per sobre de les possibilitats estètiques de gairebé qualsevol. Ell havia arribat
amb un Ford Escort familiar platejat que va conservar anys després –“el romà”
l’anomenava– i amb el qual va recórrer tot el Lazio amb la seva família. Aquells
dies explotava el furor dels telefonini al carrer —cap país es va donar un cop al
cap tan fort amb la qüestió— i l’Inter de Milà acabava de pispar Ronaldo al Barça.
Va passar quan les graderies del calcio encara feien més soroll que les de la
política a Itàlia, on un discret Romano Prodi inhalava els últims vapors de finezza
que quedaven al Palazzo Chigi.
Roma, en ple prejubileu, somiava encara amb ser una estrella en una moderna
constel·lació europea des que havia ajudat a fundar-la. Francesco Rutelli, valor en
alça de la socialdemocràcia, la dirigia des de dalt del Campidoglio, just on s'havia
signat el Tractat 40 anys enrere. Una ciutat llavors en plena efervescència
cultural i urbana, convertida en un malson ingovernable anys més tard (encara
que els embussos fossin els mateixos, com el mateix Maragall va patir i va
intentar posar-hi ordre ell mateix baixant d'un taxi camí a Fiumicino). Però el
cotxe obliga a Roma. I els dimecres conduïa pacientment també a través de la via
�Ostiense per arribar a les seves classes a la Universitat Roma-Tre: un curs creat
especialment per a Maragall que van anomenar Europa Prossima.
ADVERTISING
Pisos y casas con hasta un
40% de dto.
Descúbrelos aquí
inRead invented by Teads
El 10 de desembre, el dia que es va estrenar com a professore, l’escoltaven a la
primera fila les principals branques de L’Ulivo, l'artefacte electoral que havia
començat a funcionar un any abans. No s’ho van perdre el filòsof i llavors alcalde
de Venècia, Massimo Cacciari, o el mateix Prodi, que segons explicava a la
crònica d'aquell dia Enric González, va haver de fer equilibrismes vaticans per
enaltir alhora el seu amic Jordi Pujol i Maragall. També va ser-hi, per
descomptat, Rutelli, tan incapaç llavors com avui d'ocultar la seva admiració per
“Pasqual”. “És l'alcalde contemporani més gran d’Europa. Així el vaig presentar
una vegada en un míting i es va quedar de pedra. Era una barreja entre
intel·lectual i administrador, alguna cosa raríssima en la política. A Barcelona va
ser capaç d'implicar l'energia de l'alliberament del franquisme en un projecte
col·lectiu. No era un líder arrogant, era el cap d'un equip”, assenyala Rutelli al
telèfon. Deu anys després, va rebre la trucada del seu amic que li parlava
d’Eisenhower, aquesta manera que tenia Maragall d'ironitzar amb la seva
malaltia, i sobre com pensava combatre-la.
�"La nostra mirada federalista ha estat malmesa per
pulsions secessionistes i centralismes burocràtics",
considera avui el seu amic i llavors alcalde de Venècia,
Massimo Cacciari
Jordi Pujol ja havia consumit la meitat de la seva penúltima legislatura i
Maragall, que aquell any li va enviar una felicitació nadalenca des de la seu de la
premsa estrangera amb un grup periodistes disbauxats i el mateix Romano
Prodi, repetia a tothom que no tenia intenció de provar sort a l'altre costat de la
plaça de Sant Jaume. Roma era només una pilota d'oxigen, una càmera
hiperbàrica després de 15 anys al capdavant de l'alcaldia de Barcelona. Fins que
el va visitar Felipe González per convèncer-lo del contrari, segons ell mateix va
explicar en un míting a l’Hospitalet el 2006 juntament amb l'expresident del
Govern. Enric Juliana, llavors corresponsal a Roma de La Vanguardia, va dinar i
va xerrar algunes vegades amb ell durant aquell curs. “És difícil saber què
pensava. Però buscava verificar realment si volia fer el pas. I allò passava per
veure si l'hi demanaven i amb quins arguments. Comprovar si es creava un cert
desig que fos candidat. Va entendre que la millor manera era desaparèixer un
temps”.
El camí, al cap i a la fi, semblava lògic. Els seus amics als ajuntaments d’Itàlia
també havien fet passos. Les ciutats eren llavors el millor esquema per regenerar
la política nacional, just el que intenta avui una altra vegada tímidament Itàlia.
Walter Veltroni, que succeiria tres anys després Rutelli, es convertiria en
secretari general del nou artefacte socialdemòcrata al país una dècada després.
“Ens vam veure moltes vegades, a Roma i a Espanya. Sempre m'han impressionat
dues coses que no són freqüents en nosaltres: la curiositat i la dolçor. Sempre em
va semblar que tenia aquesta doble característica que, en el fons, és filla de la
mateixa mirada cap a la vida. Ell era curiós per tot el que és nou: cultural, social,
polític. Per també molt acollidor, sense aquesta violència de les certeses que
lamentablement ens asfixien avui. Era un home més travessat pels dubtes que
per les certituds”.
�MÉS INFORMACIÓ
Llegeix totes les
cartes dels
corresponsals
Una manera de projectar el món a les antípodes de la que
recorre Europa, com recorda el seu amic Cacciari amb certa
amargor. “Va demostrar unes idees molt clares sobre
l'exigència d'un veritable federalisme, especialment a escala
europea. Un pensament que compartíem els alcaldes dels anys
90 que ha estat traït a tot arreu. Vam ser picats per les pulsions secessionistes i
els centralismes burocràtics a la madrilenya i a la romana. L'última vegada que el
vaig veure, fa uns deu anys, estava completament desconsolat pel naufragi de les
nostres idees, que ha portat el desastre als nostres països, també a la Unió
Europea. Van ser derrotades i es va imposar el que veiem avui, començant a
Roma”. Una anècdota, i això aquí sempre consola, si un pensa que després de 28
segles aquesta ciutat encara funciona.
S'adhereix als criteris de
Més informació >
ARXIVAT A:
Pasqual Maragall · Roma · Itàlia · Europa Occidental · Europa
CONTENIDO PATROCINADO
Ahorra hasta 12.000 €. Sin
comisiones y tiempo récord.
Disfruta del connecting box del
Citroën C4 Cactus. Pide tu oferta
Hermosas ubicaciones
abandonadas en las ruinas
HOUSELL
CITROËN
EDITOR CHOICE
I A MÉS…
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
05. Recursos d'informació
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Aplega la documentació bibliogràfica relacionada amb Pasqual Maragall (no generada per ell).
Hyperlink
A link, or reference, to another resource on the Internet.
URL local
The URL of the local directory containing all assets of the website
<a href="https://cat.elpais.com/cat/2019/04/27/catalunya/1556385182_568742.html" target="_blank" rel="noopener">https://cat.elpais.com/cat/2019/04/27/catalunya/1556385182_568742.html</a>
<a href="https://elpais.com/ccaa/2019/04/27/catalunya/1556384330_308992.html" target="_blank" rel="noopener">https://elpais.com/ccaa/2019/04/27/catalunya/1556384330_308992.html</a>
URL
<a href="https://cat.elpais.com/cat/2019/04/27/catalunya/1556385182_568742.html" target="_blank" rel="noopener">https://cat.elpais.com/cat/2019/04/27/catalunya/1556385182_568742.html</a>
<a href="https://elpais.com/ccaa/2019/04/27/catalunya/1556384330_308992.html" target="_blank" rel="noopener">https://elpais.com/ccaa/2019/04/27/catalunya/1556384330_308992.html</a>
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
‘Il sindaco’ Maragall
Subject
The topic of the resource
Maragall Mira, Pasqual, 1941-
Roma
Europa Pròxima
Acció política
Biografia
Description
An account of the resource
Article sobre l'estada romana de Pasqual Maragall, a finals dels 90, a El País (27/04/2019) del corresponsal del diari, Daniel Verdú. Repassa els mesos que Maragall va viure a Roma entre 1997 i 1998.
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Verdú, Daniel
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Language
A language of the resource
Català
Castellà
Type
The nature or genre of the resource
Article
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2019-04-27
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/27/877/0000000640.pdf
2e324e7c65c3ff3763aab49bc9eb1011
PDF Text
Text
TRIBUNA: PASQUAL MARAGALL
A mitad de mandato en Catalunya
El autor repasa los resultados de sus dos primeros años al frente de la
Generalitat y explica que su Gobierno está más volcado en solucionar los
problemas sociales y económicos en Cataluña que en la reforma del Estatuto,
de la que se ocupan los Parlamentos.
PASQUAL MARAGALL, EL PAIS 15/11/2005
Hace seis años justos, en noviembre de 1999, comenzó un mandato en que el
presidente de la Generalitat no podía perderse una sola votación, porque si
faltaba ese voto perdía la mayoría -empatábamos a 67 votos-. Para colmo, a los
pocos meses el PP sacaba mayoría absoluta en España y el pacto CiU/PP
quedaba absolutamente en manos de los populares. Fue entonces cuando Pujol
decidió prácticamente retirarse de hecho y dejar el Gobierno en manos de un
primer ministro no previsto en la legislación. Más candidato que ministro, ese
Primer Consejero fue apoyado por Rajoy y Rato para sacar a flote una economía
que sin embargo quedó endeudada como nunca antes. Hemos tardado dos años
en sanearla.
Ahora, la mayoría de centro izquierda tiene una ventaja suficiente (74 escaños a
61). Las finanzas están saneadas. Hemos aprobado un presupuesto de cerca de
30.000 millones de euros (equivalentes a cinco billones de las antiguas pesetas).
Estamos invirtiendo como nunca antes en barrios, escuelas y centros de salud, y
en policía autonómica y sistema penitenciario. Somos una comunidad que
empieza a parecerse a un país de verdad, responsable del 80 % del gasto público
no financiero (sin seguridad social) y encantado de pertenecer a un Estado
español moderno, que pesa en el mundo como nunca antes, desde 1898 para
acá.
Encima hemos cambiado en dos años nuestra ley fundamental, el Estatut de
Catalunya. No era fácil: 25 años después no era sencillo atreverse a modificar
por vez primera una de las cinco piezas iniciales del Estado español de las
autonomías: Constitución, Ley Electoral, Ley del Tribunal Constitucional,
Estatuto Vasco y Estatut de Catalunya.
A mitad de mandato, una constatación: nunca se hizo tanto en tan poco tiempo.
En el Gobierno y en el Parlament.
Confío en que antes del verano de año que viene se apruebe el nuevo Estatut en
Cortes para ser refrendado por el pueblo de Catalunya. Y espero que la opinión
pública vaya entendiendo que la Constitución necesita los cambios propuestos
por el Gobierno español a la consideración del Consejo de Estado: igualdad de
sexos en la sucesión a la Corona, denominación de las autonomías creadas
desde 1979 y ausentes aún de la Carta Magna, Senado de las autonomías y no de
las provincias, y reconocimiento de lo que hicimos ya desde 1986: formamos
parte de la Unión Europea. Ya va siendo hora de decirlo en los textos legales
correspondientes.
Esa aceleración de la historia entiendo que pueda producir un cierto vértigo. A
mí lo que me produce pánico es el escenario contrario, el de la progresiva
�pérdida de la fibra política en este país, en Catalunya y en España, si no
atendemos a las exigencias del día, si llegamos tarde a la cita con la historia,
como está pasando en Europa.
El reciente debate en el Senado con los 17 presidentes autonómicos ha sido un
buen punto de partida para relanzar los segundos 25 años de la España de las
autonomías.
Después de oír a los presidentes autonómicos, el presidente del Gobierno
español dejó claro que las tres nacionalidades históricas a las que se refería la
Constitución en la disposición final segunda tienen una geografía política
distinta de las demás y no se adaptan al esquema general de aprobación o
modificación de los Estatutos por acuerdo entre los dos grandes partidos
españoles.
Creo que no es sólo un problema o un tema de distintas configuraciones
partidarias. Tales configuraciones son distintas por la existencia de un acusado
sentido de identidad nacional en esas comunidades. Porque son naciones en el
seno de la nación plural que es España. Y ese dato es previo al hecho de la
configuración partidaria. Es su causa.
Es pronto todavía para saber en qué va a quedar el texto del Estatuto de
Catalunya y, en su día, el de la Constitución. Para cambiar el primero no se
precisa hoy por hoy de la aquiescencia del partido de la oposición. Para cambiar
la Constitución sí.
Sería conveniente en todo caso una buena inteligencia o acercamiento de
posiciones con la oposición. Porque el Estatuto no está hecho para ir cambiando
según las mayorías contingentes del Parlamento español. Y no cambiará con
ellas. Sin embargo, es evidente que nadie debería sentirse incómodo con un
Estatuto que tiene que durar años.
El dualismo nacionalidades/regiones debe tener un reflejo explícito y
circunstanciado, en el plano estatutario y a poder ser en el constitucional, como
proponía en su día el actual presidente del Consejo de Estado sugiriendo que la
Constitución en su artículo segundo reconociera que dentro de la unidad de
España caben, existen, las comunidades nacionales de Catalunya, Euskadi y
Galicia, así como la foral de Navarra.
El problema es de matiz, porque hay que resolver qué distingue a las
nacionalidades creadas por la Constitución de las creadas por los Estatutos. Qué
diferencia hay entre los territorios de la disposición final segunda de la
Constitución, nacionalidades en sentido histórico fuerte, y las otras autonomías
que se han autodenominado nacionalidades en sus Estatutos, con la aprobación
general, como es el caso de Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares y
Canarias, y en el futuro probablemente Andalucía.
No es bueno que esas precisiones, necesarias para la estabilidad de nuestro
sistema político y la tranquilidad de unos y otros, de todos, queden escondidas
en un par de disposiciones finales de la Constitución.
�Todo esto son matices, pero ¡qué matices!
Nosotros, en Catalunya, y por una mayoría muy convincente, del 89% de los
diputados del Parlament, hemos optado por denominar nación a Catalunya, en
línea con el pensamiento de los federalistas castellanos y su "España, nación de
naciones".
También puede pensarse, y algunos lo creen, que puesto que todo ha ido bien,
como nunca antes en nuestra atribulada historia contemporánea, mejor "no
meneallo": dejar las cosa como están.
Ya he dicho que dejar las cosas como están me parecería prueba de falta de
coraje político. Y añado, falta de la elemental prudencia que se nos exige en un
mundo en que todo está cambiando. En ese entorno, quedarse en unos
principios generales de igualdad faltos de proximidad y calor, puede acabar
generando un sorprendente vacío político. Tenemos ejemplos cercanos y
dramáticos, que pueden repetirse aquí.
La devolution francesa es incompleta: frente a los 150.000 empleados públicos
de la Generalitat de Catalunya... Aquitania y Midi Pyrenées tienen 4.000 cada
una. Y la banlieue parisina es un océano de difícil gobernación. Ya sé que no es
popular hablar de grandes números de funcionarios. Pero el problema no es
tanto el número como su proximidad o no al usuario de los servicios públicos y
lo que los británicos llaman su contabilización y control por los resultados y por
el público (accountability).
Hay que moverse con los tiempos. El Estado lejano tiene cosas que hacer, pero
hay cosas que debe dejar de hacer, porque o ya las hace Europa -que tiene
moneda y políticas de cohesión y de i+d, y pronto tendrá defensa -o las hace la
región, o la ciudad.
Llegados a este punto quiero dejar algo muy claro. No estoy dispuesto a admitir
que las cuestiones relativas al Estatut y a las identidades, cuestiones
trascendentes, sin duda, puedan ocupar por completo el mandato de mi
Gobierno.
Mi Gobierno está centrando sus presupuestos en la educación y la salud, en los
barrios (esos barrios que estallan en Francia y pueden estallar aquí), en la
seguridad, la justicia y las prisiones (estamos haciendo cinco y haremos tres más
en adelante), en las infraestructuras y la tecnología, en la investigación y el
desarrollo de nuevos productos.
Hace unos días visité dos empresas internacionales en la comarca del Vallès:
Roche (químico farmacéutica) y Hewlett Packard (sistemas informáticos). Están
en la punta de la tecnología. Se han convertido en cabeceras de un sistema
internacional de producción. No se han dormido. Ejemplos contrarios los hay,
como el de la desaparecida planta de componentes electrónicos de ATT en Tres
Cantos. El tiempo no corre, vuela. El que no va adaptando su tecnología y su
gama de productos y servicios a los que realmente sabe hacer y puede hacer,
está perdido.
�Hay muestras de que sabemos adaptarnos. Espero que tanto en la economía
como en la política.
El día 22 se inaugura oficialmente en la Universidad Politécnica de Catalunya
un ordenador que lleva por nombre Mare Nostrum y es el más potente de
Europa (y el cuarto más potente del mundo).
Tenemos a la vuelta de la esquina, en Toulouse, la fábrica del Airbus, la más
importante del mundo en aeronáutica. En eso los franceses, con ingleses,
alemanes y españoles colaborando con sus plantas complementarias, están en la
vanguardia mundial.
Por cierto: cuando pregunté el porqué de la ubicación de esa planta, después de
la guerra mundial, en Toulouse, la respuesta fue tajante: era el punto más
alejado de la frontera alemana. Y hoy es el orgullo tecnológico de la Europa
unida. Y punto cardinal de una Eurorregión emergente, la del Pirineo
Mediterráneo, que con Marcelino Iglesias, el presidente Matas y las regiones
francesas queremos conectar en todos los sentidos de lado a lado de la cordillera
y del mar para convertirla en una de las más avanzadas del continente.
Queremos dotarla también de una conexión eléctrica que dé salida a los
excedentes franceses y respuesta a nuestras demandas. Y tener buena sintonía
con la Comunidad Valenciana, a la que tantas cosas nos unen -en mi caso el 50%
de la sangre que corre por mis venas-.
La parte española de esa Eurorregión ampliada (Catalunya, Valencia y Baleares,
no Aragón) es la única porción del Estado que contribuye a la hacienda común
en términos netos, además de la Comunidad de Madrid, que ya tiene sus
compensaciones como explicaba con gracia incomparable en el Senado el
presidente de Cantabria.
Nuestras infraestructuras son insuficientes en muchos aspectos. En Catalunya
pasan todas por un Área Metropolitana de Barcelona cada vez más
congestionada. El eje transversal Lérida-Tarragona-Gerona está colapsado, ni
siquiera es una autovía.
El aeropuerto de Barcelona, lo dicho: no sirve para ir non stop a América. La
alta velocidad, hasta hace dos días, no estaba prevista más que de Madrid a
ciertas capitales de provincia: Valencia/Barcelona, o Barcelona/ Bilbao, o
Bilbao/Santander/Asturias no existían en la mente del Gobierno de Aznar.
Hay que cambiar todo esto. Y está cambiando. Pero hacen falta un mínimo de
dos mandatos completos para dar un vuelco real a la situación. En eso está mi
Gobierno. En el Estatut por supuesto, pero en eso más aún, y en los barrios. Del
Estatut ya se cuidan los Parlamentos. Es un tema que supera al Gobierno: no es
tripartito, es cuatripartito. Con vocación de convencer al quinto.
Solo llevamos medio mandato de Gobierno. Hacen falta dos mandatos.
Pasqual Maragall es presidente de la Generalitat de Cataluña.
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
12.01. Activitat de representació (com a President)
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2003-2006
Description
An account of the resource
Aplega els expedients i documents emanats de l'activitat protocol·lària i de projecció pública com a President de la Generalitat.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
1334
Title
A name given to the resource
A mitad de mandato en Catalunya
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
President de la Generalitat de Catalunya
Catalunya
Acció política
Govern
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2005-11-15
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/21/889/0000000976.pdf
a06ab7a5e5c02514c5ceb9aef8edb83a
PDF Text
Text
2
EL PAÍS, jueves 25 de diciembre de 2008
CATALUÑA
AENA 0-Aerolíneas 10
Viajamos a Buenos Aires para estar con nuestra hija en la hora
del parto de nuestra nieta Maia.
De Barcelona salimos casi dos
horas tarde y eso lo fastidió todo
como luego se verá.
El avión y el vuelo estuvieron
apacibles y bien servidos. Pedí sacar la nariz en cabina pero la tormenta inicial no ayudaba. La música era excelente y la comida,
potable. Como Diana es de mucho madrugar y me hizo levantar a las seis, medio nos dormimos en el cacharro volador. Entre sueño y sueño disfrutamos
de unos auriculares divertidos a
través de las cuales un cómico
argentino, no sé si llamado Cacho, de altísima calidad, relataba
sus penas con un punto de autoironía que es muy típico de ese
país que siempre fue maravilloso y nunca se lo creyó del todo
—y por cierto cuando se lo creyó
fue mal, peor que nunca—.
El Hotel Central, donde nos
refugiamos al llegar a Buenos Aires, luego de llegar, está en la
esquinita de Solís con Alsina. De
ahí hasta donde vive mi hija y
residimos, pasamos una de las
medias noches más rocambolescas de la ya de por sí complicada
vida que nos llevamos en los últimos 25 años, un cuarto de siglo a
ritmo de marcha turca.
Déjenme intercalar que Alsina fue el gobernante, de origen
probablemente catalán, al que
no se le ocurrió otra cosa que
querer separar la Tierra de Fue-
PASQUAL
MARAGALL
Crónica de
un viaje
Barcelona /
Buenos Aires
go, la punta de la bota, del resto
del continente, para que los inditos no pudieran marchar para el
norte. En realidad, el Sur (y las
largas marchas a pie) es elemento indispensable para comprender a este país de caminantes.
País en el que, por cierto (y en
mala hora), se suprimieron los
trenes de largo recorrido para
consagrar al nuevo rey de la tierra, el automóvil, y para beneficio de los nuevos ricos del mundo, los petroleros.
Pues bien, en la esquina de
Alsina y Solís, en un solícito hotelito, pasamos Diana y yo media
noche por lo que justo ahora explicaré.
El avión no fue puntual debi-
do a problemas en AENA (Asociación Española de Navegación Aérea, antes creo que Asociación
Española Nacional de Aeropuertos, o sea dos veces nacional, algo hemos retrocedido en nacionalismo). El caso es que el avión
llegó tarde —sólo una hora tarde
gracias a la pericia de los
pilotos— pero lo suficientemente
tarde como para que sucediera
lo que ahora les cuento.
Mientras en el aeropuerto
Diana conseguía, la verdad todavía no sé cómo, recuperar el
enorme cajón que contenía un
precioso cuadro alargado que
pendía de la pared de mi habitación de trabajo en Barcelona, para que los hijos tuvieran acá una
fiel imagen de nuestra ciudad,
yo me fui andando a la otra terminal de Ezeiza para ver de encontrar a los hijos, que extrañamente no aparecían. ¿Estarían
de parto? En realidad, no sería
extraño: a eso habíamos venido;
al nacimiento de nuestra nieta
argentina.
El caso es que al no encontrarlos en ninguna de las dos terminales agarramos un taxi y nos
fuimos al domicilio de mi hija,
donde escribo esto ahora en el
fresquito de la noche de casi verano… sin encontrar entonces a
nadie, a pesar de secar las tiras
de todos los timbres que llegamos a tocar. Nuestros hijos, sin
embargo, no estaban de parto,
estaban deambulando desde mucho antes, inquietos por el retra-
so, por los dos Eceizas, el de la
terminal A y el de la B. Sin encontrarnos.
Inquietud, pesquisas, policía… ¿No nos habrían raptado?
Un susto mortal… mientras dormíamos como angelitos en el
Central.
Finalmente, por métodos policiales que aún no he acabado de
entender, se localizó el taxi en
que habíamos viajado hasta el
centro de la ciudad, se despertó
al taxista, un auténtico crack que
puso a nuestros hijos sobre la pista de nuestro paradero y hete
aquí que nos despiertan en medio de la cálida noche bonaerense. Un fiel amigo de nuestros hi-
“El Sur es elemento
indispensable para
comprender a este
país de caminantes”
jos se presenta entonces en el hotel; salgo a ver qué pasa en pijama y nos cuenta lo sucedido. Son
las cuatro de la madrugada de la
noche más larga en muchos
años. Porque antes del madrugón, en vista de que el hotelito
provisional no servía comidas,
me había ido yo hasta casi al Obelisco a comprar comida cocinada,
por cierto excelente, que nos zampamos con gusto. En el trayecto,
cómo no, tropecé con gentes que
¿Feliz Europa 2009?
El año nuevo que se acerca promete poner más a prueba si cabe
la construcción europea. La combinación de elecciones al Parlamento Europeo en junio de 2009,
con el constante y exigente escrutinio que implica para los gobernantes del continente el buscar
respuestas apropiadas a una crisis que se acrecienta cada día, pone a la debilitada Unión Europea
en el centro de las expectativas y
también de las críticas. En momentos como éstos resulta conveniente mirar hacia atrás y tratar
de evitar el persistir en errores
que nos han conducido justo donde estamos.
La cumbre de Lisboa de 2000
apuntó en una dirección que ahora muestra con toda su crudeza
sus contradicciones y límites. La
idea de combinar máxima competitividad económica con altos grados de la llamada “cohesión social”, puede resultar, en estos momentos de efusividad y buenos deseos, como una fenomenal carta a
los Reyes Magos. Ocho años después, y tras ver como el empleo se
desmorona en Europa, aumenta
sin cesar la precariedad y cada gobierno nacional se busca la vida
como mejor puede, no está la cosa como para tirar cohetes. El
mes de octubre del año 2005, en
una reunión informal de jefes de
Estado y Gobierno, en Hampton
Court y bajo la presidencia de
Tony Blair, se avanzó lo que algunos conocen como la “agenda de
Hampton Court”, en la que se pre-
Joan
Subirats
“¿Qué más nos ha de
suceder para que los
actores sociales con
voluntad de cambio
salgan de sus guaridas
local-nacionales?”
tendía aparentemente buscar maneras de avanzar en la globalización, sin que ello causara graves
estropicios en las dimensiones de
la justicia social. Como decía un
comentarista de la BBC en aquellos días, “los líderes de la Comisión quieren demostrar que les
preocupa la vida cotidiana de los
europeos, y quieren lograr aumentar su seguridad, reducir el
crimen y la inmigración ilegal, o
abaratar la energía…, pero después de largas parrafadas, pocas
ideas concretas de cómo hacerlo”.
Anthony Giddens afirmaba en un
artículo publicado por el think
tank europeo, Policy Network en
2006, “debemos introducir el concepto de justicia social en el nú-
cleo del debate sobre Lisboa. No
basta con realizar declaraciones
vagas sobre la reducción de la exclusión social… Necesitamos demostrar con hechos que la reforma (de Lisboa a favor de la globalización) podría promover la justicia social en lugar de erosionarla”. Pues bien, señor Giddens, aún
esperamos que se nos demuestre
con hechos ese alegato.
En pleno despliegue de la crisis producida por una manera reduccionista, por económica y financiera, de entender la globalización, observamos cómo se sigue
produciendo la paradoja de que
se habla de “modelo social europeo”, cuando de hecho existe una
multiplicidad de maneras de
afrontar las desigualdades sociales en Europa. Por otro lado, las
propuestas de Andre Sapir en su
informe de 2004 (más mercado
único, más inversión en I+D, mejor política macroeconómica europea, más convergencia europea, más eficiencia en regulación,
menos gasto en agricultura y redimensionar el presupuesto europeo), propuestas que obtuvieron
notable consenso en estos años a
pesar de no considerar los aspectos sociales, hoy han quedado obsoletas o desfasadas. Y a pesar de
todo, es cierto, como ha afirmado
uno de los políticos europeos que
mantienen más credibilidad, Jacques Delors, que “la ficción de las
soberanías nacionales y de la omnipotencia de los gobiernos nacionales es más sólida que nunca. An-
te este letargo contagioso, analizar, demostrar la utilidad de Europa… constituye una urgencia saludable”. Quizá ha llegado el momento de empezar a plantear en
serio el espacio político europeo
como aquel que permite estructurar alternativas de escala similar
a los retos que la crisis nos plantea. Y para ello es evidente que el
espacio y la lógica “Estado-nación” sea totalmente insuficiente.
¿Qué más nos ha de suceder para
que los actores sociales con voluntad de transformación social salgan de sus guaridas “local-nacionales”? ¿Pueden los sindicatos seguir preocupándose o movilizándose ante las decenas, centenares, o miles de empleos amenaza-
Hay que evitar que
lo social acabe en
“políticas de final
de cañería”
dos o simplemente perdidos, sin
entender que la respuesta no puede ser sólo local-nacional? ¿Cuál
es el sujeto político que encarna
esas alternativas de otra Europa?
¿Pueden seguir decidiéndose el futuro de Europa en referendos
país por país, en dinámicas en
que se habla más de Carla Bruni,
de las salidas de tono de Berlusconi o del nivel impositivo de Irlanda que de qué queremos que sea
me conocían y nos echamos fotos, que deberán llegar en su día
a mi despacho de Barcelona.
En fin, todo acabó en boda,
como se suele decir. Aquí estamos la mar de bien instalados,
con unos hijos adorables, paseando por Buenos Aires y pasándolo
bien.
Mientras esto escribo escucho en mi ordenador a Glen
Gould interpretando música primero barroca y luego romántica:
ahora suenan las sonatas de Beethoven. Y recuerdo el día memorable en que Daniel Barenboim,
hace un año, interpretó cosas parecidas, pero también música argentina, en la 9 de Julio. Cuántos
recuerdos, cuánta felicidad.
En el recuadrito de debajo de
mi ordenador van apareciendo
intermitentemente avisos diciendo que estamos conectados y seguidamente que no lo estamos.
La verdad es que los cambios
que hay que hacer, entre Europa
y América, en esos cacharritos
llamados ordenadores sin los
cuales no sabríamos ya vivir es
cosa de expertos. Yo sólo sería
incapaz de adaptarlos, pero mi
mujer (que fue informática de
profesión antes de cometer la
osadía de casarse conmigo) y mi
hija, que simplemente tiene la
edad en que todos estos artilugios son un juguete fácil de manejar, me tienen bien asistido.
A ellas dedico ese artículo nocturno, mientras duermen plácidamente en la noche argentina.
Europa en los próximos años? Necesitamos dimensión política europea para afrontar una agenda
europea y global. Necesitamos redes de actores europeas que planteen dilemas a la altura de los
tiempos. La resistencia, la construcción de alternativas, o la simple voluntad de incidir en las políticas, nación a nación, país a país,
ya no es posible. Hemos de abordar los problemas de Valladolid,
Poble Sec, Roma y Kreuzberg en
clave europea, en matriz europea,
sin olvidarnos de lo que ocurre en
cada sitio, pero sin desconectarlo
de lo que ocurre por doquier. La
perplejidad de Europa refleja la
perplejidad de sus élites y las urgencias desatendidas de sus bases
sociales. Hace años, el politólogo
alemán, pero buen amigo, Wolfang Merkel, situaba en cinco puntos los elementos clave de la justicia social en términos contemporáneos: la lucha contra la pobreza
como palanca de empoderamiento
social, una educación lo mejor posible y lo más accesible posible,
un empleo seguro para los que estén dispuestos y preparados, un
sistema de bienestar que ofrezca
protección y seguridad, limitar
las desigualdades de renta si ponen en peligro los otros postulados. Para unos es insuficiente, para otros, excesivo, pero no sería
un mal comienzo en momentos
como los actuales. Convendría
añadir un claro impulso de la economía social y cooperativa, para
evitar que las políticas sociales se
acaben convirtiendo en “políticas
de final de cañería”, que gestionan residuos, pero no evitan su
generación. Feliz Europa Social
para todos y todas.
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
13. Expresident de la Generalitat de Catalunya
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2006 --
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Sèrie documental que recull la documentació generada a partir de desembre de 2006, com a expresident.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
4447
Title
A name given to the resource
AENA 0-Aerolíneas 10
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Infraestructures
Aeroports
Espanya
Argentina
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2008-12-25
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/23/856/0000001557.pdf
ed3e004f1043a479650c0c85c5326e93
PDF Text
Text
Articles de Pasqual Maragall a
18/04/2001 (3726487) - Artículo de opinión
EL PAÍS / Madrid / Base / Opinión, pág. 11
Agenda política y social
PASQUAL MARAGALL
Estamos en una encrucijada.
Mucho se ha hecho en este país en los últimos veinte años y mucho queda por hacer.
Hay que hacer cosas distintas. Hay que cambiar mucho para que todo siga yendo
bien. Y no todo ha ido tan bien.
Ha ido bien Europa y ha ido bien España.
Europa se encamina hacia la unión de todos los territorios y de todos los pueblos que
componen su diversidad. Su diversidad, que es irrenunciable, ha sido también la
fuente de las tragedias del siglo XX. La obsesión que una mayoría de europeos
comparten hoy es, por consiguiente, la de suturar una a una las heridas históricas y
componer un mosaico compatible, eficiente y bello. No volver nunca más a la locura de
antaño.
Algunos europeos piensan incluso en una filosofía europea de gobernación compatible
con el interés general del mundo. (Narcís Serra ha escrito un interesantísimo trabajo
en esta línea: ver CIDOB, número 2.000). Abandonadas las veleidades y pasiones de
su juventud, Europa quiere paz para sí y moderación para todos. Paz y moderación
incluso en las relaciones con los reinos animal y vegetal; con la naturaleza, no sólo
con la historia.
Sin embargo, Europa ha encendido en el mundo entero en siglos recientes la pasión
por el crecimiento y por el artificio, por los artefactos y los procesos que nos ahorran
privaciones. Y ahora va a ser muy difícil evitar que otros continentes no cometan
nuestros antiguos errores ni caigan en nuestros pecados de juventud. Con el
agravante de que esos otros mundos no tienen, como nosotros les tuvimos a ellos,
mundos por descubrir y gentes por dominar.
De ahí viene parte de la inmensa amargura que todavía sumerge a los pueblos que
llamamos atrasados y que un día fueron superiores.
Pero Europa, si actúa sabiamente, y si navega con sensatez entre la gran potencia
norteamericana y el resto del mundo -con prudencia y con audacia, si no, nada-,
puede en el siglo XXI devolver al resto de las naciones una buena parte de lo que les
debe. Y cobrarse una parte de lo que le deben, que también lo hay; no tanto como
creíamos, pero algo.
España está, por fin, en Europa. Y tiene a Europa pasablemente admirada por sus
procesos internos de transición del Estado todopoderoso al federalismo, al pacto
(foedus) entre sociedad y Estado, entre unos pueblos y otros, entre valores clásicos y
modernidad.
Sólo el PP -hoy importante, mañana menos- se empeña en predicar que la España
emergente es un espejismo y que cualquier día su pluralidad estallará en un inmenso
caos, en un barullo descomunal.
El papel de Cataluña en todo este proceso ha sido positivo y básicamente confiado, a
pesar de una oficialidad tendente (lógicamente, si se quiere) a no fiarse de nadie ni de
64
�Articles de Pasqual Maragall a
nada. Pero el pasado y el futuro se están cobrando en España algunos rescates
difíciles de pagar.
El pasado nos ha dejado la prenda del terrorismo de algunos vascos y el sufrimiento
de los demás. Y el futuro, compuesto de una natalidad irrisoria, una juventud alérgica
al trabajo físico y una vejez eterna, nos está llevando a aceptar con la razón unas
inmigraciones que bastantes no comparten con el sentimiento.
Cataluña ha actuado dignamente en el primero de esos dos escenarios preocupantes
en el tablado español.
Hemos llorado con amargura, pero sin explosiones de odio, en Hipercor en 1987 y en
los ayuntamientos metropolitanos y en el paseo de Gracia los últimos días del siglo,
nuestra parte del rescate pagado con sangre. Y hemos acompañado siempre
(siempre) a nuestros conciudadanos vascos dolientes. No obstante, Cataluña hay una
cosa que todavía no ha hecho, si bien se apresta a hacer en un futuro inmediato:
compartir lealmente tareas en el puente de mando en el viaje hacia la España plural y
reconciliada consigo misma, la España ya dispuesta a saberse adulta,
autorresponsable e independiente de todo padrecito que quiera salvarla de peligros
que ya no la acechan.
Vamos a hacerlo dibujando (no sólo imaginando) una España vertebrada sobre líneas
transversales y diagonales razonables, no una España concebida como el conjunto de
puntos a una cierta distancia del centro, siendo éste el punto que la une al resto del
mundo. Algo de esto debe haber, pero no sólo esto. El mapa hidrológico nacional hay
que rehacerlo siguiendo la nueva cultura del agua, no la antigua. El mapa del AVE y
los aeropuertos es decisivo. Ésta es la España real, objetivamente existente en la foto
del satélite. Lo demás...
En el otro escenario, el de la inmigración, vamos a jugar fuerte la única carta posible:
la de una oferta de integración solvente, sin olvidar las políticas de cupos razonables
en la demanda de inmigración y de integración.
Aquella ciudad o Comunidad Autónoma que se desconozca a sí misma hasta el punto
de ignorar los barrios presuntamente problemáticos, es decir, aquellos barrios carentes
de capacidad de integración en forma de escuelas robustas, espacios públicos dignos,
etcétera, aquella comunidad que no esté haciendo todo lo posible por eliminar riesgos
y regenerar tejidos urbanos degradados, que son imanes para los inmigrantes sin
techo ni derechos, tendrá que declararse étnicamente insolvente y, por tanto,
inservible para representar dignamente al país y la sociedad en la obtención de la
fraternidad.
Porque de esos barrios nacerán guetos, y de esos guetos, la violencia. Estamos a
tiempo de evitarlo. A tiempo de evitar lo que en Francia y en Alemania ha costado 40
años superar.
Pasqual Maragall es presidente del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC).
65
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
04.02. Activitat política
Description
An account of the resource
Recull la documentació generada en relació a Pasqual Maragall en la seva activitat als partits i associacions d'àmbit polític: Front Obrer de Catalunya (FOC), Convergència Socialista de Catalunya (CSC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciutadans pel Canvi (CpC).
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
1102
Title
A name given to the resource
Agenda política y social
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Model social
Europa
Espanya
Catalunya
Immigració
Economia
Societat
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2001-04-18
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/27/1629/0000000785.pdf
d628d38a7c066dfabc512b67145ab4aa
PDF Text
Text
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
12.01. Activitat de representació (com a President)
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2003-2006
Description
An account of the resource
Aplega els expedients i documents emanats de l'activitat protocol·lària i de projecció pública com a President de la Generalitat.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
Al fútbol con... Pasqual Maragall
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Martínez, Guillem
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Type
The nature or genre of the resource
Entrevista
Subject
The topic of the resource
Futbol Club Barcelona
Estatut
Espanya
Catalunya
Acció política
Territoris
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2006-05-18
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Entrevistes
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/23/864/0000000600.pdf
f59de5a551be29d37ce2d4fb81299ca2
PDF Text
Text
Andonis Tritsis y Bagdad
Article de Pasqual Maragall publicat a El Pais
Febrero de 1991: el alcalde de Atenas coge un avión a Ammán (Jordania) y luego un coche por el desierto
hasta Bagdad. Se llama Andonis Tritsis. Ha sido campeón griego de atletismo, ex socialista, independiente, y es
reciente ganador de las elecciones frente a Melina Mercuri. Está impresionado por el ataque a la ciudad árabe y
le ha ido a decir lo siguiente al alcalde local:
"Mi país, miembro de OTAN, está en guerra con el suyo. No discuto las razones. Sólo he venido a decirle que
los ciudadanos de Atenas no están en guerra con los de Bagdad".
Estuvo tres días en la ciudad, lo que tardó en encontrar al alcalde.
Aquélla ya fue una guerra tremendamente clarificadora, inusualmente sincera. Según vi en la televisión desde
Nueva York, a la pregunta sobre qué hacía en Irak, un soldado americano contestó sonriente: "Echarles una
mano a éstos". "¿Cómo, cómo?". "Sí: dicen que su religión les garantiza el cielo si mueren en guerra". El ateo
Sadam Husein, después de invadir Kuwait sin preguntar a nadie -como ahora los Estados Unidos y Gran
Bretaña, como siempre, como en todas las guerras-, cuando fue a su vez atacado, declaró que la serpiente del
diablo anidaba en Washington, a lo que Bush padre contestó que Dios estaba en el brazo de sus soldados en el
desierto.
Andonis Tritsis lo veía distinto. Creo que fue el precursor de una indignación mundial que ahora ha estallado.
Cuando hubo visto al alcalde de Bagdad, se volvió a casa. No mucho después se acercó a Madrid a una reunión
de alcaldes. Yo era presidente de los alcaldes europeos, coincidimos en la cena, y me contó la historia de su
viaje, una historia que luego me ha perseguido siempre, como una quimera envidiable, como un perfume raro.
Cuando viajé luego a Atenas, Andonis había muerto. Le pedí al nuevo alcalde que me acompañara al
cementerio y depositamos unas rosas rojas en su tumba.
Esta vez no hemos ido ninguno a Bagdad. Y eso que esta vez la cosa estaba mucho más clara. De Bush padre a
Bush hijo hay un trecho, imagino que descendente.
A Bush padre le conocí en 1986, cuando era vicepresidente, y le fui a contar, durante la renegociación de las
bases americanas en España, algo que los norteamericanos no entendían: que los soldados americanos, en
Barcelona, en mi ciudad, por ejemplo, no habían sido nunca vistos como libertadores, a diferencia de lo que
ocurría en Nápoles o en Roma. Allí llegaron como libertadores. Aquí habían llegado de la mano de un dictador.
Creo que Barcelona debe seguir agazapada en el rincón de los recuerdos de Bush Sr., porque de las 300
ciudades del mundo que se manifestaron contra la guerra el 15 de febrero, sólo Barcelona le vino a la mente
cuando trató de restarle importancia al hecho.
Yo sí recuerdo por supuesto su contestación a mis palabras: "Usted habla no de su opinión, sino de lo que creen
sus ciudadanos". "Cierto". "Pues yo le voy a contar la opinión de los ciudadanos de las 50 ciudades que acabo
de visitar" (era noviembre, campaña electoral): "What the hell are we doing in Spain?". "¿Qué demonios
estamos haciendo en España?". Querían decir: "¿Qué estaremos haciendo para que nos quieran echar...? ¡Si les
estamos ayudando! A estos españoles no hay quien los entienda".
Con Bush padre coincidimos 10 años más tarde en Barcelona. Quería que Colin Powell fuera candidato a
vicepresidente en las elecciones del 96, con el senador Dole, al que veía con poca fuerza para vencer al
entonces presidente Clinton, que le había vencido a él en el 92. La mujer de Powell se oponía; estaba
convencida de que matarían a su marido si era candidato, igual que habían matado a Martín Luther King, a
Malcom X y a los hermanos Kennedy. Bush vino a Barcelona para embarcarse en un crucero de convencimiento
con el matrimonio Powell, pero el plan fracasó. En realidad, su argumento iba más lejos: si Powell iba en el
ticket con Dole, éste ganaría, pero dada su edad, no iba a repetir, con lo que Powell podía convertirse luego en
el primer presidente negro de los Estados Unidos de Norteamérica.
Ése era un proyecto enormemente atractivo. A veces pienso que en realidad Bush presentía confusamente que
algo malo podía pasar en el futuro y que pretendía conjurar ese peligro.
Todo ello me lleva a confesarles un pensamiento que no me puedo sacar de encima desde hace días: hemos
desperdiciado 14 años maravillosos, desde la caída del muro de Berlín para acá.
Hemos tocado el cielo con los dedos: en el fin del sitio de Sarajevo, en la Conferencia Euromediterránea de
Barcelona, en la de Madrid sobre Israel y Palestina, en el poner fin a la matanza de Kosovo, en el Tratado de
Kioto, en el foro de Porto Alegre y su conexión, frágil todavía, con el de Davos, en la ansiada ampliación al Este
de la Unión Europea, con el euro, en Irlanda del Norte a partir del Viernes Santo del 98, etcétera.
Pero hemos abandonado el Mediterráneo. Estamos con Israel y Palestina donde estábamos cuando el acuerdo
de Oslo.
Bagdad es el centro, uno de los centros, del imaginario colectivo árabe. Y los árabes estuvieron casi ocho siglos
en España, del 711 después de Cristo al 1492, fíjense, más que los europeos en América, desde 1492 al 2002
van cinco siglos. Y los ingleses en Norteamérica, algo menos.
Se dirá que los tiempos son más densos hoy que ayer, que pasan más cosas por minuto... Que digan lo que
�quieran: el Ayuntamiento de Vinaixa le ha escrito una carta al ministro marroquí de Exteriores, Benaissa,
invitándole a visitar el municipio que fundó aquí su familia. El ministro no ha contestado, pero el imaginario
compartido está ahí, sepultado y sin embargo intrigante, quizá vivo. Y el municipio, o mejor la pedanía, de
Baldomá, en Artesa de Segre, Lleida, debe su nombre a la contracción de Valle de Omar y tiene todavía el Camí
de la Mesquita.
Bagdad suena a ensueño, a origen de las migraciones que llegaron a Tarifa y más tarde a Córdoba. A arte, a
refinamiento, a imperio, a cultura, a lucha como siempre entre dinastías sofisticadas y familias guerreras,
aunque en nuestro caso, contra toda lógica, ganaron las refinadas y emigraron hacia acá las guerreras. Pero
esa dinastía guerrera se refinó en el camino. Cruzó El Cairo, Alejandría, Etiopía, pasó por Kairuan, la segunda
Meca, en el sur de Túnez, y llegó al Magreb antes de saltar el Estrecho. Y luego hizo (ellos o sus sucesores)
Córdoba y Toledo, y luegose refugió en Granada, hoy el segundo destino turístico musulmán después de La
Meca árabe.
Catalunya se dividió en dos. La Catalunya Vella y la Catalunya Nova. La Vella, de los Pirineos hasta Barcelona,
era cristiana y franca: una marca europea en península "mora" (el paraíso perdido de nuestros nacionalistas).
Su capital moral fue Ripoll, sus líderes, abades y obispos. La Catalunya Nova (las actuales provincias de
Tarragona y Lleida, aproximadamente) era más "mora" que cristiana, aunque también judía: mestiza. El sitio
de Miravet, castillo de la Orden de los Templarios en el Bajo Ebro, cuyo asedio por Jaime II se representa cada
verano en un ambiente de embrujo, es toda una pieza de convicción sobre nuestra historia bajo medieval: ahí
está la artesanía del riego, la cultura magrebí del agua, que tantas lecciones está dando a los redentores
hidrológicos de vía estrecha que pueblan hoy la capital de España. Hasta el granadino que preside el Tribunal
Constitucional sueña aquellos chorros de distintos colores.
Bagdad queda lejos, y sin embargo está ahí detrás, escondida bajo nuestro pasado, nuestra música, nuestros
sueños. Pero sobre todo Bagdad está presente en las cabezas de millones de árabes y musulmanes.
Si uno lo piensa bien, es chocante la "habilidad" con que los think tanks norteamericanos han aconsejado a sus
dirigentes políticos: está claro que en esos "tanques del pensamiento" el tanque cuenta más que lo otro.
Edward Said ha explicado tan bien como sólo un profesor de la Universidad de Columbia puede hacerlo que los
arabólogos y orientalistas americanos habían preparado el terreno desde hace tiempo para ese salto en el vacío
del Gobierno americano en el mapa de Oriente.
Pero por más que le demos vueltas no podemos llevarnos a engaño: nuestra generación, o nuestras
generaciones activas, han perdido bastantes años de socialdemocracia europea y de liberalismo americano sin
solucionar el conflicto básico, que es el de Israel y Palestina. La obscenidad de esa guerra, de esos suicidios y
de esas represalias, no podían terminar sino muy mal. Hay un momento para la indignación ignorante de los
justicieros que nos gobiernan, y ese momento no ha sido desaprovechado. Pero hubo un momento, un largo
momento, para la indignación racional de los justos moderados y ese momento se desaprovechó, a pesar de la
tozudez benevolente de los Moratinos y Solanas.
Tengo la amarga sensación de que los moderados que pueden quedar en el campo intransigente de la
gobernación americana de hoy van a traernos la paz en Palestina, pero sólo después de haber pagado el
altísimo precio de una guerra obscena y de haber confirmado ante los ojos atónitos de la humanidad que
nuestra especie sólo obtiene el bien tras haber perpetrado el mal hasta la saciedad.
Ojalá (inchalà, en árabe) que esos ojos atónitos hayan comprendido, como parece ser que ha ocurrido, que otro
mundo es no sólo necesario, sino posible. Ahora nosotros tenemos la palabra. Nuestros hijos y nietos la tendrán
dentro de unos años. Si alguna recomendación les podremos hacer es que se fijen en la importancia que va a
tener la construcción desde abajo, desde los ciudadanos y las ciudades, de puentes de entendimiento. Si así
ocurre, Andonis Tritsis descansará tranquilo, como se merece.
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
04.02. Activitat política
Description
An account of the resource
Recull la documentació generada en relació a Pasqual Maragall en la seva activitat als partits i associacions d'àmbit polític: Front Obrer de Catalunya (FOC), Convergència Socialista de Catalunya (CSC), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Ciutadans pel Canvi (CpC).
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
1353
Title
A name given to the resource
Andonis Tritses y Bagdad
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Acció política
Relacions Internacionals
Mediterrània
Alcaldes
Guerra
Atenes
Bagdad
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2003-05-06
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles
-
https://arxiupmaragall.catalunyaeuropa.net/files/original/21/888/0000000973.pdf
45e38e642068f20157f56c10dcaf59f1
PDF Text
Text
4
EL PAÍS, martes 25 de noviembre de 2008
CATALUÑA
El 87% de los catalanes juzga positiva
la pertenencia a la Unión Europea
El 95% opina que la UE debería exigir a sus miembros prestaciones mínimas
CARLOS VACAS
Barcelona
El 87,8% de los catalanes juzga
de forma positiva su pertenencia a la Unión Europea (UE), según los resultados de la encuesta “¿Qué Europa queremos?”,
que ayer presentó en el Palau de
la Generalitat el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido.
A pesar de este apoyo, sólo el
66,6% de los catalanes se sienten muy o bastante unidos a la
UE. Otros espacios identitarios
tienen más relevancia: el 88,9%
se declara vinculado a su nacio-
nalidad, el 75,8% a España (el
87,9% en el conjunto del Estado
e incluso el 80,2% se siente ciudadano del mundo (el 75,8% en
el conjunto de España).
El 63,7% de los catalanes juzgan insuficiente el espacio que
los medios de comunicación dedican a Europa, y el 47,8% cree
que no dispone de mecanismos
para participar en las decisiones
europeas.
Los ciudadanos sí parecen interesados en una UE fuerte que
mantenga su modelo social. Excepto en la gestión de los impuestos, la mayoría considera
que la UE debería compartir
con los Estados la capacidad de
decisión en todos los ámbitos políticos, y alrededor del 95% de
los catalanes cree que la UE debería exigir a los países miembros prestaciones sociales mínimas.
La coincidencia entre los ciudadanos catalanes y los del resto de España también se manifiesta al situar el medio ambiente y la inmigración como los
principales retos de la UE en los
próximos años o en su amplio
rechazo a la directiva europea,
que permitiría ampliar la jornada laboral hasta 65 las horas semanales.
Sin embargo, algunos matices importantes caracterizan a
los catalanes: el 69,1% cree que
los inmigrantes no comunitarios deberían poder votar en las
elecciones municipales, frente
al 67,4% del conjunto estatal; el
19,8% frente al 14,6% ve Europa
como un modelo social; el 47,6%
considera que la UE debería
usar referendos en temas importantes, tres puntos más que en
el conjunto estatal, y un menor
porcentaje, el 68,2% frente al
73,8%, estaría a favor de unas
fuerzas armadas europeas.
El estudio, realizado por la
Fundación Alternativas en cola-
Barcelona, capital del Mediterráneo
ANÁLISIS
Pasqual Maragall
Ahora, cuando Barcelona acaba de ser elegida como sede permanente de la Unión por
el Mediterráneo, convendría recordar que
el 21 de mayo de 1990, en el Saló del Consell
de Cent del Ayuntamiento, el entonces ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, planteó la conveniencia de la creación de una conferencia
de seguridad y cooperación en el Mediterráneo.
Han pasado 18 años desde aquella primera alusión a lo que siempre he considerado
como una necesidad de primer orden: la de
promover y facilitar la cooperación, el diálogo, el entendimiento entre las dos orillas
del Mediterráneo. Un diálogo que no siempre ha existido y que cuando se ha producido no siempre ha sido fácil.
Tuvieron que pasar cinco años hasta
que en noviembre de 1995 Barcelona fue la
sede de la 1ª Conferencia Intergubernamen-
tal Euromediterránea. En el mismo Saló de
Cent, al dar la bienvenida a los participantes de la cumbre, les recordé que la promoción de mecanismos de diálogo en el Mediterráneo era urgente y precisé de que desde
Cataluña siempre se han visto con incomodidad los intentos de dividir este mar que
nos une, separándolo entre un norte y un
sur, entre un oriente y un occidente. “Aquí”,
les dije, “tenemos claro que el Mediterráneo es precisamente un punto medio en la
tierra, de ahí su nombre: un mar rodeado
por tierras, hablas y religiones diversas; un
punto de encuentro tanto como de confrontación”.
De aquella primera conferencia nació el
llamado Proceso de Barcelona, del que salieron un montón de acuerdos cargados de
buenas intenciones. Lamentablemente, con
el paso de los años pudimos constatar que
buena parte de estos propósitos quedaban
arrinconados o, en el mejor de los casos,
funcionaban a marcha lenta.
Tuvieron que pasar 10 años para que se
celebrara una segunda conferencia que, ló-
gicamente, tuvo a Barcelona como escenario. El Palau de Congressos del Fòrum contó con un altísimo nivel de representantes
políticos internacionales. Conclusión: había
que reedificar y adaptar a la nueva situación política y económica de la zona mediterránea lo que se había empezado a diseñar
10 años antes.
Como presidente de la Generalitat, quise que de manera paralela, y en estrecha
colaboración con la conferencia, Barcelona
acogiera aquellos mismos días la Conferència Euromed Barcelona+10 y la Conferència Euromed Dones Barcelona+10, ambas
promovidas y organizadas por el Gobierno
de Cataluña. En estos dos encuentros se
subrayó la potencialidad de la red que forman los gobiernos locales y regionales para
concretar las grandes declaraciones internacionales en acciones sobre el territorio.
Por ello, en sus conclusiones, se reivindicó
la inclusión de esta perspectiva local y regional a la hora de diseñar lo que ahora es la
Unión por el Mediterráneo, con sede en Barcelona.
Diego López Garrido.
boración con el Ministerio de
Asuntos Exteriores y de Cooperación, recoge las opiniones de
más de 2.500 ciudadanos (300
de ellos catalanes) y orientará la
presidencia española del Consejo de la UE el primer semestre
de 2010.
Pero no acabó aquí la voluntad de la Generalitat de trabajar en pro de este diálogo
mediterráneo. Buena parte de la acción exterior de entonces se basó en reforzar la
cooperación con los países de la ribera sur
del Mare Nostrum (especialmente con Marruecos y Argelia), pero también con Jordania, Palestina e Israel. Precisamente dedicamos un especial interés a promover la ayuda internacional al establecimiento de un
Estado palestino viable. El diálogo permanente con Turquía fue y sigue siendo una
necesidad imperiosa.
En esta misma línea mediterránea, no es
casualidad que Cataluña cuente con uno de
los mejores think tanks especializados en
esta materia: el Instituto Europeo del Mediterráneo. Tampoco lo es que entre los objetivos de la eurorregión Pirineos-Mediterráneo, que promovimos e impulsamos, figure
el de desarrollar acciones conjuntas destinadas especialmente a los países del Magreb.
La Unión por el Mediterráneo empezó a
forjarse en Barcelona y era inevitable que
Barcelona fuera escogida como su sede, como su capital.
Pasqual Maragall es ex presidente de la Generalitat
�
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Title
A name given to the resource
13. Expresident de la Generalitat de Catalunya
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2006 --
Type
The nature or genre of the resource
Sèrie
Description
An account of the resource
Sèrie documental que recull la documentació generada a partir de desembre de 2006, com a expresident.
Dublin Core
The Dublin Core metadata element set is common to all Omeka records, including items, files, and collections. For more information see, http://dublincore.org/documents/dces/.
Identifier
An unambiguous reference to the resource within a given context
4446
Title
A name given to the resource
Barcelona, capital del Mediterráneo
Type
The nature or genre of the resource
Article
Format
The file format, physical medium, or dimensions of the resource
Textual
Source
A related resource from which the described resource is derived
El País
Language
A language of the resource
Castellà
Subject
The topic of the resource
Mediterrània
Europa
Territoris
Euroregió
Barcelona
Creator
An entity primarily responsible for making the resource
Maragall, Pasqual, 1941-
Date
A point or period of time associated with an event in the lifecycle of the resource
2008-11-25
EAD Archive
The Encoded Archival Description is a common standard used to describe collections of small pieces and to create hierarchical and structured finding aids.
Level
The hierarchical level of the materials being described by the element (may be other level too).
Document
Articles